AMBIENTE-FIJI: Matanza de tortugas expone prohibición

Tras conocerse la matanza de 84 tortugas en el marco de una conferencia religiosa anual, los conservacionistas piden a las naciones insulares del océano Pacífico que hagan respetar la legislación que prohíbe cazar o molestar a esos reptiles marinos en peligro de extinción.

El portal de Internet fijilive.com informó por primera vez de la matanza perpetrada en agosto con motivo de la Conferencia de la Iglesia Metodista realizada en Macuata, al norte de Fiji.

El Ministerio de Pesquerías dio permiso para que sólo tres ejemplares fueran atrapados con "fines tradicionales", como lo permite la moratoria impuesta sobre la caza de tortugas, según el informe del portal.

Pero cinco funcionarios de esa dependencia, enviados a Macuata para controlar la situación, denunciaron que habían sido 84 los ejemplares cazados y matados por los metodistas.

Por su parte, la directora del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en Fiji, Kesaia Tabunakawai, dijo a IPS que se había pedido permiso al Ministerio de Pesquerías para agarrar algunas tortugas.
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La secretaría, encargada de fijar la cantidad permitida, concedió su aprobación para una cantidad limitada de ejemplares, pero lo que ocurrió fue un exceso, protestó.

"A WWF le gustaría saber cuál fue el error en este caso en particular respecto de la cantidad permitida y la que efectivamente se cazó", subrayó.

"WWF urge a las autoridades competentes a que sigan el debido proceso si se infringió la ley. Si el permiso otorgado no fue respetado, tienen que castigar y poner un ejemplo de las consecuencias que tiene no respetar la moratoria", indicó Tabunakawai.

El veterano funcionario de Pesquerías Aisake Batibasaga confirmó al periódico Fiji Sun que sólo se concedió permiso para atrapar tres ejemplares.

Batibasaga señaló que se debe procesar a los culpables para sentar un precedente, pero también debe hacerse un esfuerzo por educar a la población.

"Lleva tiempo cambiar la mentalidad de las personas, porque si uno les dice que van a ir presos, ellos replicarán que lo hacen desde hace 300 o 500 años y ¿quiénes son ustedes para decirnos que no comamos tortugas?".

La moratoria sobre molestar, cazar o matar tortugas rige desde marzo de 2004 y expirará el 31 de diciembre de 2008.

La moratoria protege a las tortugas en ese periodo. Si se las pretende utilizar para rituales tradicionales, debe tramitarse un permiso ante el Ministerio de Pesquerías.

Las personas que cacen tortugas sin permiso pueden ser procesadas y condenadas a entre tres y seis meses de prisión o a pagar una multa de unos 310 dólares, o incluso ambas. Y si se las descubre vendiéndolas, las multas pueden ascender a unos 12.000 dólares o afrontar penas de prisión de más de cinco años.

Tabunakawai señaló que la matanza revela la falta de compromiso de la población con la moratoria.

"La incredulidad de la gente acerca de la disminución de la cantidad de tortugas, en especial cuando van a desovar, es probablemente la razón de la falta de compromiso", indicó.

Las siete especies de tortugas marinas están en peligro de extinción, aunque en diverso grado, según WWF.

De esas siete especies, cuatro se encuentran en aguas de este archipiélago del Pacífico: la tortuga de carey, la verde, la laúd y la cabezona

En los últimos años, la población de tortugas disminuyó drásticamente, en especial por la caza excesiva ya sea para el consumo de su carne, huevos o vender su caparazón para hacer joyas.

La captura accidental por la pesca, la destrucción de su fuente de alimento, de los sitios donde anidan, por la mala planificación del desarrollo costero, y la contaminación marina también contribuyeron a la disminución de ejemplares.

La presión ejercida por el Programa Ambiental del Pacífico Sur, WWF y otras organizaciones llevó a que varias naciones insulares de la región observaran, revisaran o propusieran normas para proteger a estos reptiles.

Las normas se regulan en el marco de las propias políticas nacionales de los países.

También en otras naciones del Pacífico se hace un uso tradicional de las tortugas, indicó Tabunakawai, pero no pudo especificar en qué proporción se las caza. Su captura en un país repercute también en otros, señaló.

"La tortuga es una especie migratoria y los ejemplares que se matan aquí pueden ser de las poblaciones que van a anidar a otras islas de la región", explicó Tabunakawai.

"Por ejemplo, las tortugas verdes vienen aquí a alimentarse desde Samoa Oriental e Islas Cook. Fiji es un lugar importante dónde se alimentan las tortugas del Pacífico sur", explicó.

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