A pesar de los 684,3 millones de dólares que Marruecos invierte anualmente en su presupuesto de salud, muchos en esta nación de 32 millones de habitantes no tienen acceso a la atención médica básica.
La reforma del sistema público de salud comenzó en 1995, cuando se introdujeron cambios para adecuarlo a las normas de calidad internacionales, pero algunas de esas modificaciones lo fueron sólo de nombre.
La división de hospitales pasó a llamarse "directorio" y la división de medicamentos, "directorio medicinal". Pero todavía no hay suficientes hospitales ni remedios.
Según el Ministerio de Salud, Marruecos tiene 42 hospitales generales y 11 especializados. Con una población de 32 millones, esto significa que existe en promedio un hospital general por cada 760.000 personas y uno especializado por cada tres millones de habitantes.
"Es inaceptable que la infraestructura de salud se mantenga tan retrasada respecto de las necesidades", dijo a IPS Abdellah Daghi, de la no gubernamental Federación Democrática para la Salud. "El ingreso anual, sólo en concepto del seguro obligatorio de salud, es de 684,3 millones de dólares", indicó.
Según los expertos, elevar el nivel de los recursos humanos estimulará al personal del sector de la salud para involucrarse más en el proceso de reformas.
"Hemos estado llamando la atención por años acerca de las malas condiciones en que trabaja el personal de los centros públicos", dijo a IPS Abdellatif Saddar, secretario general de otro grupo independiente que analiza el desempeño del sector de la salud.
"Se requiere un serio esfuerzo por parte del Ministerio de Salud respecto de los salarios y el entrenamiento permanente del personal. Tenemos que alcanzar un nivel aceptable de calidad de atención", agregó.
El seguro obligatorio de salud, en vigencia desde enero de este año, otorga cobertura a seis millones de personas, la mitad de las cuales son asalariados del sector privado. Ese total también incluye a 700.000 empleados públicos.
El sistema ofrece atención para 40 enfermedades graves, como cáncer, sida o diabetes.
Además, 8,5 millones de personas cuentan en teoría con la cobertura de otro seguro de salud, conocido por su sigla en francés Lamed, que fue diseñado para asistir a los pobres pero aún no fue puesto en práctica.
El sistema, de acuerdo con la ley, será financiado básicamente por el gobierno central y las municipalidades. Brindará asistencia a "personas que no se benefician de ningún seguro obligatorio y no tienen recursos" para cubrir sus gastos médicos.
"El problema con Ramed es la participación de las municipalidades y otros cuerpos electivos en él", afirmó Daghi. "Esto puede llevar a un populismo electoral y no existen garantías de que todas las personas pobres se beneficien efectivamente con él", agregó.
Cualquiera sea la cobertura con que cuenten las personas, los hospitales son inadecuados.
"El servicio de oftalmología del hospital Mohamed V de Casablanca no tiene elementos para medir la presión ocular. Esto puede ser muy peligroso para pacientes que se someten a cirugía", advirtió Daghi.
Las quejas de los médicos no tienen ningún efecto. "Enviamos cartas al ministro de Salud y al director regional en Casablanca, pero no tuvimos respuesta", agregó.
En una de esas cartas, se mencionaba que dos aparatos para medir la tensión ocular habían desaparecido el 3 de mayo de este año del hospital Mohamed V.
Un comité de inspección fue enviado al hospital por el ministerio, pero nadie sabe a qué conclusiones llegó. "La única respuesta que obtuvimos fue que uno de nuestros colegas recibió una amenaza telefónica", relató Daghi.
Saddar dijo que fue despedido arbitrariamente de su empleo, tras una denuncia de la entidad de la que forma parte sobre apropiación indebida de fondos en los hospitales de Casablanca.
"Apelé a la justicia y vamos a combatir cualquier tipo de estafa que impida el progreso de los servicios de salud, especialmente los casos de corrupción", agregó.
Ni el director regional en Casablanca, ni el ministro de Salud respondieron a varios llamados de IPS. Los pedidos de entrevistas con administradores del hospital Mohamad V también fueron rechazados.
