AMBIENTE-ALBANIA: Restar desechos para sumar turistas

Las autoridades de Albania decidieron actuar de forma inmediata para resolver su manejo de desechos, lo que consideran una condición sine qua non para convertirse en un importante destino turístico.

Al conducir a lo largo de la costa de los mares Iónico y Adriático desde Tirana hasta la sureña Betrint, se aprecia un escenario pintoresco, en el que lo más impresionante son las elevadas montañas que se reflejan en las aguas transparentes de la costa meridional.

Pero una mirada más de cerca revela los efectos destructivos de la actividad humana. Pilas de basura, con botellas de cerveza y envoltorios de plástico, son comunes de ver en la costa, incluso en pasturas remotas. No hay suficientes basureros a lo largo del camino ni en restaurantes.

"Una de las cosas sobre las que más se quejan los turistas que llegan aquí es la basura", dijo Kate Yarhouse, quien trabaja para el Cuerpo de Paz de Estados Unidos promocionando el turismo en Albania.

Las plantas de manejo de residuos de Albania se vieron superadas por el rápido aumento del consumo en los años 90, tras la caída del socialismo de Estado y la posterior apertura del país.
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No se crearon sistemas adecuados para el tratamiento de desechos. Desde entonces, las instalaciones para procesar la basura recolectada simplemente no pudieron hacer frente a esa abrumadora cantidad.

Las aguas servidas generadas en las ciudades albanesas terminan, sin ser tratadas, en el mar.

Merita Mansaku-Meksi, experta en manejo de desechos para el Centro Ambiental de Educación y Redes para el Desarrollo, advirtió que, aunque por el momento el agua es muy segura para los nadadores, la situación no es sostenible.

"No sólo aguas residuales son vertidas en el mar. También el aceite usado en restaurantes e industrias. Y esto aumenta el peligro", dijo a IPS Mansaku-Meksi.

Arian Gace, coordinadora del capítulo albanés del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, señaló que la mayoría de los pueblos costeros del país ahora tienen planes de construir plantas de recolección y tratamiento de aguas servidas.

La occidental localidad de Kavaja ya creó un moderno sistema de recolección de aguas residuales, con asistencia financiera del Banco Alemán de Desarrollo. Pero la mayoría de las municipalidades todavía están en la etapa de planificación.

El país enfrenta problemas similares con el manejo de desechos sólidos. Tradicionalmente, las autoridades simplemente vertieron basura en campos vacíos cercanos a las áreas residenciales. Hace dos décadas, cuando la proporción del consumo y la producción de residuos era mucho menor, lo inapropiado del método pasó inadvertido. Ahora, la basura es demasiada, y también demasiado contaminante.

En los últimos años, las autoridades y organizaciones especializadas de la sociedad civil comenzaron a abrirse camino en relación al problema de los desechos sólidos.

Fadil Nasufi, alcalde de Berat, uno de los pueblos más importantes del país, dijo que su municipalidad prepara un plan para construir un sistema ecológico de procesamiento de residuos.

La población deberá pagar un impuesto anual para que una planta de tratamiento de residuos sólidos sea construida y operada cerca de esa localidad.

El alcalde ofreció pocos detalles sobre el proyecto, o sobre cómo se manejan actualmente esos desechos. Pero desde un hermoso castillo medieval que se eleva sobre el pueblo, uno puede ver pilas de basura emitiendo nubes de humo.

El panorama es similar en la mayoría de las ciudades albanesas. Tirana y las áreas urbanas cercanas —entre ellas, la gran ciudad de Durres— vierten sus desechos en los cercanos campos de Shara. La población de las aldeas vecinas está cada vez más preocupada por los riesgos sanitarios que implica la basura, y ahora la municipalidad planea construir un vertedero.

Tirana es una de las tres ciudades de Albania que tiene planes concretos al respecto. Las otras dos son la sudoccidental de Vlora y la noroccidental de Shkonder. El resto de las municipalidades, como Berat, tienen buenas intenciones, pero no proyectos en marcha.

La gente es cada vez más consciente de la necesidad de manejar la basura ecológicamente. El director ejecutivo del Ecomovement Centre, Xhemal Mato, tiene esperanzas en la exitosa campaña que su organización lleva a cabo contra la construcción de un incinerador para Tirana.

Las autoridades habían firmado un acuerdo con la firma italiana Albanianbeg Ambient para construir esa planta. Según esos planes, el gobierno albanés cubriría el costo de construcción del incinerador con un crédito del gobierno italiano.

Dado que un incinerador tiene que ser usado en toda su capacidad para operar de manera adecuada y que la basura producida por Tirana solamente requeriría 40 por ciento de la misma, se planificó que Albanianbeg traería también desechos de Italia.

Pero los habitantes de la zona se opusieron a que basura italiana se quemara en Tirana. Movilizados por organizaciones no gubernamentales, llevaron a cabo protestas contra el incinerador y obligaron a sus políticos a cancelar el tratado.

"No estamos seguros de que eso signifique que el incinerador nunca será construido. Pero es un paso importante para nosotros", dijo Xhemal Mato a IPS.

Merita Mansaku-Meksi también tiene algunas pequeñas victorias de las que jactarse en la batalla contra los residuos. Su organización no gubernamental implementa campañas de toma de conciencia sobre el reciclaje en 14 escuelas de Tirana. Y ella también está involucrada en un proyecto para enseñar a pequeñas comunidades de los alrededores de la capital a cómo clasificar y reciclar sus residuos.

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