La incursión del huracán Félix en Honduras y Nicaragua dejó su peor parte en esta última nación, especialmente en la Región Autónoma del Atlántico Norte, Caribe septentrional, declarada zona de desastre por las autoridades.
Al menos cuatro muertos, varios heridos, más de 5.500 viviendas destruidas, 38.000 evacuados, así como falta de agua y electricidad, son los reportes del gobierno nicaragüense que solicitó solidaridad internacional para emprender las obras de reconstrucción en la zona.
Mientras Félix se convertía en tormenta tropical descargando lluvias en Honduras, el frío, el hambre y la falta de ropa eran los principales problemas de los evacuados. El gobierno aún no emite estimaciones de daños y pérdidas.
En Bilwi, nombre indígena de Puerto Cabezas, capital y puerto de la región del Atlántico Norte, 90 por ciento de los techos de las viviendas fueron destruidos por el huracán, según las autoridades. En el decreto de emergencia emitido por la Presidencia, se instruyó a los ministerios a buscar fondos para financiar la reconstrucción en esa zona.
Félix descargó sus vientos más poderosos, de 260 kilómetros por hora, en esa región del nororiente nicaragüense fronteriza con Honduras, en especial en el municipio de Puerto Cabezas y en su ciudad cabecera homónima.
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Los presidentes Manuel Zelaya, de Honduras, y Daniel Ortega, de Nicaragua, recorren este miércoles las áreas más afectadas del lado nicaragüense para coordinar acciones de rescate y entrega de víveres.
La viceministra hondureña de Salud, Nerza Paz, dijo a IPS que Zelaya dispuso el envío de una brigada médica de emergencia para asistir a los nicaragüenses, pues se teme que las lluvias e inundaciones causen brotes de dengue, paludismo, leptospirosis y neumonía.
"Nuestra brigada se internará en las zonas afectadas para atender a los damnificados ya que en este tipo de emergencias el rebrote de enfermedades es común debido a las condiciones antihigiénicas y de falta de infraestructura apropiada", dijo Paz.
Félix llegó a Honduras en la tarde del martes convertido en tormenta tropical, rompiendo los pronósticos originales de efectos catastróficos para el país por su trayectoria y vientos.
Pero, incluso muy debilitado, el huracán afectó a casi todo el territorio nacional con lluvias intensas e intermitentes. La región que más lo padeció fue la Mosquitia, sobre el océano Atlántico y fronteriza con Nicaragua, donde fueron evacuadas unas 10.000 personas.
Los reportes de este miércoles de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) señalan que se evacuaron más de 25.000 habitantes en cuatro departamentos de los 18 que tiene el país. Hubo por lo menos 123 viviendas dañadas, cuatro carreteras secundarias bloqueadas en el nororiental departamento de Olancho, 10 derrumbes en diferentes sitios y una torre de telecomunicaciones derribada.
El comisionado de la Copeco, Marcos Burgos, dijo a IPS que esos reportes eran preliminares y, si bien el mayor peligro pasó, "seguirá lloviendo en las próximas 24 horas y estamos monitoreando el nivel de los principales ríos para prever inundaciones. Nosotros seguimos en alerta" pues aunque Félix "sea ahora una depresión tropical, aún no sale del país y nos puede dar un susto", indicó.
Según Burgos, Honduras se salvó de un impacto mayor por la altura de las montañas fronterizas que "incidió en parte para que el fenómeno se debilitara, pero la vulnerabilidad del país nos puede dar sorpresas por la lluvia", insistió.
Por eso se mantienen en alerta los departamentos de Cortés, Atlántida y Yoro, en el norte, Valle y Choluteca, sobre el océano Pacífico, y Olancho, donde las lluvias no cesan desde el martes y los ríos experimentan importantes crecidas.
En la capital, que esperaba recibir lo peor de los vientos y lluvias de Félix, se evacuaron 8.000 personas. Según el alcalde Ricardo Álvarez, "la ciudad es tan vulnerable que nos salvamos de milagro".
Desde el desastre del huracán Mitch, en octubre de 1998, ni Tegucigalpa ni el país, y menos sus 298 municipios, cuentan con un plan de contingencias, dijo Álvarez a IPS.
Si hubo cierto éxito en el manejo de la emergencia fue por la amplia participación ciudadana, estimó.
Mitch, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, asoló América Central, en especial Honduras y Nicaragua. Mató a unas 11.000 personas y causó daños económicos de miles de millones de dólares.
* Con aportes de José Adán Silva (Bilwi).