El director del Centro Palestino para la Divulgación de la Democracia y el Desarrollo Comunitario (Panorama), Walid Salem, condenó a los musulmanes que cometen actos terroristas, quienes, aseguró, no representan al Islam.
Panorama, con sede en Jerusalén, es una organización no gubernamental creada en 1991 con la intención de "crear una sociedad civil pluralista" en esa nación.
Salim accedió a una entrevista con IPS en Dar es Salaam, en una pausa de la tercera conferencia del Proceso de Helsinki sobre Globalización y Democracia, iniciativa conjunta de Finlandia y Tanzania que se erige desde 2003 como foro de diálogo entre el Sur y el Norte.
"Grupos como Al Qaeda representan a una minoría de musulmanes y no al mucho más amplio sector de amantes de la paz en el mundo islámico", dijo el activista.
"No hay extremismo en la fe del Islam. Es, más bien, una religión que defiende la paz, y alguien que no defienda la paz no debería ser considerado un representante de todos los musulmanes. Esos grupos sólo usan el Islam para justificar sus actividades extremistas", agregó Salim
El director de Panorama consideró que el extremismo islamista se ha arraigado en los acontecimientos políticos de Medio Oriente, en especial con el surgimiento de tiranos y déspotas.
"Sin alternativa a esos líderes, algunos asumen actividades extremistas y se escudan en la religión. Cuando le niegan al pueblo la participación en el gobierno e imponen un sistema de opresión, así como la extrema pobreza, se alienta la búsqueda de un modo de expresar la frustración", explicó.
Salem aseguró que la solución a tales problemas es mejorar la gobernanza. "La democracia debe surgir y asegurar justicia para todos, para que los pueblos puedan vivir sin temor a la opresión", sostuvo.
El activista también destacó la necesidad de que el Islam se acompase a la vida de estos tiempos.
"En los tiempos de Mahoma, se mutilaba a los ladrones, pero hoy los religiosos proponen otras formas de castigo para los delincuentes", dijo.
"El problema del extremismo se agravó porque hay quienes quieren instalar el pasado en el presente. Pero los tiempos cambiaron. Nadie recorre el mundo combatiendo a los infieles, como ocurría antes", agregó.
La conferencia de tres días en Dar es Salaam, que concluyó este jueves, se realizó bajo el lema "Gobernanza inclusiva: Achicando las brechas globales".
La discusión, en parte, se concentró en el rol de la sociedad civil en la promoción de la paz y la seguridad.
La reunión también marcó el fin de la segunda fase del Proceso de Helsinki, iniciada en 2005, por lo que se dedicó a revisar los logros alcanzados en los últimos dos años.
La primera fase del Proceso (2003-2005) tuvo, entre otros, el propósito de alentar y ampliar la cooperación para el desarrollo como vía de solución hacia los problemas mundiales.