ISRAEL-SIRIA: Preparativos bélicos, discurso pacifista

Los gobiernos de Israel y Siria se han dedicado en los últimos días a asegurar que no tienen intenciones de iniciar una guerra.

Entonces, la pregunta surge sola. ¿Por qué recrudece la tensión entre ambos países? ¿Por qué los dirigentes israelíes están tan preocupados por la posibilidad de una guerra con su vecino septentrional?

Lo que les preocupa es el enorme programa de pertrechos armamentísticos de Siria, los preparativos militares de ese país y la noción de que, aunque ninguna de las dos partes quiera la guerra, un error de cálculo podría conducir a una.

«Israel no está interesado en una guerra con Siria, pero nos estamos preparando para cualquier eventualidad», declaró el primer ministro israelí Ehud Olmert al visitar el comando septentrional del ejército.

El vicepresidente sirio Faroukh a-Shara dijo que Damasco «no iniciará la guerra». «La gente en las calles de Siria no quiere la guerra, aunque no aceptará nada menos que una retirada israelí de las ocupadas alturas del Golán», agregó.
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La tensión se agudizó, en parte, por los ejercicios de entrenamiento que el ejército israelí realiza en las alturas del Golán, en el marco de sus esfuerzos por rehabilitar a esa fuerza luego de la guerra en Líbano, hace un año.

A Israel le preocupa el rearme de Siria, particularmente con armas avanzadas de fabricación rusa, como misiles antiaéreos y antitanques. Algunos fueron comprados con fondos iraníes, aunque muchos de los embarques todavía no llegaron al país árabe.

Los medios rusos informaron que la entrega de los misiles antiaéreos es parte de un tratado de armas por 900 millones de dólares. El sistema de misiles es conocido como Pantsyr S1 y se compone de armas antiaéreas de corto alcance, que pueden ser montadas en la parte trasera de vehículos.

Lo que preocupa en círculos de defensa de Israel es que estos misiles puedan terminar en Líbano, en manos del movimiento chiita prosirio y proiraní Hezbolá, que opera en el sur de ese país y con el que se enfrentó en la guerra de julio y agosto del año pasado.

Los sirios también construyen fortificaciones de defensa en el límite con el Golán. Según informes de la prensa israelí, Siria desplegó 200 de sus más avanzados misiles tierra-aire cerca de su frontera con Israel.

Funcionarios israelíes de defensa también intentan leer lo que ven como señales conflictivas emitidas por el presidente sirio Bashar Al-Assad.

En los últimos meses, Assad emitió gestos de paz hacia Israel, señalando que está pronto para regresar a la mesa de negociaciones. Pero estas declaraciones han sido combinadas con advertencias de «resistencia», junto con Hezbolá.

Otro asunto que inquieta a Israel es que, si vuelve a estallar un conflicto armado con Hezbolá, Siria pueda llevar a cabo una acción militar limitada para recuperar parte de las alturas del Golán y forzar a Israel a sentarse a la mesa de negociaciones.

Israel capturó la estratégica cadena montañosa de Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967), y desde entonces Damasco reclama que se la devuelva como precio para la paz con el Estado judío.

La última vez que las dos partes se sentaron a negociar fue en 2000, cuando el entonces primer ministro israelí Ehud Barak (1999-2001) se reunió con Farouk a-Shara en Estados Unidos. Pero las conversaciones colapsaron y nunca se retomaron.

Aunque Siria reclama la devolución del Golán a cambio de paz, Israel dice que para renunciar a esa zona estratégica deberán implementarse estrictos acuerdos de seguridad que incluyan una zona desmilitarizada del lado sirio de la frontera.

Israel posee un centro de observación muy avanzado en el monte Hermon, el punto más elevado del Golán y al que en el Estado judío se menciona como «los ojos del país». Desde allí, Israel puede tener un panorama profundo del territorio sirio.

Dirigentes y altos funcionarios militares israelíes vienen reuniéndose semanalmente para evaluar las intenciones sirias.

«Siria no está planeando iniciar una guerra, pero el escenario de un posible error de cálculo todavía es relevante», dijo hace poco el mayor general Amos Yadlin, jefe de inteligencia militar de Israel, según citó la prensa.

Ehud Barak, ahora ministro de Defensa, también intentó calmar las preocupaciones sirias en torno al entrenamiento militar israelí que tiene lugar en las alturas del Golán, diciendo que las maniobras son parte de un esfuerzo por asegurarse de que Israel está preparado luego de la guerra en Líbano.

«Israel no está interesado en una guerra con Siria, y creemos que Siria tampoco quiere una guerra», dijo Barak, en un intento por apaciguar las crecientes tensiones.

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