AMBIENTE-EEUU: Incendios avivan debate sobre cambio climático

Los gigantescos incendios forestales que azotaron este año el sur del occidental estado estadounidense de California son un anticipo de lo que podría ocurrir en el futuro próximo si persiste el recalentamiento global, advierten científicos.

En el oeste de Estados Unidos pueden desatarse más incendios que afecten zonas de más de 40.000 hectáreas a causa de mayores emisiones de gases invernadero, señaló Thomas Swetnam, director del laboratorio de investigación Tree-Ring de la Universidad de Arizona.

«Muchas personas piensan que los efectos ambientales del cambio climático tendrán lugar dentro de 50 ó 100 años. Pero no es así. Se están produciendo en los ecosistemas ahora, a través del fuego», agregó.

Desde mediados de los años 80, el número de incendios forestales y la extensión de las superficies afectadas han ido en aumento, dijo Swetnam. A medida que ascendió la temperatura, se adelantaron los deshielos en las montañas y los veranos se volvieron más cálidos, explicó.

«Veo esto como el principal gran indicador del impacto del cambio climático en Estados Unidos», afirmó. Se requieren más investigaciones sobre el ecosistema de California meridional, con sus chaparrales y sus bosques, así como sobre el recalentamiento, señaló.
[related_articles]
Más de 200.000 hectáreas de bosques, chaparrales y barrios residenciales en las afueras de Los Ángeles y San Diego se han convertido en extensiones vacías de restos de carbón vegetal, como resultado de los 16 incendios que se produjeron entre el 21 de octubre y el 9 de noviembre.

El fuego afectó ocho hectáreas y destruyó cinco casas en la exclusiva zona de Malibú en enero de este año. Otro de mayor magnitud arrasó 50 viviendas entre el 24 y el 27 de noviembre.

En mayo, más de 320 hectáreas ardieron en el Parque Griffith, de Los Ángeles, y alrededor de 1.900 hectáreas en la isla Santa Catalina. En junio, cientos de casas fueron destruidas o dañadas en Lago Tahoe.

Decenas de miles de personas debieron ser evacuadas y se requirieron más de 9.000 bomberos para combatir los incendios.

Luego se produjeron algunas lluvias y hubo alertas de inundaciones. Las autoridades temían que hubiera avalanchas de barro a causa de la pérdida de vegetación.

California meridional es una región naturalmente propensa a los incendios, pero, a diferencia de los siglos pasados, ahora está densamente poblada y alberga millones de hogares.

El clima mostró este año un patrón diferente y creó condiciones ideales para que se produjeran los incendios, señalan los expertos.

Las condiciones fueron similares a las de 2003, cuando la sequía y los vientos de Santa Ana provocaron fuegos que quemaron más de 300.000 hectáreas.

Ronald Neilson, un experto de la Universidad de Oregón, señaló que es imposible sacar conclusiones sólidas respecto del cambio climático de la evidencia limitada a los incendios de California.

Pero agregó que, sumados a los recientes patrones climáticos, se ajustan a su predicción de un recalentamiento en la zona durante la próxima centuria, que provocará prolongadas sequías y períodos de intensas lluvias.

California meridional ha sufrido una severa sequía. Durante el año que finalizó el 30 de junio de 2007, sólo cayeron 80 milímetros de lluvia, la cantidad más baja desde 1877. Según el Departamento de Meteorología de la Universidad de California, el promedio anual es de 380 milímetros.

Los vientos de Santa Ana, secos y calientes, soplan espaciadamente cada año entre octubre y febrero. Pero este año fueron inusualmente fuertes y lo hicieron durante días sin interrupción. Iniciaron incendios al derribar cables de electricidad y luego avivaron las llamas.

Estos vientos soplan aproximadamente por uno o dos días, a una velocidad de 32 kilómetros por hora, pero este año llegaron a los 48 y 64 kilómetros por hora, con rachas de 136 y 169 kilómetros por hora. Estuvieron presentes durante 78 días, tres veces su duración histórica promedio, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.

«En el futuro, incendios catastróficos como los ocurridos en California podrían ser algo normal, otra evidencia respecto de que el cambio climático es una realidad, con consecuencias graves», dijo Neilson.

«Se puede comprobar la existencia de incendios de mayor magnitud, más frecuentes y más severos, durante una temporada más prolongada, durante los últimos siete u ocho años», dijo ante un comité del Congreso legislativo Abigail Kimbell, directora del Servicio Forestal de Estados Unidos.

Asimismo, señaló que aunque pueden estar relacionados con el cambio climático se requiere mayor investigación para establecer una conexión directa.

Los incendios frecuentes, pero pequeños, que eran parte natural del ecosistema de California no se produjeron, lo que llevó a una gran acumulación de madera muerta y seca, que alimentó los recientes fuegos de gran magnitud, agregó Kimbell.

Los incendios pueden estar colaborando con el recalentamiento global, al liberar a la atmósfera gran cantidad de dióxido de carbono.

Christine Wiedinmyer, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, con sede en Boulder, Colorado, estimó que los incendios de California emitieron entre el 19 y el 26 de octubre 7,9 millones de toneladas de carbono, equivalentes a 25 por ciento del promedio mensual resultante de todos los combustibles fósiles en la totalidad del estado.

Jason Neff, profesor asistente de geociencias en la Universidad de Colorado, dijo que en el ecosistema natural de Estados Unidos el exceso de carbono es absorbido por los bosques y los océanos, pero advirtió que en la costa occidental no están en condiciones de hacerlo.

Las áreas boscosas utilizan el dióxido de carbono para su crecimiento. Pero en la zona occidental del país no hay desarrollo de nuevos bosques y el exceso de carbono está generando problemas.

«El oeste se está volviendo más seco y cálido, lo que aumenta la propensión a incendios más frecuentes y severos, que liberan más carbono, lo que genera más sequía y altas temperaturas, realimentando el proceso», señaló Neff.

«En una situación natural, la cantidad de carbono se balancea. Pero ya no tenemos un clima normal», afirmó.

* Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales)

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe