AGUA: Sed de derechos cumplidos

El secretario ejecutivo saliente de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, Hama Arba Diallo, está convencido de, que en 2008, la ONU reconocerá formalmente que el agua no es un bien negociable, sino un derecho humano básico.

El funcionario estuvo esta semana en Roma para discutir el asunto con la viceministra de Asuntos Exteriores de Italia, Patrizia Sentinelli, que liderará una campaña para pedirle a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que quite el agua de las normas de comercio, adoptando "una regulación vinculante para identificar pasos concretos y graduales hacia un pactado acceso global" a ese recurso para fines del año próximo.

La iniciativa tiene lugar tras una reciente resolución del parlamento italiano en apoyo al acceso universal al agua potable y a servicios de higiene, que sostiene que la protección ambiental y el acceso al agua son dos aspectos del mismo problema.

Diallo renunció el 25 de junio, tras ser electo al parlamento de Burkina Faso en los comicios legislativos del mes pasado. El partido gobernante insistió en que si no abandonaba su puesto como jerarca de la Convención y aceptaba su mandato como legislador inmediatamente, su elección sería declarada nula.

Diallo tenía previsto retirarse de su puesto de la ONU en septiembre. Antes de incorporarse a la secretaría de la Convención, en 1990, se desempeñó durante 24 años como alto funcionario en los ministerios de Estado y Asuntos Exteriores de Burkina Faso.
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IPS: — ¿Por qué es tan importante que el agua sea reconocida como un bien común y un derecho humano fundamental?

HAMA ARBA DIALLO: — Es imperativo como manera de ayudar a garantizar que haya un consenso en la comunidad internacional para reconocer el acceso al agua como un elemento tan fundamental que es casi una condición sine qua non para la vida misma. Ahora no hay lugar en África donde uno pueda ir sin que le digan que la preocupación más importante que tienen todos es el acceso al agua.

El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) indica que la escasez hídrica se volverá cada vez más importante a raíz del recalentamiento planetario.

Si hay alguna manera de ayudar a conseguir este consenso para asegurar que el acceso al agua sea imperativo, debemos hacerlo. Y la comunidad internacional está pronta para movilizarse.

Éste es uno de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, pero tal vez tenga que ser más preciso, explicando qué queremos decir con "acceso a agua segura para beber". Es por esto que necesitamos un consenso y que la Iniciativa Italiana es tan importante y oportuna.

— ¿Cree usted que el reconocimiento formal por parte de la ONU es un objetivo alcanzable?

— Tenemos que trabajar en eso, como en muchos otros temas, en el ámbito internacional. Hay que convencer a la comunidad internacional de que esto es importante y lograble, y que les corresponde a ellos decidir si seguir o no.

Pero confío bastante en que podamos tener éxito. Es tiempo de iniciar una acción diplomática específica para lograr el séptimo Objetivo del Milenio (reducir a la mitad la proporción de personas que carecen de un acceso sustentable al agua potable para 2015).

— Usted mencionó a África. ¿Cuáles son las principales amenazas vinculadas con el agua que enfrentan los africanos de zonas rurales?

— Los pobres de las áreas rurales, que dependen de la tierra para su subsistencia, especialmente los que viven en tierras secas, fueron golpeados de modo particularmente duro.

Los productores rurales de Burkina Faso, Mauritania o Malí cultivan la tierra o tienen ganado, o hacen ambas cosas. Pero en África, los cultivadores dependen esencialmente de las lluvias como método de irrigación agrícola, así que son los más afectados por el cambio climático. Está cambiando el patrón de la estación lluviosa y la duración de esa estación se vuelve poco confiable, y tampoco se puede confiar en la cantidad de lluvias, a causa de los patrones del cambio climático.

— ¿Cuáles son los efectos sociales y económicos más relevantes de la escasez hídrica?

— La falta de acceso al agua obliga a las personas a gastar muchos recursos en su búsqueda, ya sea aguas superficiales o fósiles. Las fósiles son muy caras, porque uno tiene que ir cientos de metros bajo tierra. Las superficiales están disponibles más fácilmente cuando llueve, pero son muy difíciles de conseguir, y también su calidad deja mucho que desear, dado que está al aire libre, está sujeta al viento y a toda clase de parásitos. Quien la beba incorporará los parásitos.

Las enfermedades vinculadas al agua están muy extendidas por toda África. También son vehículo para la gastroenteritis, la malaria y otras. Si hay una fuente directa de enfermedades que están en los trópicos, el agua es, definitivamente, el elemento catalítico que las hace posibles.

Para nosotros, el acceso al agua potable no es solamente una manera de ayudar a la gente a sobrevivir, sino también a que esté sana, porque quien tiene acceso a agua segura para beber tiene más probabilidades de estar saludable y de evitar algunas de esas enfermedades.

— La Convención fue adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1994, a fin de "tomar una acción apropiada para combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía para beneficio de las generaciones presentes y futuras". ¿Realmente tiene un impacto positivo sobre la pobreza también?

— Haciendo frente al bienestar combinado de personas y ambiente, la Convención es un importante instrumento en los esfuerzos por erradicar la pobreza extrema. Si hay una sola herramienta que ahora los países tienen a su disposición para combatir la pobreza, es ésta.

A través de la Convención, las personas pueden tener acceso a una tierra mejorada, a una agricultura mejorada y a ganado mejorado. Sean cuales sean las acciones que se emprendan, muy fácilmente serán redituables y eficientes, y tendrán un impacto directo en los medios de vida de las poblaciones directamente involucradas.

Así que, si uno quiere un instrumento que ayude a combatir la pobreza, crear puestos de trabajo, generar ingresos, proteger la biodiversidad y mitigar el cambio climático, la Convención es la herramienta que tiene a su disposición.

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