Los conflictos en Somalia y en la occidental región sudanesa de Darfur se convirtieron en principales tema de debate durante la cumbre de la Unión Africana (UA), que se desarrolla en la capital de Ghana.
"Los bolsones de inestabilidad en África no pueden ser dejados bajo la exclusiva responsabilidad de África. Somalia es un motivo de preocupación internacional", dijo el lunes la subsecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Asha Rose Migiro.
La UA se comprometió a enviar una fuerza de paz de 8.000 soldados a Somalia, pero hasta el momento sólo han arribado a su destino 1.500 efectivos ugandeses. La lentitud en el despliegue de las tropas se atribuye a la falta de fondos para financiar la misión.
También la ONU podría enviar un contingente. El foro mundial está diseñando un plan para colocar en el terreno unos 20.000 soldados.
"El despliegue de la misión de la UA en Somalia, en un contexto de seguridad tan volátil y desafiante, es una tarea tan amedrentadora que necesita y merece el total apoyo de la comunidad internacional", indicó Migiro.
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Somalia careció de un gobierno por más de una década, tras el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre en 1991. Una administración de transición, establecida en 2004, recién pudo instalarse en Mogadiscio, la capital, en diciembre pasado, cuando tropas etíopes asistidas por Estados Unidos expulsaron de la ciudad a las fuerzas de la Unión de Cortes Islámicas (UIC, por su sigla en inglés).
La UIC ha sido acusada de tener contactos con la red terrorista Al Qaeda, un cargo que el grupo rechaza.
En los meses siguientes se desarrollaron intensos combates en la capital y la situación en Mogadiscio permanece volátil. Un congreso de reconciliación nacional está previsto para el próximo 15 de julio.
"Tenemos que acelerar el diálogo en Somalia. Si no lo hacemos, habrá caos", advirtió en la inauguración de la cumbre el presidente de la Comisión de la UA, Alpha Oumar Konare.
En cuanto a la guerra civil en Darfur, los delegados en la cumbre calificaron como positiva la decisión del gobierno de Sudán de autorizar una fuerza de paz conjunta de la UA y la ONU. El presidente de ese país, Omar Hassan al Bashir, se había opuesto anteriormente al despliegue de tropas del foro mundial.
Un contingente de unos 7.000 soldados de la UA ya se encuentra en la región, cuya superficie es similar a la de Francia. Migiro señaló que la misión ampliada elevará ese número a unos 20.000.
El conflicto en Darfur comenzó a principios de 2003, cuando el Movimiento de Liberación de Sudán y el Movimiento por la Justicia y la Igualdad tomaron las armas en protesta contra el gobierno, al que acusaron de dejar la zona en estado de abandono. Desde entonces, el número de facciones rebeldes se ha multiplicado.
Las autoridades sudanesas respondieron a la ofensiva de los insurgentes con bombardeos realizados por la fuerza aérea y ataques terrestres a cargo de militantes islámicos conocidos como Janjaweed"(hombres a caballo), a quienes se acusa de numerosas atrocidades.
Durante años, nómades de origen árabe han estado en conflicto con los grupos étnicos asentados en la zona por el control de la tierra.
La ONU indicó que más de 200.000 personas han muerto y más de dos millones han sido desplazadas a causa de los combates.
Aunque Estados Unidos calificó la situación en Darfur de genocidio, una comisión de la ONU creada en 2004 concluyó que no era el caso. Reconoció, sin embargo, que en la región se habían cometido graves violaciones a los derechos humanos.
Al Bashir negó las acusaciones de genocidio durante una conferencia de prensa vía satélite para los periodistas que cubren la cumbre de la UA en esta capital. Dijo que sólo se trata de propaganda estadounidense y que Washington quiere tomar el control de Sudán y sus recursos petroleros.
La Corte Penal Internacional responsabilizó de la situación en Darfur al ministro sudanés de Asuntos Humanitarios, Ahmed Haroun, y a un líder de los Janjaweed, Ali Muhammad Ali Abd al-Rahman. Haroun estuvo a cargo de la región en 2003 y 2004, cuando se desempeñó como viceministro del Interior.
Konare pidió a Jartum que ponga fin a los bombardeos en Darfur. "La estabilidad de la zona es fundamental para la paz en Sudán y la región en su conjunto", afirmó.
Unos 30 líderes de los 53 estados miembros de la UA viajaron a esta ciudad para asistir a la cumbre. El encuentro estuvo dominado por debates sobre la integración política y económica del continente. El objetivo es crear los "Estados Unidos de África", que serían administrados por un gobierno pan-africano.