PERIODISMO-SENEGAL: Radio sufre por falta de aire

Por un momento dio la impresión que Madiambal Diagne había encontrado la forma de burlar la determinación del gobierno de Senegal de mantenerlo fuera del aire.

El afamado periodista y máximo responsable de Avenir Communications (Comunicaciones del Futuro) ha intentado iniciar las transmisiones de una estación de radio desde 2003. Sólo obtuvo como respuesta de las autoridades que las frecuencias estaban saturadas.

Sin embargo, durante todo ese tiempo, personas afines al gobierno lograron permisos para abrir nuevas radioemisoras, le dijo Diagne a IPS.

Avenir compró entonces una compañía a la que ya se le había otorgado una frecuencia, Iso Trading Technologies (ITT), y creó FM Première.

La radio parecía estar a punto de convertirse en la más reciente emisora privada, pero ahora es el centro de una nueva polémica sobre la libertad de prensa.

El 31 de mayo, la policía se incautó de los equipos de FM Première, por orden de la gubernamental Agencia de Regulación de las Telecomunicaciones y Correos (Artp, por su sigla en francés), que acusó a la radio de violar varias regulaciones.

Las autoridades dijeron que los equipos fueron importados a Senegal por ITT sin permiso oficial. También acusaron a la emisora de utilizar sin autorización un enlace entre los estudios de la FM y sus repetidoras.

Aunque los equipos fueron devueltos a la radio después de que su personal fuera interrogado, permanecen bajo llave.

La Artp ya había impedido a la emisora iniciar sus transmisiones el 24 de febrero. Una segunda orden de la agencia reguladora fue simplemente ignorada por FM Première, que salió al aire a fines del mes pasado, lo cual provocó la intervención policial del 31 de mayo.

¿Habrá temido el gobierno las críticas de la radio durante las elecciones parlamentarias que se realizaron a principios de este mes, boicoteadas por los principales grupos de la oposición? ¿O su preocupación eran los comicios presidenciales, que estaban a punto de realizarse cuando se impidió por primera vez que la radio saliera al aire?

Diagne ya se había enfrentado con las autoridades en 2004 por los artículos sobre denuncias de corrupción en la justicia y el servicio de aduanas que publicó en Le Quotidien, un diario de su propiedad, que le valieron una pena de prisión.

"¿Qué podemos decir sobre las elecciones que los otros no hayan dicho o no hayan podido decir?", se preguntó Diagne.

Su arresto en 2004 provocó una ola de críticas a nivel local e internacional que forzó al gobierno a dejarlo en libertad.

Ahora, sin embargo, menos voces se alzaron para protestar por el cierre de FM Première. "Un arresto moviliza más a la gente que la suspensión de un programa o una emisora", declaró Diagne.

Moustapha Diop, miembro de la mesa ejecutiva del Sindicato de Profesionales de la Información y Comunicación (Synpics, por su sigla en francés) le dijo a IPS que la ausencia de una condena pública por el cierre se debió a que "el equipo confiscado ya ha sido devuelto".

El sindicato prefirió no "complicar" la situación ya que se están realizando gestiones para resolver el tema, agregó.

Diop señaló asimismo que Synpics actúa cuando recibe un pedido de alguno de sus afiliados y que la radio de Diagne era demasiado nueva para ser miembro.

En su oficina del tercer piso del edificio donde funciona Avenir, el director de FM Première, Michel Diouf, le brindó a IPS una explicación diferente sobre el tibio apoyo que se brindó a la radio.

La competencia no estaba feliz con la aparición de la radio y la posibilidad de que conocidos y experimentados periodistas optaran por sumarse a ella, dijo Diouf, un veterano profesional que trabajó en FM Sur (la primera emisora privada del país) y en Radio Senegal, controlada por el gobierno.

IPS no pudo obtener declaraciones de las autoridades sobre la suspensión de FM Première, que tiene un plazo de 45 días para ajustarse a las regulaciones.

Durante los últimos años, el gobierno fue criticado reiteradas veces por mantener en vigencia leyes que reprimen a la prensa. Los periodistas pueden ser encarcelados por calumnias o por difundir información que podría generar conmoción política.

Senegal también llamó la atención de los observadores de medios en abril, cuando se conoció que un dirigente del partido oficial amenazó al personal de una radio a causa del llamado telefónico de un oyente de un programa, quien criticó al gobierno.

Días antes de este episodio, una corte de Dakar condenó a prisión y a pagar daños a un periodista que escribió un artículo sobre posibles irregularidades en la liberación de un ex primer ministro, quien cumplía una sentencia por hechos de corrupción.

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