PETRÓLEO: Faja de Venezuela entre viejas y nuevas hermanas

La participación estatal de Venezuela en los negocios petroleros de la sudoriental Faja del Orinoco se elevó de 39 a 78 por ciento, con lo cual abonó la tendencia mundial a un mayor control de esos recursos por parte de empresas públicas.

Tres cuartas partes de las reservas mundiales de crudo están en manos de compañías estatales, que ocupan 20 de las primeras 30 casillas entre las mayores corporaciones petroleras en las tablas de la organización Petroleum Intelligence Weekly.

Firmas estatales reemplazan a las históricas "siete hermanas", como llamó el italiano Enrico Mattei a las corporaciones que reinaron en el negocio durante gran parte del siglo pasado: las estadounidenses Exxon, Chevron, Gulf, Mobil y Texaco, algunas de ellas ahora fusionadas, la británica BP y la angloholandesa Shell.

Las nuevas hermanas, según la publicación británica Financial Times, son la saudita Aramco, la rusa Gazprom, la china CNPC, la irania NIOC, la venezolana Pdvsa, la brasileña Petrobras y la malasia Petronas, que producen un tercio del petróleo y gas del mundo, contra sólo 10 por ciento extraído por las viejas "parientes".

Esa condición, unida a la creciente sed global por recursos energéticos, "es lo que mueve a las petroleras privadas a mantenerse en asociaciones y convenios donde puedan operar aún en condición minoritaria frente a las estatales, como ocurre en la Faja de Venezuela", observó a IPS el experto de origen iraquí Mazhar al-Shereidah.
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En todo el mundo "en los últimos 30 años no se han hecho grandes descubrimientos para adiciones netas a las reservas probadas y en el hemisferio (occidental) sólo hubo buenos hallazgos en Canadá y Venezuela, sobre todo de crudos muy pesados, lo que coloca a los dueños del recurso en una nueva y ventajosa posición", agregó el experto.

La Faja, zona de unos 55.000 kilómetros cuadrados al norte del río Orinoco, contendría 1,2 billones de barriles de crudos, sobre todo extrapesados, de los que son recuperables con las tecnologías disponibles unos 270.000 millones de barriles, lo que convertiría a Venezuela en el país con las mayores reservas del planeta.

Desde la década pasada se desarrollaron asociaciones entre Pdvsa y trasnacionales para extraer crudos pesados y elaborar, con mezclas, petróleos sintéticos livianos y medianos. Algunos socios seguirán en empresas mixtas y otros se retiran de Venezuela.

El presidente Hugo Chávez, una vez reelegido en diciembre pasado, pisó el acelerador de su programa de nacionalizaciones, ordenó comprar grandes empresas de telefonía y electricidad y en enero dispuso que Pdvsa controlase al menos 60 por ciento de cada asociación para el mejoramiento de crudos de la Faja.

Los cuatro emprendimientos, Ameriven, Sincor, Petrozuata y Cerro Negro, en los que se han invertido más de 20.000 millones de dólares, suman una producción de 482.000 barriles de 159 litros por día, en este país que asegura extraer tres millones de barriles diarios y exporta casi la mitad a Estados Unidos.

En Sincor la participación de Pdvsa era de 38 por ciento, con 47 por ciento para la francesa Total y 15 por ciento para la noruega Statoil. En la nueva empresa mixta Pdvsa tendrá 60 por ciento, Total 30,3 y Statoil 9,7 por ciento.

En Petrozuata, ConocoPhillips tenía 50,1 por ciento del negocio y Pdvsa 49,9. La corporación estadounidense no aceptó los términos de la negociación propuestos y decidió retirarse, por lo que la venezolana quedó con la totalidad de la empresa.

En Ameriten, ConocoPhillips entregará el 40 por ciento que tenía en la asociación y Pdvsa, que poseía 30, ahora tendrá 70 por ciento. El resto lo conservará otra firma estadounidense, ChevronTexaco.

En Cerro Negro se registró el retiro de ExxonMobil, que antes de la nacionalización de 1976 fue por décadas la mayor productora de petróleo en Venezuela y en esa operación en la Faja tenía 41,6 por ciento. Pdvsa pasa de tener 41,6 a 83,3 por ciento, y British Petroleum (BP) retiene el 16,7 que ya poseía.

Pero además Exxon, Conoco y Petrocanada se retiran de los proyectos para exploración y producción a riesgo compartido en otros campos del oriente y occidente venezolano, y en los cuales permanecen en cambio la italiana ENI y la china Sinopec. "Con estos actos de soberanía cumplimos la voluntad de nuestro pueblo", dijo el ministro de Energía, Rafael Ramírez. "Los socios que aceptaron están apostando a un futuro seguro en nuestra patria", aseveró.

En un comunicado, Exxon expresó su "decepción por no haber llegado a un acuerdo", y Conoco informó que las partes "no fueron capaces de llegar a un acuerdo", por lo que las negociaciones continúan acerca de inversiones suyas por 4.500 millones de dólares.

"Las negociaciones fueron conducidas de manera clara y satisfactoria para las partes", dijo en cambio Thor Kristiansen, presidente de Statoil Venezuela, y en términos semejantes se expresó una fuente de Total que requirió reserva de su nombre.

Para el director de la revista electrónica Petroleumworld, Elio Ohep, "es difícil saber exactamente por qué unas compañías se quedan y otras se van. Se trata de negocios a largo plazo, que dependen de las oportunidades de cada empresa en el mercado mundial".

Los que se mantienen como socios "aprovechan esa ventana en la Faja porque el valor en Bolsa de sus acciones guarda relación con el petróleo que controlan. Quisieran tener igual oportunidad en países como Arabia Saudita o México", dijo al-Shereidah.

Incluso Kuwait, recordó el experto, pese a su adhesión política a Occidente, mantiene el negocio como coto de la firma KPC de la familia real "y sólo aceptó socios en un pequeño proyecto al norte, en la frontera con Iraq, para que esos intereses actúen como una especie de seguro contra alguna nueva incursión militar" desde el país vecino.

Para al-Shereidah es previsible que nuevas empresas entren a los negocios de producción en la Faja. Andrei Kuzyaev, vicepresidente de Lukoil, que hace labores de exploración en la zona, admitió el interés de esa corporación rusa, aunque no como reemplazo de los espacios dejados por Exxon, Conoco o Petrocanada.

A iniciativa de Chávez, empresas estatales o mixtas de Argentina, Brasil, China, Colombia, India, Irán, Malasia, Rusia, Uruguay y Vietnam han sido invitadas a labores de cuantificación de reservas o exploración en la Faja del Orinoco.

Pero analistas como Robert Bottome, director del mensuario Veneconomía, han advertido que extraer y mejorar crudo de la Faja requiere capital, tecnología y experiencia que algunas de esas estatales no poseen.

Ante temores de que incluso Pdvsa no sostenga la producción en los niveles mantenidos por sus socios, el ministro Ramírez replicó que "no es así". "El proceso —mejorar los crudos— es prácticamente el de una refinería inconclusa", sostuvo.

Mientras, Tom Casey, portavoz del Departamento de Estado en Washington, dijo: "Queremos ver a Venezuela cumplir sus obligaciones internacionales en el sentido de ofrecer una compensación justa" por el cambio de manos de las acciones en la Faja.

El miércoles, la firma calificadora de riesgo Moody's rebajó de B1 a B2 su apreciación sobre los proyectos Ameriven, Petrozuata y Sincor, en tanto Standard and Poor's y Lehman Brothers informaron que los tienen bajo observación.

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