El Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos no cumple con las promesas de ayudar al desarrollo de África, pronunciadas en cumbres anteriores, según expertos del Banco Mundial, organizaciones de la sociedad civil e investigadores.
"Nadie los llama a la responsabilidad por eso. Y la población de África no tiene lo suficiente para satisfacer las sus necesidades básicas", dijo a IPS el portavoz regional de ActionAid, Eric Kilongi Mgendi, en entrevista desde Nairobi.
"Los países africanos necesitan tecnología e inversiones en bienes de capital para ayudarlos a adaptarse a toda clase de peligros ambientales, incluido el cambio climático. Es necesario que el G-8 lleve el desarrollo a un nivel apreciable para la población en crecimiento", agregó.
Aunque la asistencia ayudaría a desarrollar buena parte de la infraestructura, aprovechar los recursos energéticos y mejorar los servicios sociales, los líderes africanos también deberían dar pasos hacia el fortalecimiento del comercio entre los bloques económicos subregionales, dijo.
El problema con África, sostuvo, es la falta de perspectivas sobre procesos de desarrollo y liderazgo estratégico, y también escapar de la manipulación de su economía por parte de algunos países ricos.
Si todas las negociaciones o acuerdos internacionales estuvieran sujetos a aprobación parlamentaria, por ejemplo, el gobierno estaría obligado a actuar según los intereses de su pueblo, y no de los donantes o de cualquier posible tentación, dijo Mgendi.
África debería administrar mejor sus recursos y aumentar estratégicamente su poder de negociación en la economía y la política, agregó.
Tres años después de anunciar que duplicarían la asistencia para África y darían nuevas oportunidades para las exportaciones africanas, las naciones ricas están quedando rezagadas en el cumplimiento de sus promesas, según el Banco Mundial.
La institución realizó tal evaluación en ocasión de la cumbre del G-8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) en la ciudad alemana de Heiligendamm.
Con las perspectivas económicas de África en un lugar prioritario de la agenda del G-8, e El Banco Mundial observó que pese a la cumbre realizada en 2005 en Gleneagles, Escocia, que resultó e
A pesar del compromiso de aumentar la asistencia para el desarrollo de África a 50.000 millones de dólares para 2010, formulado en 2005 en la cumbre del G-8 en Gleneagles, Escocia, los programas en beneficio de países africanos se mantienen casi sin cambios.
Otra decepción ha sido la tambaleante Ronda de Doha de negociaciones multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Hasta ahora, los antecedentes indican que, aparte de la reducción de la deuda, los países africanos no se dieron cuenta de los beneficios prometidos en la cumbre del G-8 de hace tres años, durante el Año de África", dijo John Page, economista jefe del Banco Mundial para la región africana.
"Muchos países donantes elevaron su apoyo a la asistencia humanitaria especial y a la reducción de deuda a lo largo de cuatro décadas, pero desafortunadamente esto no se traduce en recursos adicionales para que los países africanos reconstruyan su infraestructura, capaciten maestros y combatan el sida y la malaria", añadió.
Page señaló que, por su parte, los países africanos promueven una mejor gobernanza y, en muchos casos, un entorno mucho más atractivo para las inversiones.
"La pregunta no es tanto si los socios africanos están cumpliendo sus promesas, como si las naciones industriales están cumpliendo las suyas", enfatizó.
Aunque la asistencia de donantes se está rezagando, el Banco Mundial dijo que el avance en la reducción de la deuda de África subsahariana avanzó con bastante rapidez.
El programa de alivio de deudas asumido por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Africano de Desarrollo derivará en la plena cancelación de 50.000 millones de deuda contraída durante 40 años.
Desde julio de 2006, cuando entró en vigor la iniciativa, se beneficiaron 16 países africanos. Otros 17 se volverán aptos tras completar los programas de reducción de la deuda en el marco de la Iniciativa de los Países Pobres Fuertemente Endeudados del Banco Mundial.
Si se excluyendo el alivio de la deuda y la asistencia alimentaria de emergencia, la ayuda a los países de África subsahariana cayó 2,1 por ciento en términos reales entre 2004 y 2005.
