Como han hecho tantas veces en escenarios del mundo desde 1892, ratones y soldados de juguete luchan con denuedo este fin de mes en Venezuela para recrear «El Cascanueces», pero al irresistible ritmo del flamenco.
Tras esa batalla y con un atronador taconeo, grupos infantiles, juveniles y profesionales a las órdenes de la coreógrafa Daniela Tugues, representan el onírico viaje de Clarita Stahlbaum por Venecia, Madrid, Rusia, Holanda, Egipto, China y aún Caracas.
Lo hacen al ritmo de fusiones a base del flamenco andaluz que desgarran las guitarras, violas, violín y percusión, dirigidas por el guitarrista y musicólogo Pedro Chacón, más ritmos propios de cada país que va poblando los sueños de la chica.
"Este proyecto surgió de conversaciones con la bailadora de flamenco María Graciela González y su escuela Siempre Baile, se transformó en una idea que apasionó a grupos, escuelas, actores y músicos, casi 100 en escena, y ahora estudiamos cómo podremos hacer su exportación", dijo a IPS el director Juan Carlos Souki.
Cree, además, que son posibles muchas adaptaciones, pues su fórmula para recrear con éxito este clásico de la literatura romántica alemana y el ballet es "una idea apasionante, equipos de gente preparada y ganas, pasión y energía para sacar adelante el proyecto".
"El cascanueces y el rey de los ratones", un cuento del alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822), dio pie a la composición para ballet que realizó el ruso Piotr Ilic Tchaikovski (1840-1893) para contar las fantasías de Clarita en una Nochebuena.
Objeto de incontables versiones, adaptaciones e interpretaciones, "El Cascanueces" se ha convertido en un clásico acompañante de la Navidad, desde que se estrenó en diciembre de 1892 en el teatro Mariinsky de la occidental ciudad rusa de San Petersburgo.
En Venezuela lo presentó por primera vez en 1981 el Ballet Metropolitano de Caracas, bajo la dirección de Keyla Ermecheo, que lo mantuvo hasta 1995.
Desde el año siguiente es un ritual de cada diciembre para el Ballet Nacional de Caracas, que lo muestra en el teatro Teresa Carreño, el principal de esta urbe, con la impronta neoclásica de Vicente Nebreda.
Souki, joven egresado en dirección teatral de la estadounidense Universidad de Columbia, halló en el colegio católico de Santa Rosa de Lima, en el sudeste caraqueño, una de las pocas salas de teatro con un millar de asientos disponibles en los 10 días últimos de diciembre, para concretar su mixtura de teatro y fortísimo taconeo.
Su guión sigue la historia hilada por Hoffmann, con un primer acto en el que durante la fiesta de Nochebuena que el juez Stahlbaum ofrece a las familias de Nuremberg, el padrino de Clara, Drosselmeyer, le regala un muñeco soldado-cascanueces.
Para Souki es la fase más teatral, caracterizada por algunos actores y actrices reconocidos del teatro y la televisión, con dosis de canto y baile que apenas insinúan el desenfreno de taconeos que sobrevendrá cuando ya todo sean sueños para la protagonista.
En el acto segundo o fase onírica, "El Cascanueces" se torna príncipe acompañante de Clarita en el danzante recorrido por países y culturas con el que Souki revela que se ha servido de la pieza de Hoffmann como coartada para que el flamenco sature los sentidos.
Es el tiempo en que se lucen las compañías Flamenco del Sur (infantil), Siempre Baile (juvenil), El Cascanueces (adultos), a ves con 30 bailarinas en acción simultánea; y las adaptaciones musicales de Chacón y Xavier Losada, la coreografía de Tugues, la escenografía de Edwin Erminy y el espectacular vestuario de Oscar Carvallo.
Poco antes de que Clarita despierte se escucha la música original de Tchaikovski. Al final la muchacha vuelve a la realidad y los espectadores se resignan a que concluya el arrebatado resonar de los tacones.
"Al fin y al cabo 'El Cascanueces' es la historia de una niña que descubre el mundo y se descubre a sí misma. Es un proceso fuerte, pasional, lleno de ruido y de preguntas, que se conecta con la tendencia del adolescente de colocarse en otro lugar y con las propiedades vibrantes y pasionales del flamenco", estima Souki.
Una vez completado este estreno mundial de "El Cascanueces" en flamenco, Souki pasará a la fase de exportación, con una documentación de la obra que enviará a productores y directores, los programadores de festivales, según indicó a IPS.
Aunque esta vez confluyeron en Caracas los factores que permitieron innovar sobre este clásico del ballet, el joven director cree que, con fórmulas igualmente creadoras, pueden repetirse experiencias similares y exitosas en otras plazas de América Latina.
