GRUPO DE LOS OCHO: Putin versus EEUU

El presidente ruso Vladimir Putin se dedicó en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) a destacar sus diferencias con Estados Unidos sobre el estado de la democracia en su país, la institucionalidad internacional y las objeciones a la base de misiles que Washington planea instalar en Europa oriental.

La reunión de los jefes de gobierno de los ocho países más poderosos del mundo comenzó el miércoles en la localidad alemana de Heiligendamm y concluirá este viernes.

Rusia atraviesa dificultades para "hacer que Estados Unidos explícitamente comprenda y respete su soberanía", dijo a IPS Konstantin Yanovsky, analista del Instituto de Transición Económica.

"No creo que nadie en este país todavía piense en otra Guerra Fría o en abrir algún tipo de enfrentamiento político y militar", agregó Yanovsky.

"Las decisiones del G-8 deben ajustarse a las normas de la comunidad internacional, sin reemplazarla. No tiene ningún sentido hablar sobre descarrilamiento de la democracia en un país que surgió de un sistema soviético", agregó.

"Como muestra el clima político, es preciso construir una buena relación que permita discutir francamente cualquier discrepancia que se suscite, sin abandonar los principios o valores establecidos", concluyó Yanovsky.

Putin y el presidente estadounidense George W. Bush asisten a la cumbre en Heiligendamm junto a los otros seis líderes del club de las naciones más poderosas del mundo. Se trata de la octava y última reunión del G-8 para Putin, cuyo periodo de gobierno finalizará a comienzos del año próximo.

En una conferencia realizada en Praga a comienzos de esta semana, realizada por activistas anticomunistas, Bush dijo que "en Rusia se descarrilaron las reformas que otrora prometían dar poder a los ciudadanos".

El vínculo entre Washington y Moscú dio un giro en los últimos meses, en particular por los planes de Estados Unidos de desplegar una base de misiles en Europa central con el supuesto objetivo de contrarrestar una potencial amenaza de Irán y Corea del Norte.

Rusia reaccionó airada ante el plan de Estados Unidos —que incluye el despliegue de misiles interceptores en Polonia y una base de radares en República Checa—, al que calificó de amenaza para su seguridad.

La base de radares, apoyada por el gobierno checo, es rechazada por el público de ese país, según encuestas.

Putin dijo a la prensa en Moscú antes de viajar a Alemania que, como consecuencia de la instalación de los misiles, Rusia podría verse obligada a apuntar sus armas nucleares a Europa.

"A través de la historia, los intereses siempre fueron el primer principio organizador de las relaciones entre los estados y en la arena internacional", enfatizó Putin.

"Y cuanto más civilizadas se vuelven estas relaciones, más claro está que los intereses propios deben equilibrarse con los del resto de los países. Debemos ser capaces de hallar acuerdos para resolver los problemas y asuntos más difíciles.

Una de las principales dificultades hoy, señaló, en obvia alusión a Estados Unidos, es que ciertos miembros de la comunidad internacional están absolutamente convencidos de que su opinión es la correcta.

"Esto no conduce precisamente a crear la atmósfera de confianza que creo crucial para hallar, más que soluciones aceptables por las partes, soluciones óptimas. Pero también pensamos que no deberíamos dramatizar nada innecesariamente", agregó.

Putin dijo que su gobierno expresa sus opiniones de modo abierto, honesto y directo, sin que eso implique la búsqueda de un enfrentamiento.

"Estoy profundamente convencido de que, si fuéramos capaces de reinstalar un debate honesto y la capacidad de hallar acuerdos en la arena internacional, todos se beneficiarían", aseguró.

De suceder así, "ciertas crisis que afronta la comunidad internacional no existirían hoy ni tendrían un impacto tan severo sobre la situación política interna en ciertos países", dijo.

En ese sentido, ejemplificó, Iraq no sería el dolor de cabeza para Estados Unidos que es hoy, en lo que, según el presidente ruso, constituye el ejemplo más vívido y agudo de la falta de un debate internacional franco.

"Como ustedes recuerdan, nos opusimos a la acción militar en Iraq. Ahora consideramos que, si nos hubiéramos enfrentado a los problemas de ese momento con otros medios, el resultado habría sido mejor que el que tenemos hoy", opinó Putin.

El jefe del gobierno ruso agregó que por ese motivo Rusia no quiere la confrontación sino el diálogo, pero que éste debe reconocer la igualdad de los intereses de ambas partes.

"Nosotros no pedimos integrarnos al G-8. Nos fue ofrecido y estamos encantados de estar allí. Rusia está cambiando, y muy rápidamente. Nuestra economía es la novena del mundo, y, según algunos indicadores, ya sobrepasamos a ciertos países del G-8", señaló.

Si alguien quiere convertir al G-8 en un exclusivo club para pocos miembros que intentan resolver los problemas de la humanidad entre ellos, nada bueno saldrá de eso, aseguró Putin.

Después de todo, Rusia es una de las mayores potencias nucleares, fundadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e integrante permanente del Consejo de Seguridad, añadió.

"Déjennos no ser hipócritas sobre las libertades democráticas y los derechos humanos. Pero tampoco nos dejen olvidar que otros países del G-8 no experimentaron las transformaciones dramáticas por las que pasó Rusia", sostuvo Putin.

"Pocos experimentaron una guerra civil como la que nosotros tuvimos en el Cáucaso. Y todavía preservamos muchos de valores comunes aun mejor que algunos otros países del G-8", afirmó.

Rusia aboga por un mundo multipolar y cree que debería haber diversidad y respeto por los intereses de la abrumadora mayoría de la comunidad internacional. Es preciso crear estas reglas y aprender sobre ellas, aconsejó.

Tanto Putin como la elite política rusa aseguran que su país es un miembro democrático del mundo civilizado, pero la retórica de conflicto sólo sirve alimentar la desconfianza y el aislamiento de este país y reducir su influencia, según expertos. "Este enfoque es un juego de 'suma cero'. Es improbable que Occidente lo juegue. La amenaza de Putin desató una ola de condenas de Europa, principal socio comercial de Rusia, y de Estados Unidos", dijo Ian Pryde, director de la firma consultora cosmovita Eurasia Strategy & Communications.

Pryde señaló que, en contraste con Bush, Putin es brillante, articulado y extremadamente bien informado, pero también es directo, irascible y "no toma prisioneros".

Pero algunos de los reclamos de Putin son válidos, según Pryde. De todos modos, es tiempo de que se imponga un nuevo enfoque en la política exterior rusa, opinó.

Desafortunadamente, "el nuevo y muy cacareado rol de Rusia como superpotencia energética la llevó a extralimitarse en cierto modo. Moscú todavía tiene que comprender el concepto de interdependencia: 'todo está conectado a algo más'". ***** +Grupo de los Ocho – Cobertura especial de IPS Noticias (https://www.ipsnoticias.net/_focus/G8/index.asp)

(FIN/IPS/traen-js-mj/kk/ld/wd eu g8 ip/07)

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