Irán, una potencia petrolera, implementa desde este jueves una racionalización del consumo de gasolina mediante el recorte de subsidios al consumidor, con el fin de reducir las importaciones del combustible procesado.
El gobierno tomó estas medidas ante la posibilidad de que la comunidad internacional imponga sanciones económicas por el mantenimiento del polémico programa nuclear iraní.
Pero el plan que puede resultar impopular y, para colmo, insuficiente ante el alza de precios de la gasolina importada y del petróleo refinado, señaló el economista Saeed Laylaz, ex consultor de Iran Khodro, mayor fabricante de automóviles del país.
"El gobierno pretende reducir su dependencia en las importaciones petroleras, pero con la demanda que previeron sólo lograrán disminuir alrededor de 20 millones de litros, por lo que seguiremos siendo muy dependientes", sostuvo Laylaz.
"Las sanciones que restrinjan las importaciones de combustible pueden doblegar el sistema en 48 horas y crear gran confusión si no se atiende en forma urgente y adecuada", añadió.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impuso en diciembre la primera ronda de sanciones a Irán y las reforzó en marzo porque el régimen islamista se negó a suspender su programa de enriquecimiento de uranio.
Teherán alega que el programa tiene sólo funciones civiles, es decir de producción de energía, y que no aspira a elaborar armas nucleares.
Irán es el cuarto productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus reservas probadas se ubican en segundo lugar.
Sin embargo, por su escasa infraestructura de refinamiento, importa de otros países de Medio Oriente y de Venezuela 40 por ciento de la gasolina y el gasóleo que consume.
Alemania, Francia y Gran Bretaña emitieron el miércoles una declaración conjunta en la que se insinúan sus intenciones de imponer más sanciones contra este país.
"Irán sigue ignorando sus obligaciones y no ha dado ningún paso hacia la consolidación de confianza en lo que respecta a la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa" nuclear, reza la declaración, dirigida a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AEIA).
Además de las sanciones, preocupa el alza de los costos de la importación de gasolina.
"El consumo de gasolina aumentó 10 por ciento al año en los últimos tiempos. Pronto el estado deberá importar unos 40 millones de litros al día si no se reduce la demanda", señaló Laylaz.
"Importar tanta gasolina será una tarea casi imposible por razones económicas y por la limitada estructura de transporte interno", sostuvo.
Los fabricantes de automóviles iraníes inundaron el mercado con un promedio de un millón de vehículos al año en los últimos tiempos.
Laylaz cree que con un crecimiento líquido de 42 por ciento, el aumento del precio de la gasolina puede acarrear un aumento drástico de la inflación.
"Esa es la razón por la cual el gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad es tan reacio y cuidadoso respecto de aumentar los precios del combustible", indicó.
La resistencia de Ahmadinejad a recortar el consumo de gasolina, a pesar de la insistencia del parlamento, se refleja en el hecho de que la primera etapa, que comenzó este jueves, sólo afecta a los funcionarios del gobierno.
El comienzo de la racionalización estaba prevista originalmente para el 8 de este mes.
Se entregaron muchas "tarjetas inteligentes" para el expendio de combustible. Pero los propietarios de los casi ocho millones y medio de vehículos todavía aguardan ansiosos conocer la cantidad de combustible subsidiado que corresponderá a cada uno y el precio de la que se venda sin subsidio.
Casi 90 por ciento de las gasolineras sólo venden combustible a los propietarios que ya tienen tarjeta inteligente, pero el problema es que aún resta entregar alrededor de un millón.
El parlamento asignó 2.500 millones de dólares al gobierno para importar gasolina en el presente año fiscal, que va del 21 de mayo de 2007 al 20 de marzo de 2008.
El año pasado, con la misma partida de dinero, el gobierno gastó 5.000 millones de dólares en importar combustible para vender subsidiado a unos 8,5 centavos de dólar por litro.
Hace tres años, el parlamento dominado por legisladores de línea dura rechazó un proyecto del gobierno reformista de Mohammad Khatami para acercar el precio de la gasolina a su valor real, recortando gradualmente los subsidios y aumentando su precio 10 por ciento al año.
"Todo el mundo ve que se usa demasiada gasolina y que se desperdicia porque la gente es descuidada y deja desbordar el tanque de su automóvil. Es barata, incluso más barata que el agua envasada", señaló una empleada de clase media de Teherán.
"Pero no hay otra opción en una ciudad como ésta, con más de nueve millones de habitantes y sin un sistema de transporte público adecuado. La gente necesita automóvil para ir al trabajo y hacer otras diligencias. Yo recorro unos 60 kilómetros para ir y volver a la oficina dentro de la ciudad", relató.
"Escuché que cada vehículo recibirá entre tres y cuatro litros de gasolina a unos 11 centavos de dólares y el resto se venderá a un precios entre tres y cuatro veces mayor. Ya existe un gran mercado negro de tarjetas inteligentes falsas, incluso antes de iniciada la racionalización de combustible. En todas partes se venden a unos 16 dólares", añadió.
La utilización de tarjetas inteligentes y la racionalización intentan disminuir la demanda y, más importante aun, evitar el contrabando de unos 10 millones de litros de gasolina al día hacia los países vecinos, donde el combustible es mucho más caro.
"Una red organizada de contrabando de combustible cosecha millones de dólares por la venta de gasolina subsidiada a otros países. Muchos analistas creen que tienen vínculos con militares y que es el mismo grupo que posibilitó que Ahmadinejad se convirtiera en presidente", dijo a IPS una fuente de Teherán que pidió reserva sobre su identidad.
El consumo diario de gasolina y la producción local se ubican entre 75 y 80 millones de litros, por lo que es preciso importar al menos 30 millones de litros al día. Además se necesitan casi 80 millones de litros de gasóleo subsidiado.
No hay planes de racionalizar el gasóleo. De hecho, el gobierno logró convencer al parlamento de restablecer su precio del año pasado, de 4,9 centavos de dólar el litro a 1,7 centavos.
Con un presupuesto de unos 2.500 millones de dólares para importar gasolina, el gobierno debe reducir su consumo a entre 50 y 60 millones de litros al día para evitar recurrir al Fondo de Estabilización de Petróleo, como hizo el año pasado cuando gastó casi todas sus reservas a causa del mayor precio del crudo en el mercado mundial respecto del previsto en el presupuesto.
"El consumo de gasolina es de unos 80 millones de litros al día. Eso dificulta el aumento de los precios en comparación con la situación de hace unos años cuando el promedio diario se situaba entre 45 millones de litros al día y 50 millones", indicó Laylaz.
"La racionalización de la gasolina será una de las reformas económicas más difíciles desde la Revolución Islámica de 1979. La diferencia entre el precio de venta actual, 10 centavos de dólar, y el real, 43 centavos, alcanzó niveles peligrosos y toda tentativa de volver al costo real puede derivar en un desastre económico y social o en levantamientos populares", añadió. (FIN/IPS/traen-vf-mj/ks/rdr/mm ip if pr nr/07)