El actor estadounidense Kevin Kline está indignado por la impunidad con que los traficantes de personas operan uno de los negocios ilícitos más redituables y crueles: el proxenetismo.
"Intentamos ponerle un rostro humano al problema", dijo Kline, ganador del premio Oscar, quien encarna a un policía en la película "Trade" ("Comercio") proyectada por primera vez el martes, en el recinto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
El actor señaló que el filme, a estrenarse en breve en el circuito comercial, investiga el funcionamiento interno de la red mundial de tráfico de personas.
El objetivo de los realizadores fue concientizar a los espectadores sobre un problema "que está a la vista de todos, ya sea en el estado de Nueva Jersey o en México".
Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), dijo que el tráfico humano obtiene ganancias por 32.000 millones de dólares anuales, lo cual lo ubica "en el segundo lugar" de las actividades ilícitas, "detrás de las drogas y las armas".
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"La mayoría de las víctimas (alrededor de 80 por ciento) son mujeres y niñas, muchas de las cuales son forzadas al sexo comercial o explotadas sexualmente de otras maneras", dijo Costa a la prensa.
Luego de ver la película, otra ganadora del Oscar, la actriz Meryl Streep, dijo que "Trade" ofrece "un inquebrantable vistazo al mundo secreto del tráfico sexual".
"Cualquiera que no se sacuda por dentro al ver este filme ha comenzado a acusar el rigor mortis", añadió.
La película narra los sufrimientos de una joven polaca secuestrada e introducida en Estados Unidos a través de México, quien es drogada, violada y obligada a trabajar en condiciones rayanas en la esclavitud.
"Tratamos de exponer el problema sin sensacionalismos", explicó Kline.
El filme se basa en un artículo del periodista Peter Landesman, publicado en la revista New York Times Magazine en 2004, titulado "The Girls Next Door" ("Las chicas de al lado").
Taina Bien-Aime, directora ejecutiva de la organización femenina Equality Now, con sede en Nueva York, dijo que la obra "es una herramienta poderosa para crear conciencia".
"Esperamos que este dramático filme, basado sobre historias verdaderas, movilice al público a la acción contra el flagelo del tráfico sexual", declaró.
El alcalde de Nueva York, Mike Bloomberg, declaró este septiembre como Mes contra el Tráfico Humano para llamar la atención sobre esta práctica "cruel y perturbadora", recordó Bien-Aime.
Equality Now sostuvo en una declaración que cada año millones de mujeres y niñas de todo el mundos sufren "inimaginables violaciones de derechos humanos a manos de quienes lucran con el tráfico de vidas humanas".
"Algunas son secuestradas. Otras son engañadas con ofertas de trabajo legítimo en otro país. Algunas son vendidas por sus padres empobrecidos o se dejan conducir por los traficantes a causa de la desesperación de la pobreza", agrega la declaración.
El tráfico humano, indicó Equality Now, es un flagelo que afecta a todos los países del mundo. "Es una de las industrias criminales que crece con más rapidez, y la mayor después del tráfico de drogas y de armas", dijo.
El gobierno de Estados Unidos constató en su séptimo informe anual sobre tráfico de personas que los traficantes medran con los miembros más vulnerables de la sociedad, en especial mujeres y niños, explotándolos, abusándolos y lucrando con su sufrimiento, según explicó la secretaria de Estado (canciller) Condoleezza Rice.
"En mis viajes, noté el deseo de nuestros aliados de combatir este crimen y de proteger a sus víctimas", dijo Rice en junio, al presentar el informe en Washington. "Ayudamos a conducir un movimiento mundial, no sólo para frontar estos delitos, sino para abolirlos."
Cada vez más y más países consideran el tráfico humano como una moderna forma de esclavitud que devasta a familias y comunidades, agregó la funcionaria.
Pero en algunos países donde el tráfico es tan evidente que rompe los ojos apenas se ha procesado en la justicia a un par de criminales. En el último informe del gobierno estadounidense, son 164 las naciones que sufren las consecuencias de esta actividad ilícita.
Bolivia, Brasil, Eslovenia, Georgia, Hungría, Israel, Jamaica, Perú y Taiwan realizaron grandes avances contra el tráfico, según Rice.
"El tráfico humano afecta a todos los países de un modo u otro, incluido Estados Unidos", dijo el embajador Mark Lagon, director de la gubernamental Oficina para Analizar y Combatir el Tráfico de Personas.
Lagon consideró preciso acabar con esta moderna forma de esclavitud "del mismo modo con que se puso fin al tráfico de esclavos africanois hace más de un siglo".
La lista de Estados Unidos incluye aliados de Washington como Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Guinea Ecuatorial, Kuwait, Malasia, México, Omán, Qatar y Sudáfrica, así como China y Rusia.
En cuanto a Medio Oriente, Lagon dijo: "Encontramos un patrón general. El tráfico es un problema endémico del modo en que se trata a los trabajadores inmigrantes en el golfo Pérsico" (o Arábigo).