DESARME: Haz lo que digo, no lo que hago

Los cinco miembros permanentes y con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU no tienen autoridad política ni moral para emitir juicios en materia de desarme nuclear, señala una investigación independiente.

En virtud de la Carta de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el Consejo de Seguridad tiene amplios poderes para hacer cumplir las normas de desarme y no proliferación de armas nucleares, incluyendo la imposición de sanciones económicas y la autorización de acciones militares, según un informe publicado el jueves.

Pero los cinco miembros permanentes —China, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia— todos con un gran arsenal nuclear, "no muestran intenciones prácticas de eliminar" el mortal armamento.

"Es decir que las decisiones del Consejo de Seguridad acerca del cumplimiento de las normas de no proliferación suscitan sospechas en forma automática a los ojos de la mayor parte del mundo", según el estudio "¿Desorden nuclear o seguridad cooperativa? Armas estadounidenses del terror, crisis de proliferación mundial y alternativas de paz".

El trabajo fue realizado por el Comité de Abogados sobre Política Nuclear, de Nueva York, la Fundación Legal de Estados Occidentales, de California, y la Liga de Mujeres para la Paz y la Libertad, con sede en esta ciudad.
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El director ejecutivo del Comité de Abogados, John Burroughs, señaló que como los cinco miembros permanentes no se tomaron en serio sus obligaciones en materia de desarme nuclear, eso terminó por "socavar su autoridad moral y política para afrontar situaciones" de no proliferación.

Ese es el caso empezando por los ensayos atómicos de India y Pakistán en 1998 y siguiendo con el enfrentamiento actual con Irán, añadió.

"Pero también es un hecho que los países quieren un órgano efectivo al frente de la estructura política internacional para que desempeñe un papel en la solución de los problemas que socavan la paz y la seguridad" en el mundo, dijo Burroughs a IPS.

El Consejo de Seguridad cuenta con amplio respaldo a pesar de sus defectos, subrayó.

Los cinco miembros permanentes, y potencias nucleares originales, no lograron estar a la altura de su compromiso en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), a pesar de tener autoridad legal en la materia, señaló Natalie J. Goldring, del Centro de Estudios de Paz y Seguridad.

"Eso socavó gravemente su credibilidad ante las potencias nucleares en ciernes", añadió Goldring, también profesora del Programa de Estudios sobre Seguridad, de la Facultad Edmund A. Walsh de Servicios Extranjeros, de la Universidad de Georgetown.

En especial, señaló, la búsqueda de nuevas armas atómicas emprendida por el gobierno de George W. Bush es una garantía virtual para que otras naciones opten por un camino similar.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la creciente militarización de Estados Unidos le permitió actuar de forma cada vez más unilateral a través del Consejo de Seguridad, entre otras formas, sostuvo Michael Spies, del Comité de Abogados.

"Si la principal forma de influir en los países es la intimidación, el comportamiento del Consejo de Seguridad se trata más de ejercer poder en forma directa que de hacer cumplir la ley", dijo Spies a IPS.

En los últimos meses, ese órgano de la ONU adoptó resoluciones en materia de no proliferación nuclear contra dos estados miembro del foro mundial: Corea del Norte e Irán. Ambos países desafiaron el doble discurso de los cinco miembros permanentes cuya política se basa en el principio: "haz lo que digo y no lo que hago".

La posesión de armas nucleares está prohibida por el TNP, al igual que su uso, al menos ampliamente vedado por la legislación internacional dispuesta por la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya.

En este momento, 188 países pertenecen al TNP. Cuatro naciones con armas atómicas, Corea del Norte, India, Israel y Pakistán, están fuera del tratado.

Según la investigación, pocos fueron los casos de países que trataron realmente de adquirir armas nucleares atentando contra el TNP, y ellos son Corea del Norte, Iraq y Libia.

El Consejo de Seguridad está dominado por las cinco naciones victoriosas de la Segunda Guerra Mundial y es evidente que no representan al mundo actual, señala el estudio.

Además, ese órgano es por naturaleza político, y actúa en forma "ad hoc" y a veces también en forma inconsistente.

El Consejo de Seguridad debe esforzarse por desarrollar un mecanismo más flexible y con menos enfrentamientos para abordar con autoridad el respeto de la ley, evitando, cuando sea posible, recurrir a la fuerza militar, señala el documento.

Irán violó en el pasado los requisitos informativos de salvaguarda y ahora desarrolla el enriquecimiento de uranio, lo que le permitiría tener reactores para generar combustible nuclear o, si así lo desea, producir materiales para elaborar armas atómicas.

Pero la amplia mayoría de naciones, según el estudio, cumplieron con su obligación de no adquisición.

Pero si Corea del Norte se convierte en un poseedor permanente de armas nucleares o si Irán las adquiere, "sus respectivas regiones pueden vivir una proliferación adicional", advierte el informe.

Sobre una posible cumbre mundial sobre desarme, Jennifer Nordstrom, de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, dijo a IPS que una conferencia internacional de ese tipo o incluso una sesión especial de la ONU sería factible si los jefes de Estado se involucran.

Según ella, la cumbre propuesta podría incluir un paquete para los cinco miembros permanentes centrado en cuestiones de desarme nuclear y otros asuntos que los incumben especialmente, incluida la no proliferación y la adquisición de armas atómicas por los terroristas.

"Un gobierno estadounidense más inclinado al multilateralismo sería de mucha ayuda", añadió Nordstrom.

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