La industria petrolera de Irán puede sufrir una crisis si el presidente Mahmoud Ahmadinejad no nombra urgentemente al reemplazante del destituido ministro del ramo Seyed Kazem Vaziri Hamaneh, quien cayó en una reforma de gabinete.
"La destitución del ministro de Petróleo se resolvió cuando el parlamento no podía elegir un sustituto porque le restaba un mes de receso de verano", advirtieron expertos del Ministerio de Petróleo en una declaración.
Los funcionarios se referían a rumores según los cuales Ahmadinejad llevaría al límite el plazo de tres meses del que dispone constitucionalmente para presentar candidatos a cubrir un ministerio vacante.
Mientras, quedan pendientes varios proyectos y negociaciones sobre tratados petroleros y gasíferos. El petróleo representa 70 por ciento de los ingresos por exportaciones de Irán, cuarto exportador mundial de crudo.
Hamaneh y el ministro de Industria y Minería, Alireza Tahmasbi, fueron destituidos el día 12. Luego, corrió el mismo destino Mohammad Sheibani, gobernador del Banco Central de Irán, quien varias veces había advertido sobre descuidos del gobierno en gastos de las ganancias petroleras y contra la reducción de las tasas de interés.
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El 18 de agosto, en su ceremonia de despedida, Hamaneh defendió su desempeño como ministro de Petróleo durante los últimos dos años.
También advirtió que ciertos grupos políticos intentan destruir la estructura petrolera de Irán, en una actitud que comparó a la de quienes intentaron infructuosamente liquidar al ejército luego de la Revolución Islámica de 1979, informó la Agencia de Noticias de los Estudiantes Iraníes (ISNA).
El ex ministro agregó que no había renunciado antes porque se creía capaz de continuar cumpliendo sus funciones, y que su reemplazo correspondía al presidente Ahmadinejad, según ISNA.
Ahmadinejad cesó a cuatro funcionarios de rango ministerial en sus dos años como presidente. El de Bienestar y Seguridad Social y el de Cooperativas fueron destituidos el año pasado.
Les siguió Farhad Rahbar, vicepresidente y director de Administración y Planificación, organismo liquidado luego cuyas facultades fueron transferidas a la oficina del propio presidente.
"La incapacidad del presidente Ahmadinejad de solucionar los problemas económicos ya había sido pronosticada antes por diversos expertos antes", señaló en un editorial, luego de las destituciones, el diario reformista Kargozaran, cercano al ex presidente Alí Akbar Hashemi Rafsanjani (1989-1997).
"Los efectos de su fracaso son ahora evidentes, a pesar de la coordinación relativamente alta del parlamento con Ahmadinejad", agregó el periódico
"El presidente podrá relacionar ciertos fracasos económicos con la ineficiencia de los ministros despedidos, que nunca se habían opuesto a las políticas del gobierno. Pero un cambio de políticas sería más hábil que un cambio de personas", según Kargozaran.
Hamaneh obtuvo el voto de confianza del parlamento iraní como ministro de Petróleo en diciembre de 2005, luego que el órgano legislativo, generalmente favorable al sector de línea dura, se negó a votar por otros dos nominados al cargo por Ahmadinejad.
Un tercer nominado, colaborador cercano del presidente, se retiró apenas un día antes de la votación parlamentaria por temor a ser rechazado.
"El parlamento avaló a Hamaneh porque incluso un parlamento dominado por conservadores podía advertir que el ministro de Petróleo debía ser un funcionario de la cartera familiarizado con su trabajo", dijo a IPS un analista de Teherán que pidió no revelar su identidad.
"Los otros candidatos no tenían experiencia ni formación en el área, pero contaban con la confianza del presidente. Pero Ahmadinejad necesitaba a alguien ajeno al Ministerio, que no vacilara en cumplir con su designio de purgarlo de ejecutivos supuestamente corruptos conectados con la oposición", añadió.
