La incursión de la fuerza aérea de Israel sobre territorio de Siria tuvo como blanco un proyecto nuclear conjunto entre ese país y Corea del Norte, sugirieron funcionarios estadounidenses de línea dura.
Algunos detalles del incidente del 6 de este mes se filtraron con cuentagotas ante el silencio que mantuvieron los gobiernos sirio e israelí.
En ausencia de información confiable sobre lo ocurrido, la especulación en la prensa de Estados Unidos se centró sobre cuál fue el objetivo de los israelíes y las razones por la que Damasco se mantuvo en silencio, en caso de haber sido blanco de un ataque no provocado.
¿Estaba probando Israel el sistema de radar de su vecino? ¿La incursión buscó interrumpir envíos de armas a la milicia Hezbolá en Líbano? ¿Fue un ensayo para un futuro ataque contra instalaciones nucleares en Irán?
Funcionarios del ala dura del gobierno estadounidense de George W. Bush y políticos de esta tendencia alimentaron las especulaciones al sugerir que el aparente ataque de los aviones israelíes estuvo dirigido contra un emprendimiento nuclear conjunto de Corea del Norte y Siria.
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"Sabemos que Irán y Siria han estado cooperando por largo tiempo con Corea del Norte en programas de misiles balísticos. La posibilidad de que hagan otro tanto en materia nuclear no es descabellada", escribió John Bolton, ex embajador de Washington ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en una columna de opinión en el diario The Wall Street Journal.
"Debe aclararse si esto es así y hasta qué punto Irán, Siria u otros pueden ser 'paraísos seguros' para el programa atómico de Corea del Norte o si ya se han beneficiado de él", agregó. Bolton renunció a su puesto en la ONU en 2006 y actualmente es miembro del centro de estudios neoconservador American Enterprise Institute.
Un funcionario del Departamento de Estado (cancillería) alimentó las especulaciones y reforzó el argumento de los neoconservadores.
El subsecretario interino para la Política de No Proliferación Nuclear, Andrew Semmel, declaró el viernes a la agencia de noticias Associated Press que Estados Unidos cree que Siria puede tener "proveedores secretos" de material atómico para un proyecto encubierto.
El gobierno de Bush ha mantenido una política de línea dura hacia Damasco. No existen relaciones diplomáticas al máximo nivel desde el asesinato, en 2005, del primer ministro libanés Rafiq Hariri. Washington afirma que Siria estuvo involucrada.
Los neoconservadores parecen estar recreando una línea argumental que encaja en la idea del "eje del mal". Siria, aunque no se la mencionó explícitamente, ha sido identificada con frecuencia como un socio menor en el "reino de terror" de Corea del Norte, Irán e Iraq por su apoyo a Hezbolá y al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
"Los neoconservadores quieren torpedear un acuerdo con Corea del Norte, están empeñados en asegurar que no haya cooperación en Siria y, sobre todo, son los mismos que nos llevaron al actual desastre en Medio Oriente", dijo Daniel Levy, un ex negociador de paz israelí y ahora miembro del centro de estudios New America Foundation, con sede en esta capital.
Las acusaciones contra Corea del Norte se producen cuando Estados Unidos se prepara para implementar un acuerdo con ese país que ponga fin a su programa nuclear, un movimiento diplomático que encuentra el rechazo de "halcones" como Bolton.
"Bolton representa a los que están muy inquietos por el hecho de que Estados Unidos aceptó su derrota en Corea del Norte comenzando a confiar en los norcoreanos. Les gustaría frustrar ese acuerdo", señaló un experto en Siria, Josh Landis.
"Mientras hacen eso, cualquier cosa que puedan utilizar para fortalecer la idea de transferencias de armas entre Corea, Irán y Siria es para ellos la frutilla que corona la torta", agregó.
Algunos analistas expresaron serias dudas respecto de una amenaza nuclear siria y describieron estas especulaciones como una puesta en escena para promover la agenda neoconservadora.
"Esta historia carece de sentido. Se trata de una maniobra política, no existe tal amenaza", dijo Joseph Cirincione, del centro de estudios Centre for American Progress, en una entrevista publicada por la revista Foreign Policy.
"Una vez más, esto aparece como el trabajo de un pequeño grupo de funcionarios que filtran las partes que ellos eligen de información de 'inteligencia' sin analizar para promover sus intereses políticos. Si suena como la campaña previa a la guerra de Iraq, no está mal que sea así", agregó.
"En esta oportunidad aparece dirigido a frustrar el acuerdo con Corea del Norte, que los funcionarios de línea dura consideran como entreguismo o apaciguamiento. Y algunos israelíes quieren evitar un diálogo entre Estados Unidos y Siria", afirmó Cirincione.
La prensa israelí, sujeta a un censor militar que restringe la cobertura del incidente, se basó fundamentalmente en medios del exterior para informar sobre el episodio.
Levy señaló a IPS que la prensa en Israel "hizo lo imposible para decir al público que 'nosotros conocemos la historia, vamos a citar de manera selectiva algunos de los rumores que circulan en el exterior y ustedes llenen los espacios en blanco'. Descartó los informes sobre un embarque de armas para Hezbolá y otorgó mucha más importancia a la conexión Corea del Norte-Siria".
Damasco presentó el martes una protesta formal ante la ONU por la "violación flagrante" de su espacio aéreo por parte de los aviones israelíes, que según Siria dispararon sobre su territorio. Ambos países han estado técnicamente en guerra desde 1967, cuando Israel ocupó las alturas del Golán durante la Guerra de los Seis Días.
La incursión aérea siguió a un período de creciente tensión entre las dos naciones, lo que brindó el contexto necesario para una eventual acción israelí.
"Algo saldrá a la luz y aclarará el tema para todos. Israel está ocultando información de inteligencia", agregó Levy.
Los expertos no están seguros sobre el carácter de esa información y dudan sobre si se trata de armas nucleares, químicas, no convencionales o nada relacionado con ellas. Sin embargo, la conexión con Corea del Norte es el elemento saliente en la mayoría de las especulaciones.
A pesar de lo que haya sucedido realmente el 6 de septiembre, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, anunció el lunes pasado que está preparado para mantener negociaciones con Siria "sin precondiciones y sin ultimátum", según el diario Jerusalem Post.