Organizaciones políticas y de derechos humanos lanzaron una campaña en Internet para salvar la vida de dos periodistas iraníes de origen kurdo, condenados a muerte por tomar las armas contra el Estado islámico («moharebe»).
Un tribunal revolucionario de la ciudad de Marivan dictó el 16 de julio la sentencia contra Adnan Hasanpoor y Abdolvahed Bootimar.
Hasanpoor suma, además, una condena por espionaje, debido a que fue entrevistado telefónicamente por medios de prensa extranjeros como La Voz de América, explicó su abogado a una agencia noticiosa iraní.
La organización Reporteros sin Fronteras expresó su profunda preocupación por la condena a los periodistas y apeló a la comunidad internacional para que solicite a Irán la revisión del fallo.
"Estaban ejerciendo su derecho de informar a sus conciudadanos", advirtió Reporteros Sin Fronteras, que definió a Irán como un país a punto de convertirse en la mayor prisión para periodistas en todo el mundo.
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Un activista por los derechos humanos de origen kurdo, quien pidió a IPS mantener su nombre en reserva, dijo: "No sabemos nada sobre el desarrollo del juicio, aunque sí que los mantuvieron a ambos varios meses en prisión antes del proceso".
Bootimar, quien participó en la fundación de una organización ambientalista, fue acusado, al parecer, de "afiliación a un grupo político que incluye la lucha armada en su declaración de principios", señaló el activista.
"No se le conocen ese tipo de conexiones. Según rumores, lo retienen como rehén para obligar a su hermano exiliado a regresar al país", agregó.
Hasanpoor y Bootimar fueron colaboradores de la revista semanal en idioma kurdo Asu, prohibida el 4 de agosto de 2005. La publicación informaba entonces sobre disturbios que comenzaron en la ciudad occidental de Mahabad y que se extendieron a otras áreas con población kurda.
Los desórdenes, que se prolongaron más de un mes, se desataron a causa de la muerte de Shwane Qaderi, joven de 25 años baleado por la policía en Mahabad. El cadáver fue atado a un vehículo militar y arrastrado por las calles de la ciudad.
Imágenes del cuerpo de Qaderi pudieron verse en Internet. Una multitud furiosa atacó bancos y oficinas del gobierno en las ciudades kurdas. Hubo muertos, heridos y cientos de arrestados.
El 13 de julio, Abdolsamad Nasiri, de 17 años, fue golpeado hasta morir por agentes de seguridad en Mahabad, según el Partido Demócrata del Kurdistán Iraní..
"No está claro cómo murió el joven, pero la atmósfera en la ciudad estuvo muy tensa ese día. Muchos comercios habían cerrado para conmemorar el aniversario del asesinato del líder del Partido Demócrata, Abdolrahman Qasemlou", dijo a IPS el anónimo activista kurdo.
Los partidos políticos y grupos de ese origen acusaron al gobierno iraní del homicidio, cometido en Viena en 1989, pero las autoridades en Teherán han negado sistemáticamente toda vinculación con el atentado.
El Partido Demócrata es el más antiguo del Kurdistán. El mes pasado, en el aniversario del asesinato, la agrupación pidió a la gente que apagara las luces de sus casas durante tres minutos como protesta.
El mismo día hubo demostraciones espontáneas en varias ciudades, según informaron sitios de noticias en Internet de origen kurdo. También hubo cierres de comercios para protestar contra la "enorme discriminación" que sufren los kurdos a manos del gobierno iraní.
Los iraníes de origen kurdo, la mayoría de los cuales habían actuado con sumisión antes de la revolución islámica de 1978, se levantaron contra el nuevo régimen junto con otras minorías étnicas para exigir el derecho a la autodeterminación.
Después de varios años de lucha armada, diversos grupos kurdos, la mayoría de ellos izquierdistas, fueron finalmente puestos bajo control.
Desde la caída de Saddam Hussein en Iraq y el establecimiento de una autonomía kurda en el norte de ese país, los kurdos de Irán comenzaron a plantear sus demandan con renovado vigor.
Pero la lucha armada ya no aparece como una opción para muchos de los grupos que combatieron al gobierno hace dos décadas. Muchos dicen que lo que ahora persiguen es el federalismo.
Sólo el Partido por una Vida Libre (PJAK, por sus siglas en kurdo), un pequeño grupo guerrillero, realiza acciones armadas contra el gobierno iraní. Observadores le atribuyen tiene lazos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que actúa en Turquía.
El PJAK tiene campamentos en ese país y en el norte de Iraq, lo que llevó al gobierno iraní a realizar en algunas ocasiones incursiones transfronterizas para atacar esas bases guerrilleras. Los insurgentes derribaron un helicóptero de la Guardia Revolucionaria Iraní en marzo de este año: dos altos oficiales y otros siete militares perdieron la vida.
"En los últimos años la población kurda se ha volcado hacia los métodos pacíficos de lucha. Por ejemplo, para protestar contra la condena a muerte de Hasanpoor se cerraron los comercios en Marivan", dijo a IPS el periodista kurdo Khosrow Kurdpoor, quien dirige un sitio en Internet.
Otros tres periodistas y activistas por los derechos humanos de origen kurdo, Aku Kordnasab, Ejlal Qavami y Mohammad Sadiq Kaboudvand, fueron arrestados el mes pasado. Kveh Javanmard, detenido en mayo, recibió una condena a dos años de prisión, agregó Kurdpoor.
A causa de la ausencia de libertad de prensa en este país, las noticias sobre la condena a muerte de los periodistas sólo aparecieron en sitios de Internet de la oposición.
La prensa iraní se encuentra bajo una estricta censura y medios recurren a la autocensura para evitar que el gobierno los clausure. La Agencia Iraní de Noticias Laborales, la única de importancia que no estaba bajo control del gobierno, y que informaba asiduamente sobre temas de derechos humanos, fue prohibida hace poco.
* Todos los partidos politicos mencionados en este artículo han sido proscriptos por el régimen iraní.