Las acusaciones de funcionarios israelíes contra las autoridades egipcias de que no frenan el contrabando de armas a la franja de Gaza, controlada desde junio por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), tienen una intencionalidad política concreta, coinciden analistas.
"Los israelíes tratan de presionar a Egipto con miras a endurecer el actual bloqueo a Gaza", dijo a IPS el legislador independiente y politólogo Gamal Zahran, de la Universidad del Canal de Suez.
"Al mismo tiempo tratan de sabotear las relaciones entre El Cairo y Hamas, por un lado, y entre El Cairo y Washington, por otro", añadió.
Funcionarios israelíes intensificaron a mediados de octubre sus cuestionamientos contra el gobierno egipcio por "no hacer lo suficiente" para frenar el presunto flujo ilegal de armas a lo largo de la frontera de 14 kilómetros que separa a Egipto de Gaza.
Según el Estado judío, armas de contrabando suelen terminar en manos de Hamas, calificada de "organización terrorista por Washington e Israel".
[related_articles]
"Israel sigue juntando información de inteligencia respecto del contrabando del Sinaí a Gaza, que aumentó enormemente desde que Hamas tomó el control de la zona", informó el diario israelí Haaretz el 14 de octubre.
El periódico, incluso, sostuvo que unas 1.650 granadas autopropulsadas y 6.000 bombas ingresaron a ese territorio palestino desde principios de este año.
"Egipto puede parar el contrabando de armas en un día si quisiera", había declarado dos días antes el ministro del Interior israelí, Avi Dichter.
Por su parte, El Cairo se apresuró a negar las acusaciones e insistió que las autoridades estaban haciendo todo lo posible para encontrar y destruir túneles subterráneos, utilizados en las operaciones de contrabando en la frontera.
"Egipto rechaza todas las acusaciones de que hace la vista gorda al contrabando", sostuvo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores el 15 de octubre en el diario oficial Al-Gomhouriya.
El control de la zona fronteriza es una de las "más altas prioridades" para el país, aseguró.
Por su parte, el ex embajador egipcio en Israel y presidente de Comité para Asuntos Árabes de la Shura (cámara alta del parlamento), Mohamed Basyouni, también subrayó el compromiso de su país para eliminar "los túneles de contrabando".
"Egipto sigue buscando y destruyendo muchos de esos pasadizos, pues también perjudican la seguridad nacional", dijo Basyouni a IPS. "Después de todo, también pueden utilizarse para contrabandear armas, u otra cosa, en el otro sentido".
Autoridades egipcias descubrieron dos pasajes subterráneos cerca de la frontera con Gaza el 15 y el 16 de octubre. La policía detuvo a tres palestinos en las cercanías e incautó limitadas cantidades de municiones y explosivos, según informó la prensa local.
Sin embargo, Israel sigue sosteniendo que El Cairo puede hacer más para combatir el fenómeno.
El Estado judío llegó a advertir que el contrabando de armas a Gaza puede llegar a desbaratar la conferencia de paz sobre Medio Oriente de este mes, patrocinada por Estados Unidos, según informó Haartz.
El encuentro que se realizará en Annapolis, en el oriental estado estadounidense de Maryland, se propone reactivar el moribundo proceso de paz entre Israel y Palestina.
La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, también planteó la cuestión del contrabando en una reunión que mantuvo con su par egipcio Ahmed Aboul-Gheit el 16 de octubre en esta capital.
"Nos preocupa el contrabando", declaró en la conferencia de prensa conjunta. "Seguiremos conversando acerca de qué otras cosas se pueden hacer para lidiar con el asunto".
El canciller egipcio defendió con dureza los esfuerzos de su país por reducir el fenómeno. "Lo que nos desagrada profundamente es que algunos círculos israelíes plantean el asunto en ámbitos internacionales. Eso es algo que rechazamos totalmente".
Aboul-Gheit, incluso, llegó a argüir que la limitada presencia militar de Egipto en la zona era un "impedimento" para contener la situación en el noreste de su territorio.
En el marco del acuerdo de paz entre Israel y Egipto de 1979 en camp David (residencia de descanso de los presidentes de Estados Unidos), el despliegue de tropas egipcias a la zona fronteriza quedó restringido a un máximo de 750 oficiales de la policía.
"Tendremos que discutir con israelíes y estadounidenses la forma elevar la presencia de fuerzas egipcias para poder descubrir todos los túneles" en cuestión, indicó Aboul-Gheit.
Basyouni concordó en que los esfuerzos de Egipto para garantizar la seguridad en la frontera con Gaza se vieron entorpecidos por las restricciones impuestas en ese acuerdo.
"Antes del retiro unilateral de Gaza en 2005, Israel fue incapaz de frenar el contrabando a la zona, pese a su presencia militar y la de sus servicios de inteligencia", recordó. "Ahora esperan que lo haga Egipto con apenas 750 guardias fronterizos".
"Egipto debe poder elevar su presencia militar en la zona si se pretende reducir las operaciones de contrabando transfronterizas", añadió Basyouni.
Pero el aumento de acusaciones proferidas por Israel es nada más que un intento de distraer la atención de otras cuestiones más graves con miras a la conferencia de Annapolis.
"Al poner el foco en el supuesto contrabando de armas, Israel trata de concentrarse en asuntos más urgentes como la creación de un Estado palestino, el derecho de los refugiados a retornar a sus hogares, la reinstauración de las fronteras de antes de 1967 y el asunto de Jerusalén", según el politólogo Zahran.