Expertos en salud pública tratan de comprender el peor brote de dengue desatado en Asia sudoriental en años. El patrón de los pacientes que mueren a causa del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti les resulta perturbador.
El mosquito porta el virus al picar a una persona infectada y lo transmite cuando pica a otra sana. Los síntomas de la enfermedad son fiebre, cefaleas y dolor muscular. El denge hemorrágico, la variedad más peligrosa, incluye dolor abdominal intenso, náuseas y sangrado de piel y mucosas.
La enfermedad no se transmite de persona a persona.
Indonesia, el país más poblado de la región, tuvo un año particularmente malo a este respecto. Sus vicisitudes constituyen una cruda prueba de lo que la comunidad médica debe afrontar.
"Casi 20 por ciento de los muertos por dengue este año en Indonesia fueron adultos", informó Chusak Prasittisuk, coordinador de control de enfermedades transmisibles de la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Asia sudoriental.
"Esto es preocupante, porque significa que el país carece de la capacidad adecuada para lidiar con la fiebre hemorrágica del dengue", señaló, refiriéndose a los casos más severos cuando la vida del paciente corre riesgo.
Existen cuatro tipos de virus del dengue. Cuando una persona contrajo la enfermedad, desarrolla inmunidad hacia la variedad que sufrió, pero se vuelve más vulnerable a las otras. Si es contagiada con alguna de ellas puede padecer la fiebre hemorrágica.
Otros países de la región con gran incidencia de dengue también muestran este año una tendencia similar, señaló Chusak entrevistado por teléfono desde la sede la oficina regional de la OMS de Nueva Delhi.
"Detectamos esa situación en Singapur, Tailandia y Myanmar", nombre dado por el régimen dictatorial a Birmania.
Ya no se puede considerar la fiebre del dengue como una enfermedad que afecta en particular a niños y niñas, como sucedía hasta ahora.
"Antes se apuntaba a la capacitación de pediatras para combatir el dengue, considerado una enfermedad infantil", indicó. "Pero ahora tenemos que cambiar el enfoque y concentrarnos en capacitar a toda las especialidades".
Indonesia registró más de 123.000 casos de dengue, y 1.250 muertes en lo que va de este año, comparado con las 114.000 infecciones reportadas en 2006.
Un panorama similar se dio en Vietnam, donde en lo que va del año se registraron 80.000 casos, el doble que en 2006, de los cuales 68 terminaron con la vida del paciente, según la OMS, con sede en Ginebra.
Camboya, uno de los países más pobres de la región, no escapa a la tendencia actual. Las autoridades sanitarias reportaron unos 38.500 casos, que causaron la muerte a 390 personas. Casos y muertes duplicaron los del año anterior.
Sus vecinos Malasia y Tailandia también registraron decenas de miles de infecciones, que terminaron en la muerte 85 personas en el primer país y 67 en el segundo.
Las estimaciones para 2007, que no han sido confirmadas en esta región, se equiparan con el peor año registrado en Asia sudoriental en casi dos décadas.
Cuando faltan dos meses para terminar el año, se registraron 321.500 casos de dengue, y 1.860 muertes.
El peor año para la región fue 1998, cuando contrajeron la enfermedad 328.000 personas, de las que murieron 1.484, según la OMS. En 1991, se registraron 118.000 casos de dengue. Pero en 1999 se reportaron 46.000.
El aumento de casos se hizo evidente cuando las autoridades sanitarias analizaron la situación regional en julio, después del monzón. Las cifras registradas en Singapur, populosa ciudad estado donde la enfermedad alcanzó proporciones epidémicas.
En ese momento, Vietnam registró 24.255 casos en la primera mitad del año, con 27 muertes. En Indonesia hubo 68.000 infecciones y 748 muertes hasta junio.
Pero la propagación del virus no es un verdadero misterio, a pesar de las campañas de prevención organizadas en la región, incluidos esfuerzos tendentes a educar a la población acerca de cómo combatir el mosquito Aedes aegypti.
"En gran parte se debe a una urbanización no planificada", sostuvo Chusak. "El dengue es una enfermedad ecológica creada por los seres humanos".
"Entre 80 y 90 por ciento de los sitios de reproducción del mosquito transmisor del virus del dengue son generados por humanos", añadió. Entre ellos, sistemas de saneamiento deficientes donde se acumula agua estancada, latas que quedan en la calle, floreros, vasijas y masetas.
Por si eso no bastara, la región toma consciencia de que el crecimiento económico sentó las bases para que el dengue dejara de ser una enfermedad netamente urbana y se propagara a zonas semiurabanas y rurales. Eso responde a los grandes desplazamientos de emigrantes en busca de trabajo.
La oficina de la OMS para la región advirtió en 2006 que el dengue plantea un desafío de enormes proporciones a los sistemas de salud locales porque se convirtió en "una enfermedad que afecta a los pobres de las zonas rurales".
Se suman, además, otros factores preocupantes, el recalentamiento planetario y el cambio climático, que pueden propiciar un aumento adicional de los casos de dengue.
Esa posibilidad quedó en evidencia tras un estudio publicado la semana pasada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
"Se prevé que de seguir el recalentamiento planetario, el rango geográfico (latitud y altitud) y la estacionalidad de ciertas enfermedades infecciosas se modifiquen, incluidas las transmitidas por vectores (insectos) como el paludismo y el dengue", reveló el documento "Perspectiva Mundial del Ambiente" de 570 páginas.
"Las temperaturas cada vez más altas permiten que los mosquitos sobrevivan más tiempo", dijo a IPS el director regional de la oficina para Asia Pacífico del Pnuma, Surendra Shrestha. "Las enfermedades transmitidas por un vector aumentarán y se propagarán".
Expertos aseguran, además, que el incremento de la temperatura global puede acortar el período de incubación en el Aedes aegypti, que hoy es de entre 10 y 15 días desde que pica a una persona infectada hasta que está en capacidad de trasmitir el virus.
La región también tendrá que soportar cambios en los patrones de lluvias a causa del cambio climático, "que ya llegó", añadió Shrestha. "Las zonas orientales de Asia registran más lluvias ahora respecto de otras de la región central."
La preocupación por la propagación del dengue en Asia sudoriental es comprensible, además, porque la región registró las cuatro cepas del virus causante de la enfermedad.