El gobernante Partido Republicano logró bloquear el miércoles, con maniobras obstruccionistas, una medida que tiene amplio apoyo en el Senado: la restauración del derecho a cuestionar en la justicia la prisión de extranjeros sospechosos por terrorismo.
Se trata de una enmienda a un proyecto de ley que reconocería el derecho de hábeas corpus a los no ciudadanos encarcelados, entre ellos los alrededor de 340 detenidos en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, muchos de ellos allí hace más de cinco años.
Seis republicanos figuran entre los 56 senadores que votaron en favor de la medida, mientras 43, todos ellos del partido gobernante, se opusieron a ella.
El ex candidato a vicepresidente Joseph Lieberman, del opositor Partido Demócrata aunque firme apoyo de la "guerra contra el terrorismo" del presidente George W. Bush, fue el único de su sector que votó en contra de abrir el debate.
De todos modos, los votos fueron insuficientes para impedir un corte del debate en curso, sobre otros asuntos, lo que impidió su aprobación.
El principio de hábeas corpus, incluido en la Constitución, es una de las claves del derecho estadounidense desde la fundación del país. Este principio da a los detenidos el derecho a acudir a los tribunales para cuestionar su arresto.
Pero la enorme mayoría de los detenidos en Guantánamo y en otras unidades militares estadounidenses sospechosos terrorismo nunca tuvieron una audiencia judicial donde se les acusara de algún cargo.
La reacción de organizaciones de derechos humanos fueron contradictorias.
"Estados Unidos perdió una gran oportunidad par demostrar liderazgo al no darle oportunidad a los senadores de restaurar el hábeas corpus, piedra de toque del sistema de justicia nacional", dijo el director ejecutivo de la filial estadounidense de Amnistía Internacional, Larry Cox.
"Al no aprobar" el cierre de la lista de oradores, "el Senado perdió una importante oportunidad de restaurar la reputación de Estados Unidos como nación que respeta y adhiere al Estado de Derecho", según Cox.
Pero Human Rights Watch (HRW), la Unión para las Libertades Civiles (ACLU, la más antigua organización de derechos humanos del país) y Human Rights First (HRF) mostraron satisfacción por la alta cantidad de votos obtenida por la iniciativa.
"La votación de hoy (por el miércoles) señala que, en última instancia, se revertirá el curso de los acontecimientos y se rechazará la posición del gobierno, según la cual alguien puede ser detenido si el presidente lo ordena", dijo Jennifer Daskal, de HRW.
"Ésta es una victoria para quienes procuran restaurar tanto el Estado de Derecho como la Constitución", dijo Caroline Fredrickson, de la oficina de la ACLU en Washington.
El proyecto de "enmienda no era a prueba de discursos obstruccionistas", pero "una mayoría de los senadores dejaron claro que querían restaurar el hábeas corpus", explicó.
"La firme mayoría del Senado que votó en favor de restaurar el hábeas corpus envía el mensaje de que hay un apoyo generalizado a retornar al Estado de Derecho", dijo Devon Chaffee, de HRF.
De hecho, el episodio de este miércoles en el Senado no acaba con el debate en el Congreso legislativo.
Un proyecto similar de enmienda será considerado en breve por la Cámara de Representantes, donde también es mayoría el Partido Demócrata, y donde, por reglamento, la minoría no puede apelar al recurso del discurso obstruccionista para postergar una discusión.
Además, la Corte Suprema de Justicia analizará antes de fin de año una apelación de emergencia presentada por abogados de dos grupos de detenidos en Guantánamo contra la negativa de hábeas corpus en el marco de la Ley de Comisiones Militares.
Esta ley, aprobada en 2006, establece procedimientos de justicia militar para juzgar a los sospechosos de terrorismo. Ese año, la Corte Suprema había sentenciado que los detenidos tenían derecho a acudir a tribunales federales para cuestionar su estatus de "combatientes enemigos".
Pero el gobierno propuso y logró la aprobación en el Congreso, entonces dominado por los republicanos, de la Ley de Comisiones Militares, que establecía un sistema autónomo de justicia en la órbita de las fuerzas armadas y negaba a los detenidos el derecho al hábeas corpus.
La norma fue aprobada en septiembre del año pasado, dos meses antes de las elecciones en que el Partido Republicano perdió la mayoría que disfrutaba en ambas cámaras.
Cuando se discutió la norma, el presidente del Comité Judicial del Senado, Arlen Specter, propuso reconocer a los prisioneros el derecho a hábeas corpus a texto expreso. Pero la propuesta del senador republicano fue rechazada por 51 votos a 48.
"Esta ley retrasa nuestra civilización 900 años", advirtió Specter. El hábeas corpus se instauró por primera vez en Gran Bretaña, en 1215.
Los argumentos se repiten ahora, tanto en boca de Specter como de su sucesor al frente del Comité, el demócrata Patrick Leahy.
"Dejar de lado el hábeas corpus nos hace más vulnerables como nación, porque nos aparta de valores estadounidenses clave y pone en duda nuestro rol histórico como defensores de los derechos humanos en todo el mundo", dijo Leahy.
El rechazo a la Ley de Comisiones Militares se consolida con versiones periodísticas sobre cientos de detenidos en Guantánamo, otrora calificados por el gobierno como "lo peor de lo peor", que nunca estuvieron involucrados con la red terrorista Al Qaeda ni con la organización islamista Talibán, que dominó Afganistán entre 1996 y 2001.
Un oficial de inteligencia que trabaja con las comisiones militares afirmó en julio que las audiencias eran arbitrarias y que buena parte de la evidencia allí presentada era "basura".
También se pronunciaron en favor de restaurar el hábeas corpus los diarios The New York Times y The Washington Post.
Incluso un ex alto funcionario del gobierno de Bush y redactor de sus discursos, Michael Gerson, propuso este mes conducir a los detenidos en Guantánmo a territorio estadounidense y permitirles presentarse ante tribunales federales.