Las instituciones y la sociedad civil españolas condenan el intento de tráfico de niños de Chad a Francia desbaratado la semana pasada, pero defienden a los siete tripulantes que iban a trasladarlos en una avión de una línea aérea de España, por considerar que no están involucrados en el delito.
El fiscal Ahmat Daoud, de Abéché, localidad del este de Chad, ordenó la semana pasada la detención y el procesamiento de nueve miembros de la organización no gubernamental (ONG) francesa El Arca de Zoé y de los siete españoles, acusándolos de tráfico de menores.
Este martes el juez resolvió procesar a los españoles por estafa y complicidad en el intento de secuestro de los 103 niños y a los franceses por secuestro y estafa.
Los españoles podrían afrontar condenas de cinco a 20 años de trabajos forzados.
La detención se produjo cuando estaban embarcando en un avión al grupo de niñas y niños de entre tres y 10 años de edad, con destino a Francia. Según la acusación, allí serían vendidos a familias y, en algunos casos, destinados a explotación sexual.
Los tripulantes trabajan para la línea aérea española Girjet, que fue contratada por El Arca de Zoé para realizar ese viaje.
El secretario de Estado de Relaciones Internacionales del gobierno español, Bernardino León, dijo a IPS que Madrid "disiente" de la medida adoptada por la justicia chadiana y ha dispuesto prestar ayuda a los detenidos, no sólo diplomática sino legal.
"Desde luego que condenamos el tráfico de niños, sea en el Chad o en cualquier otro lugar del mundo. Pero una cosa es el tráfico y otra que una compañía sea contratada para un vuelo charter. Lo lógico es que las autoridades aduaneras, quienes controlan los aeropuertos, verifiquen quién y cómo se embarca en esos o en otros vuelos, sean cuales sean", añadió.
Por ello, el gobierno español exige que las autoridades de Chad tengan en cuenta la presunción de inocencia de los detenidos y que se realice un juicio justo y con todas las garantías legales.
La cancillería española envió a Chad a su cónsul en Camerún, Vicente Mas, para verificar la situación en que se encuentran sus connacionales. León dijo que los españoles están en buen estado, según informó Mas, además de un médico y un capellán que pudieron verlos.
El ejecutivo de Girjet, Antonio Cajal, explicó a la prensa que su compañía no mantiene relaciones con El Arca de Zoé y que ésta era la primera vez que esa entidad contrataba un vuelo con la aerolínea.
La ONG adujo que se trataba de una operación humanitaria, consistente en trasladar a 103 niños enfermos a Francia para atenderlos correctamente, algo difícil de hacer en Chad, dijo Cajal.
La compañía ni siquiera tuvo contacto directo con la ONG para la contratación, ya que ésta se efectuó a través de una agencia de viajes, y el vuelo contaba con autorización previa de las autoridades aeronáuticas chadianas y francesas, según Cajal.
Pero reportes desde Chad indican que algunos de los niños fueron llevados al avión con vendas que simulaban heridas inexistentes. Así lo señaló la delegada en Chad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Annette Rehrl.
Uno de esos niños, Osman, contó que sus padres se habían ido a trabajar al campo, en la zona donde viven, cerca de la frontera con Sudán, y que llegaron varias personas y les ofrecieron caramelos para que las siguieran, con la promesa de que después los devolverían a sus casas.
Los llevaron a la localidad de Adré y después a Abéché, donde estuvieron más de un mes, "siempre alimentados", pero sin poder salir, hasta que los llevaron al aeropuerto.
Al parecer hay pruebas para confirmar el carácter de tráfico infantil que tuvo la fallida operación, lo que ha llevado incluso al gobierno francés a acusar a sus connacionales involucrados.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, calificó de "ilegal e inaceptable" la llamada campaña de adopciones organizada por El Arca de Zoé y así se lo comunicó a su homólogo chadiano, Idriss Déby.
Hay crecientes señales de la ilegalidad del operativo que pretendía llevar a cabo la ONG. La secretaria de Estado de Derechos Humanos de Francia, Rama Yade, lo calificó de "operación clandestina".
De hecho, la justicia francesa, que respalda el arresto de los miembros del Arca de Zoé, actuó a instancias de París.
Organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han manifestado indignación por el incidente, calificándolo de "acto ilegal contraviniendo todas las normas jurídicas nacionales e internacionales".
Mientras en España, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, informó este martes que se estaba haciendo "un esfuerzo máximo para convencer a las autoridades de Chad de que los españoles no tendrían nada que ver con el intento de sacar a los niños", ya que solamente habrían sido contratados por la ONG francesa, sin informarles la identidad, las edades ni las condiciones de quienes serían sus pasajeros, aseveró.