DESARROLLO-ESPAÑA: Una pequeña ayuda para amigos africanos

La cooperación con África para que alcance un desarrollo equitativo y ayude así a consolidar la gobernanza en democracia es el gran desafío para la Unión Europea (UE), dijo a IPS Juan Pablo de Laiglesia, secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aeci).

Es por eso que España aumentó su ayuda oficial al desarrollo para África subsahariana de 33 millones de euros (44,5 millones de dólares) en 2003 a 90 millones de euros en 2006 y tiene programado superar los 120 millones en 2008.

África subsahariana es la región más pobre del planeta. Comprende 48 naciones y 741 millones de habitantes que tienen una esperanza de vida de 45,8 años, según el Banco Mundial. Más de la mitad de esas personas viven con menos de un dólar por día, indica a su vez un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Aunque la región cobija más de 10 por ciento de la población mundial, alberga 60 por ciento de los casos de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en el mundo, según el programa específico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En 2005 se registraron 3,2 millones de nuevas infecciones con VIH (el virus de inmunodeficiencia humana que causa la enfermedad) y 2,4 millones de adultos y niños murieron por la pandemia.

La tuberculosis afecta a 350 personas por cada 100.000 habitantes, según revela la Organización Mundial de la Salud. A causa de este mal mueren 74 personas por cada 100.000, contra un promedio mundial de 24. En la región se registra 89 por ciento de los casos de paludismo en el planeta y 2.800 personas mueren cada día víctimas de esta enfermedad.

Por cada 1.000 niños nacidos vivos, 103 mueren.

Javier Fernández Malumbres, portavoz de la organización no gubernamental Manos Unidas, manifestó a IPS que, "conociendo la realidad africana, admirando el coraje de su gente, especialmente de sus mujeres, y apostando a su crecimiento, es un gran acierto apoyar el desarrollo desde la Aeci".

Sin embargo, aunque la ayuda española se incrementó quedan temas pendientes de resolución, "como la condonación de la deuda externa ligada a la cooperación para el desarrollo", agregó.

Fernández Malumbres señaló que sería preferible destinar la ayuda española "a los países más empobrecidos y necesitados, no sólo a los que interesan al gobierno en razón de la inmigración".

España firmó acuerdos de cooperación con Senegal, punto de partida de miles de inmigrantes indocumentados que se dirigen hacia las Islas Canarias. El gobierno de esa nación africana aceptó, como parte de los convenios, la repatriación de esas personas.

De Laiglesia, por su parte, enfatizó la necesidad de sumar esfuerzos para aliviar los graves problemas de salud en la región. En el caso del sida, destacó, los grandes laboratorios multinacionales producen medicamentos contra la enfermedad que resultan muy efectivos, como los denominados "cócteles" de varias drogas, pero cuyo costo los hacen inaccesibles para los países de menores recursos.

Países como la India y Brasil han desafiado el monopolio de los grandes laboratorios y comenzaron a producir medicamentos genéricos, que tienen el mismo efecto que el de los protegidos por las patentes internacionales, a un precio muy inferior.

Las patentes deben ser respetadas, pero sin que se conviertan en un obstáculo para la elaboración de los genéricos, "que juegan un papel importante para combatir las epidemias", consideró De Laiglesia.

Aunque se debe respetar la propiedad intelectual y reconocer, como exigen los laboratorios, sus inversiones en investigación y desarrollo, agregó, los gobiernos deben actuar para que se establezcan precios diferenciados según los destinatarios.

"Esto es fundamental en la lucha contra el sida. La salud es un derecho humano y hace falta un equilibrio razonable entre ambas posiciones, en beneficio de quienes poseen pocos medios", afirmó De Laiglesia.

El Congreso de los Diputados de España está tratando una iniciativa de apoyo al gobierno de India, en su esfuerzo para que el laboratorio transnacional español Novartis acepte la utilización de su patente de drogas contra el sida para producir genéricos.

El proyecto fue presentado por el grupo parlamentario de los nacionalistas vascos moderados y por Iniciativa Los Verdes de Cataluña. Mociones similares están a la consideración de los parlamentos de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Navarra y Andalucía.

En el marco de la cooperación con África subsahariana en general, De Laiglesia apuntó que en la UE hay "una genuina voluntad de fortalecer las relaciones e impulsar el cumplimiento de los Objetivos para el Milenio", especialmente expresada por Alemania, España y Gran Bretaña cuando elaboraron el Plan África, que busca impulsar el progreso social y económico en la región.

Los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, adoptados por la ONU en 2000, se plantean, con bases en los indicadores de 1990, reducir a la mitad para 2015 el hambre y la pobreza extrema, garantizar el acceso a la educación primaria, obtener la igualdad de derechos para la mujer, proteger el ambiente y promover el desarrollo, entre otros compromisos.

Existe un compromiso entre los miembros de la UE, indicó De Laiglesia, para definir en el segundo semestre de este año una estrategia conjunta.

En ese momento, la presidencia rotativa de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, estará en manos de Portugal, un país que por razones históricas conserva lazos con la región en la que fue potencia colonial. Las últimas posesiones portuguesas en África alcanzaron su independencia en la década del 70.

De Laiglesia no es partidario de condicionar la ayuda a los países de la región gobernados por dictaduras, aunque el objetivo es fomentar la democratización y la gobernanza.

"La pobreza es determinante. Combatirla llevará a la paz y será un aliciente para la democracia y el respeto a los derechos humanos", aseguró.

El desarrollo equitativo fortalecerá a la ciudadanía y así podrá obtener sus derechos y ejercerlos. La cooperación, explicó De Laiglesia, debe facilitar este proceso, aportando técnicas eficientes y financiando iniciativas que contribuyan a este objetivo.

Es fundamental incentivar el desarrollo de la sociedad civil, en especial en el caso de las comunidades indígenas,"particularmente vulnerables y no siempre incluidas, aunque reconociendo sus características particulares. La inclusión social en África es un reto a la poca capacidad de los estados para garantizar los derechos básicos", dijo De Laiglesia.

La condonación de la deuda, el tema que preocupa a Manos Unidas, se debe implementar, según De Laiglesia, para encarar proyectos de protección del ambiente, educación e infraestructura.

En septiembre de 2006 se hizo un acuerdo con Guinea Ecuatorial para un perdón de deuda destinado a construir un instituto politécnico.

El pasado 23 de abril, el gobierno español se comprometió a aportar 60 millones de euros (81 millones de dólares) para el Fondo Fiduciario de la Unión Europea con África, además de 260 millones de euros en préstamos de ayuda para el desarrollo.

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