La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recibió ofertas de 16 países para contribuir con soldados y respaldo logístico a la propuesta fuerza de paz destinada a la occidental zona sudanesa de Darfur. Pero la carencia más urgente es la del transporte aéreo.
La fuerza será conformada en conjunto por la ONU y la Unión Africana. Como exigió el gobierno sudanés, la mayoría de los soldados provienen en 10 países del continente africano: Burkina Faso, Egipto, Etiopía, Gambia, Ghana, Kenia, Malawi, Malí, Nigeria y Senegal.
El resto de los soldados procederían de Bangladesh, Jordania, Nepal y Tailandia, mientras que unidades médicas y equipos de ingenieros sería provistos en su mayoría por Holanda y países nórdicos.
Pero el secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Paz, Jean-Marie Guehenno, dijo a periodistas el lunes que aún hay una urgente necesidad de transporte terrestre y aéreo, sobre todo helicópteros con luz táctica para permitir que los soldados puedan moverse rápido a zonas de conflicto y en corto tiempo.
"Simplemente no tenemos los helicópteros que necesitamos para operar en Darfur", indicó.
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Consultado sobre si las naciones europeas deberían responder a este llamado, Guehenno dijo que esperaría una reacción "de cualquier país de cualquier continente, no sólo Europa, para saber qué grado de prioridad tiene Darfur (para esas naciones) y si se pueden comprometer a una operación".
El funcionario subrayó que la misión necesita por lo menos 24 helicópteros: 18 de transporte y seis tácticos.
Darfur es una zona muy grande, similar al territorio de Francia, pero con una población muy fragmentada. "Si queremos asegurar la protección de los civiles, necesitamos movilidad y poder de fuego", subrayó.
Consultado sobre un plazo para el despliegue de la fuerza, en lo que es considerado un ambiente militarmente volátil, Guehenno dijo que pasarán varios meses de 2008 antes de "alcanzar plena capacidad".
"Si no tenemos elementos clave para una fuerza a inicios de 2008", incluyendo batallones de infantería bien equipados, "será preocupante", sostuvo.
Guenhenno informó que se esperaba contar con un cuartel general y al menos dos batallones de infantería para fines de este mes.
La ONU calcula que más de 200.000 personas han muerto y otras dos millones han sido desplazadas debido a la violencia en Darfur.
Los ataques del mes pasado que mataron a 10 soldados de paz de la Unión Africana amenazaron con socavar no sólo las venideras conversaciones de paz en Libia, sino el despliegue de la fuerza internacional del foro mundial.
Los problemas de Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzaron en la década de 1970 como una disputa por las tierras de pastoreo entre nómadas árabes y agricultores indígenas negros. Ambas comunidades étnicas comparten la fe islámica.
Pero la tensión se transformó en una guerra civil en febrero de 2003, cuando guerrilleros negros respondieron con violencia al hostigamiento de las milicias Janjaweed (Jinetes).
Los Janjaweed, apoyados por Jartum, son acusados de llevar adelante una campaña de limpieza étnica contra tres tribus negras que respaldan a las organizaciones guerrilleras Ejército para la Liberación de Sudán y Movimiento por la Justicia y la Igualdad.
Tras un ataque contra las fuerzas de paz, Senegal amenazó con retirar sus soldados, según informes de prensa.
Consultado sobre si otras naciones han hecho amenazas similares, Guehenno dijo que en una reciente reunión con los países que contribuyen con soldados "no hubo comunicaciones formales ni informales (de ningún país, incluyendo a Senegal) de que reconsideraría su participación".
En julio, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la creación de una fuerza conjunta del foro mundial y la Unión Africana para Darfur, que incluirá 19.000 soldados, más de 600 policías y más de 5.500 funcionarios civiles.
Considerada una de las fuerzas de paz más grande del planeta, detrás de la enviada a la República Democrática del Congo, con 17.000 soldados, la Misión de la ONU en Darfur (Unamid) asumirá las funciones de la enviada por la Unión Africana a Sudán en 2004.
Unamid actúa bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU para apoyar la implementación efectiva del Acuerdo de Paz de Darfur, alcanzado entre el gobierno y los rebeldes el año pasado.
La misión de la ONU también tiene el mandato de proteger a los civiles, impedir ataques armados y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios, así como su propio personal e instalaciones.
Guehenno consideró un "hito importante" las próximas conversaciones de paz que se celebrarán en Libia el 27 de este mes. No obstante, el funcionario sostuvo que las negociaciones entre Jartum y los grupos rebeldes será un "proceso difícil".
"La situación en el terreno no es buena. De hecho, se ha deteriorado por un creciente ciclo de violencia en el sur", indicó.
Guehenno también alertó sobre el "serio riesgo" de que la situación en Darfur se extienda aun más, como ya lo ha hecho al vecino Chad.