Cada vez más musulmanes de los países donde son mayoría en Medio Oriente, Asia y África rechazan el «extremismo islámico» y los atentados suicidas, según una encuesta realizada en 47 naciones.
Desde 2002, el porcentaje de musulmanes entrevistados que justifican los atentados suicidas en defensa del Islam cayó radicalmente en países como Líbano, Bangladesh, Jordania, Pakistán e Indonesia, según el estadounidense Centro Pew de Investigaciones para el Público y la Prensa.
El último sondeo del Centro Pew, divulgada el martes, también concluye que los encuestados del mundo en desarrollo están, en general, más satisfechos con sus vidas que hace cinco años, debido, en parte, al crecimiento económico de sus países.
Las entrevistas se dirigieron a 45.000 personas y se realizaron entre abril y mayo.
Los entrevistados libaneses y palestinos fueron los que manifestaron en Medio Oriente una posición más desalentadora sobre el futuro. Ambos países sufrieron en los últimos años violencia, corrupción política e incertidumbre.
Mientras 61 por ciento de los encuestados en Líbano consideraron que el gobierno nacional que encabeza Fouad Siniora era "una buena influencia sobre la marcha de los acontecimientos", apenas seis por ciento se mostraron satisfechos con la situación del país.
En Palestina, una ligera mayoría dijo creer que el gobierno de Mahmoud Abbas era "una buena influencia" y sólo seis por ciento se manifestaron satisfechos con la situación nacional. Apenas la cuarta parte de los entrevistados se dijeron "satisfechos con su propia vida".
Setenta por ciento de los encuestados en Líbano consideraron que la delincuencia era un "problema muy grave", y 75 por ciento opinaron lo mismo sobre la corrupción política, proporción similar a la de Palestina (73 por ciento).
Apenas 13 por ciento de los consultados en Egipto aprobaron la actuación del gobierno que encabeza el presidente Hosni Mubarak.
El informe del Centro Pew se concentró en el humor reinante en los países en desarrollo tras el actual ciclo de crecimiento económico, pero en el mundo islámico incluyó preguntas sobre el extremismo, los atentados suicidas y la imagen del líder terrorista Osama bin Laden.
Apenas 34 por ciento de los musulmanes entrevistados en Líbano justificaron los atentados suicidas. En 2002, respondieron eso 74 por ciento de los participantes en el sondeo. El porcentaje en Egipto cayó de once a ocho.
En contraste, 41 por ciento de los palestinos encuestados sostuvieron que esos operativos se justifican con frecuencia y 29 por ciento, que se justifican a veces.
El estudio reflejó, además, una caída del apoyo a Osama bin Laden, que pasó desde 2002 de 56 a 20 por ciento en Jordania y de 20 a uno por ciento en Líbano.
Pero la constante desde entonces es la mala imagen de Estados Unidos en el mundo islámico. Mayorías abrumadoras en esos países se consideran "muy" o "algo" preocupadas porque Washington "puede ser una amenaza militar", según la encuesta.
Esas proporciones son de 93 por ciento en Bangladesh, 92 en Marruecos, y 77 por ciento en Turquía, aliada militar de Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los entrevistados en apenas nueve de los 47 países consideraron que Irán constituía la mayor amenaza para sus naciones: 52 por ciento de los kuwaitíes, 46 por ciento de los jordanos y 42 por ciento de los libaneses, por ejemplo.
En cambio, Israel se llevó los lauros en ese sentido: lo identificaron como amenaza 85 por ciento de los encuestados egipcios, 81 por ciento de los jordanos y 74 por ciento de los libaneses.
El estudio percibe una creciente preocupación del mundo árabe musulmán por la tensión entre las comunidades islámicas sunita y chiita.
El conflicto aumentó, entre otras razones a causa de la guerra en Iraq, según 88 por ciento de los musulmanes encuestados en Líbano, y mayorías significativas en Kuwait, Jordania, Egipto y Palestina.
La mayoría de los cristianos (56 por ciento) y sunitas (59 por ciento) entrevistados en Líbano identificaron a Irán como la mayor amenaza para el país, proporción que se reduce a ocho por ciento de los chiitas.
Sesenta y seis por ciento de los cristianos y 33 por ciento de los sunitas de Líbano, en tanto, citaron como gran amenaza al chiita y prosirio Partido de Dios (Hezbolá).