De los nueve jefes de Estado y de gobierno que participaron en la primera Cumbre del Agua de Asia-Pacífico, siete eran de islas cuya población está más preocupada por el recalentamiento planetario que por cualquier otra cosa.
Fueron 49 los países invitados a la conferencia, según indicó Hideaki Ode, portavoz de la Cumbre del Agua de Asia-Pacífico.
Los siete jefes de Estado y de gobierno isleños pertenecen a Kiribati, Islas Marshall, Micronesia, Naurú, Niue, Palau y Tuvalu. El resto de los países enviaron a funcionarios de menor rango.
Fue así como las preocupaciones de las pequeñas islas del océano Pacífico, en especial vinculadas al cambio climático, acapararon la atención de la conferencia.
El inicio de cumbre coincidió el lunes con el comienzo de la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que concluirá el día 14 en la isla indonesia de Bali.
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"Las conferencias anteriores en materia de desastres naturales vinculados con el agua trataron la escasez del recurso, pero la situación cambió en los últimos años por el recalentamiento", observó el primer ministro japonés Yasuao Fukuda en la meridional ciudad de Beppu, conocida por sus primaveras cálidas y sus fuentes termales.
Las pequeñas islas del Pacífico son muy vulnerables al cambio climático. El presidente de Micronesia, Emmanuel Mori, señaló en la Cumbre del Agua, concluida el martes, que "ya nadie duda de que los perjuicios de ese fenómeno son reales y suceden" ahora.
El primer ministro de Niue, Young Vivian, instó a los países que aun deben ratificar el Protocolo de Kyoto a hacerlo ya. Es la única forma de "afrontar las consecuencias negativas del cambio climático en los pequeños estados insulares y en las zonas costeras de los países en desarrollo", explicó.
En ese protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, aprobado en 1997 en esa ciudad japonesa, 35 países industrializados se comprometieron a reducir sus emisiones en al menos 5,2 por ciento para 2012, cuando expira la primera fase de implementación, respecto de las cifras de 1990.
El presidente de Kiribati, Anote Tong, relató que se vio personalmente afectado por la elevación del nivel del mar, que derribó un muro que había construido alrededor del complejo habitacional que habita.
"El agua de mar llegaba hasta uno de nuestros edificios. Debí mudarme a una altura", relató. "Discutamos los temas que nos afectan a largo plazo, pero se necesitan acciones para resolver los problemas que nos aquejan ahora."
La cuestión del saneamiento y el agua potable es también importante para los pequeños estados insulares.
Los líderes de las islas del Pacífico pusieron énfasis en que esos problemas son reales y necesitan soluciones urgentes, dado el deterioro de las condiciones de las fuentes de agua dulce de la región por el impacto del recalentamiento planetario en sus frágiles ecosistemas.
Por su parte, el presidente de Palau, Tommy Esang Remengesau, recordó que, sin importar cuán grande o pequeño sea un país, su existencia y su capacidad de supervivencia dependen de la disponibilidad de agua dulce.
"Sencillamente, no podemos contar con que el agua dulce caiga, literalmente, del cielo y resuelva nuestros problemas de gestión de ese recurso", señaló.
"La mayor parte del agua procede de las napas freáticas porque mucha gente no tiene capacidad de almacenar el agua de lluvia en sus techos", dijo Tong a IPS.
"Las fuentes subterráneas sufren el impacto de la erosión de la costa porque, a medida que ésta disminuye por la elevación del nivel del mar, su capacidad de retención de agua se reduce sustancialmente", añadió.
Nueve de las islas de Kiribati son atolones estrechos, y el gobierno estuvo a punto de verse obligado a llevarles agua. "Si no hay fuentes subterráneas y no llueve, entonces no hay agua", subrayó Tong.
Nauru, por su parte, suele sufrir escasez de agua por las sequías, según relató el presidente Ludwig Scotty. Se implementan iniciativas y estrategias para mejorar la disponibilidad del recurso y la protección de las napas freáticas, pero resta mucho por hacer, en especial en lo que a adaptación al cambio climático respecta.
Los líderes de la región suelen quejarse de que no pueden implementar las políticas recomendadas porque no hay voluntad política, indicó Latu Kupa, de la Asociación de Agua del Pacífico.
Kupa pidió un aplauso para los líderes de las islas del Pacífico porque fue la primera vez que una mayoría de ellos participa en una reunión internacional fuera de su propia región para discutir problemas ambientales.
El problema que padecen estas islas es de toda la comunidad internacional, indicó el director del Centro para la Gestión de Riesgo y Peligros del Agua, Kuniyoshi Takeuchi, pero advirtió contra las soluciones que se les impone desde afuera.
Un ejemplo, según mencionó Takeuchi, fue la introducción de pozos sépticos que inhabilitaron el consumo de agua en el vulnerable ambiente insular.
También recordó que una empresa japonesa plantó calabazas en una de las islas del Pacífico, reemplazó el cultivo tradicional de ñame y terminó contaminando el agua del río y matando a los arrecifes de coral con los fertilizantes.
Los representantes de Tuvalu y Palau aprovecharon la oportunidad para urgir a la comunidad internacional a asistir en forma urgente a los países insulares del Pacífico a encontrar soluciones para los acuciantes problemas ambientales que los aquejan.
"No podemos detener un fenómeno natural, pero podemos prepararnos para reducir sus consecuencias", arguyó Salvano Briceno, director de Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres.
"También es importante que la gente tome conciencia de la situación y se informe acerca de las formas de responder al cambio climático", agregó.
En 2003, las naciones de Asia sudoriental adoptaron un programa en materia de gobernanza vinculada al agua en respuesta a la elevación del nivel del mar, señaló el ministro de Finanzas de Fiji, Mahendra Chaudhry, pero su implementación fue problemática por la falta de recursos financieros.
"Necesitamos con urgencia recursos, conocimiento y capacidad de gobernanza. Pido a las instituciones financieras que consideren la posibilidad de otorgar préstamos blandos para las pequeñas naciones de la región", declaró.