Según cálculos del informe Finanzas Globales para el Desarrollo 2007, del Banco Mundial, el flujo oficial neto de asistencia cayó a 35.100 millones de dólares en 2006, comparado con 35.800 millones de dólares el año anterior.
Los países africanos que registraron un sólido crecimiento económico y no lograron una estabilidad macroeconómica en años de reformas vieron un aumento escaso o nulo de los recursos de donantes para financiar el desarrollo.
Pese a la reciente historia de crecimiento, muchos de estos países necesitan ayuda externa para ayudar a rehabilitar carreteras, extender el acceso a la electricidad y mejorar los sistemas de salud y educación.
El informe, que es apenas un extracto de un documento más extenso a ser publicado a fines de este año, fue emitido durante la cumbre del G-8 en Alemania.
El estudio señala algunas tendencias esperanzadoras en África, incluido un crecimiento económico de seis por ciento para todo el continente, una disminución de los conflictos civiles, un aumento en las ganancias por concepto de exportaciones, crecimiento de negocios y gobiernos más democráticos.
Pero también indica que este progreso es frágil, porque está guiado, mayormente, por un auge en el precio de las materias primas.
No sólo el G-8 reniega de sus compromisos asumidos en cumbres anteriores para con los pobres del mundo. También lo hacen el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Hace dos años, el G-8 y esas instituciones se comprometieron a aumentar la asistencia en 50.000 millones de dólares para 2010. Pero en 2006 otorgaron 8.000 millones menos de lo que deberían para alcanzar el objetivo al ritmo previsto.
La asistencia para África en realidad se redujo, una vez excluido el alivio de la deuda, entre 2005 y 2006. Dos años después prometer apoyo para financiar la lucha contra la pandemia de sida y de brindar tratamiento a todo quien lo necesite, al G-8 le falta desembolsar 10.000 millones de dólares.
Esto ensancha aun más a la brecha del desarrollo, lo cual deja a África muy rezagada, señalan los informes de la ONU.
"Es un escándalo que, en un mundo de abundancia, 800 millones de personas pasen hambre cada día, y que con la disponibilidad actual de medicinas contra el sida 8.000 personas mueran cada día por esa enfermedad", dijo a IPS Sarah Gilliam, portavoz de ActionAid, desde Londres.
"África es la única región donde aumenta la cantidad de personas que viven en la pobreza y disminuye la expectativa de vida. Si el G-8 estuviera cumpliendo sus compromisos, estos desafíos no se evaporarían, pero serían menos masivos.
Gilliam alegó que algunos líderes africanos también fallaron en lo que les correspondía: mala gobernanza, corrupción profundamente asentada y prioridades de desarrollo mal enfocadas.
Algunos líderes africanos suscribieron acuerdos con instituciones financieras internacionales que volvieron a África más pobre.
Pero las cosas están comenzando a cambiar en la región, señaló Gilliam, agregando que los africanos responsabilizan cada vez más a sus líderes y que estos usan el Mecanismo de Evaluación de Pares en África con el mismo fin.
"Estos procesos distan de ser perfectos, pero son un comienzo. Ahora los líderes del G-8 tienen que cumplir con su parte del contrato", opinó.
Gilliam expresó que el G-8 tiene que aprovechar la actual cumbre como su oportunidad para confirmar su compromiso de poner fin a la pobreza en el mundo.
Entre las medidas a tomar, señaló un plan de financiamiento a largo plazo para revertir la pandemia del sida, establecer objetivos anuales para cumplir con la promesa de una asistencia extra de 50.000 millones de dólares para 2010 y un enfoque para abordar el cambio climático que esté basado en evidencia científica.
"Con todas las resoluciones de la cumbre que fueron presentadas es comprensiblemente claro que hay una dirección abarcadora hacia el desarrollo global, incluyendo a África. Pienso que los países del G-8 harán esfuerzos consistentes para seguir las varias etapas de su implementación para ayudar a la humanidad", dijo a IPS Dmitry Rogozin, parlamentario y miembro del Comité de Relaciones Exteriores de Rusia. ***** +Grupo de los Ocho – Cobertura especial de IPS Noticias (https://www.ipsnoticias.net/_focus/G8/index.asp) +ActionAid, en inglés (http://www.actionaid.org/)
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