"Los funcionarios que el presidente quiere purgar son, en su mayoría, tecnócratas simpatizantes del Partido Kargozaran y de Rafsanjani", según el analista.
"Si Ahmadinejad espera los tres meses de que dispone para nominar a un sustituto, podrá cumplir, a través del interventor interino que encabeza la cartera, lo que el ministro cesado se negó a cumplir: librarse de opositores políticos y de cualquiera que se resista a sus planes", sostuvo.
Ahmadinejad manifestó en numerosos actos públicos en todo el país su determinación de eliminar una supuesta mafia del petróleo a la que acusa de corrupción y de malversación de fondos del Ministerio.
En una entrevista concedida poco después de asumir su cargo, en diciembre de 2005, Hamaneh, veterano funcionario de la cartera, defendió a sus ejecutivos y negó la existencia de tal mafia. Persistió en esa actitud hasta su último día en el puesto.
El parlamentario Hasan Moradi, miembro del Comité de Energía, dijo a la agencia de noticias Aftab que la destitución del ministro no tenía relación con un controvertido acuerdo firmado hace poco para vender gas a India y Pakistán.
Los críticos, entre ellos el ex viceministro de Petróleo Nejad Hosseinian, consideran que el tratado es muy perjudicial para los intereses iraníes. Ochenta y un legisladores le reclamaron al gobierno participación en las gestiones de acuerdos gasíferos, entre ellos el ya firmado con India y Pakistán.
Hamaneh tenía buenas relaciones con el Comité de Energía, dijo el legislador reformista y miembro del mismo Valiollah Shojapourian, según Aftab.
"En un momento en que se negocian contratos enormes en la industria petrolera y en que el racionamiento de la gasolina afecta a la población, la destitución de un ministro cuyos planes fueron apoyados por el Comité de Energía estuvo equivocada y no se basó sobre ninguna clase de pericia", subrayó.
El vicepresidente del Comité de Energía, Hossein Afarideh, dijo a Aftab que el ministro se había negado a designar a dos personas ajenas al Ministerio de Petróleo propuestas por Ahmadinejad, una como viceministro y la otra como director de una de las compañías dependientes de la cartera.
El ministro había insistido en que los individuos carecían de las calificaciones requeridas para los puestos.
"Ahmadinejad quiere ser el único jugador y se requiere que todos los ministros cumplan con sus deseos, aunque su razón y su experiencia demanden otra cosa. El ministro de Industria y Minería se negó a designar funcionarios propuestos por el presidente, y él también fue destituido", dijo a IPS un observador en Teherán a condición de mantenerse en el anonimato.
"También se especula con que el ministro de Petróleo se negó a acceder a las demandas del presidente para abaratar el petróleo y sus derivados a ciertos compradores recomendados por él. Ahmadinejad quiere atraer aliados extranjeros, y venderles petróleo más barato es una buena manera de lograrlo", dijo.
"Pero esas medidas pueden resultar totalmente inútiles económicamente. Por ejemplo, para sorpresa de todos, hace poco se estableció un vuelo directo entre Teherán y Caracas, por orden presidencial. Muy pocos iraníes viajan a Venezuela o a países cercanos. Se trató sólo de una medida para complacer al presidente venezolano Hugo Chávez", agregó.
Los críticos de Ahmadinejad alegan que el deseo del presidente de controlar el Ministerio se origina en su deseo de usar los ricos recursos petroleros con fines electorales, particularmente con los comicios parlamentarios de marzo.
Acusaciones similares fueron hechas por sus rivales en la campaña presidencial, que alegan que para su campaña se usó dinero de la alcaldía de Teherán, que él encabezaba.
Su sucesor en el gobierno capitalino no hizo ningún secreto de la enorme suma gastada sin una documentación adecuada durante la gestión de Ahmadinejad, pero el asunto nunca fue investigado.
"En la perspectiva del presidente, el Ministerio de Petróleo debe servirle como le sirvió el Departamento Financiero de la alcaldía, como una alcancía a su disposición", dijo el reformista Shojapourian, según citó Aftab.
