Saji Das sueña con el día en que la población del estado de Kerala, en el extremo sur de India, competirá por restos de comida y otros desechos orgánicos en descomposición en lugar de taparse la nariz y apurar el paso para dejarlos atrás.
Das ha desarrollado biodigestores de materia orgánica capaces de tratar distintos tipos de residuos. Es un pionero en Kerala, estado que puede mostrar índices de desarrollo humano similares a los del mundo rico pero tiene aún un largo camino por recorrer cuando se trata de disponer científicamente de la basura.
Los biodigestores son tan eficientes y «limpios» que Biotech, la organización no gubernamental que dirige Das, está nominada este año como finalista del premio Ashden en Gran Bretaña, también conocido como el «Oscar Verde».
Todo comenzó en 1994 cuando Das, cansado de ver montañas de restos de comida en descomposición, plagadas de moscas, ratas y otras alimañas portadoras de enfermedades, decidió hacer algo al respecto.
Su estrategia fue simple: buscar un mecanismo barato y respetuoso del ambiente para convertir en metano y fertilizantes lo que parecía una inagotable fuente de rica materia orgánica.
Cuando Das encontró el digestor adecuado para los residuos de comida sólo tuvo que usar su olfato para encontrar los mayores basurales en las zonas urbanas del estado.
Encontró el equivalente a una mina de oro en Kadakkal, en el distrito de Kollam, donde una planta integrada de reciclaje procesa ahora diariamente una tonelada de basura para producir tres kilovatios de electricidad, suficientes para alimentar 120 faroles de alumbrado.
«El hecho de que la población de Kadakkal estuviera preocupada por la acumulación de basura fue de gran ayuda para el éxito del proyecto de Biotech», le dijo a IPS M. Nacer, un integrante del panchayat local, la asamblea formada por cinco miembros respetados de la comunidad.
La basura se clasifica manualmente según su tipo: residuos líquidos, sólidos biodegradables y materiales reciclables como vidrio, plástico y metal.
Para la planta de producción de metano, la materia prima más valiosa son los residuos líquidos, que incluyen sangre y efluentes del matadero local. Son procesados con un predigestor que optimiza la acción de las bacterias.
La planta de reciclaje de Biotech está preparada para tratar todo tipo de desechos generados por los mercados, mataderos y cocinas de restaurantes, con los que obtiene biogás para producir combustible, electricidad para el alumbrado público o fertilizantes.
«El costo de este tipo de planta es de aproximadamente 40.000 dólares, tal como lo demuestra la experiencia de Kadakkal, cuyo panchayat fue el primero del estado que optó por producir electricidad a partir de residuos sólidos», indicó Das, quien ahora planea instalar otras 10.
«Las plantas de procesamiento de los mercados de pescado y los mataderos no están preparadas para tratar hojas secas y plantas», explicó Das. «La materia vegetal rica en fibra crea una capa de suciedad en las plantas de biogás, lo que reduce su eficiencia. Quemar los desechos en un incinerador genera contaminación. La solución es aplicar diferentes tecnologías en la etapa apropiada», agregó.
En Kadakkal no se desperdicia nada. El agua se extrae y se recicla para ser enviada de nuevo a los mataderos, donde la utilizan para la limpieza. La electricidad producida por la planta se usa para alimentar todos los equipos, mientras que el biogás provee el combustible que consume el incinerador.
La planta de tratamiento localizada en Sreekaryam, en las afueras de Thiruvananthapuram, la capital estatal, es el orgullo de Biotech. Puede procesar diariamente 250 kilos de basura para producir tres kilovatios de electricidad.
A. P. Murali, presidente del panchayat de Sreekaryam indicó que «los desechos de pescado, frutas y vegetales que genera el mercado son convertidos en gas metano. El agua que se utiliza es reciclada y enviada nuevamente a la unidad. El metano alimenta el generador de electricidad que se usa para el alumbrado público. El costo total de la planta fue de 17.000 dólares».
Biotech prospera gracias a los desechos humanos. Kumbalangi, una localidad declarada villa turística modelo en el distrito costero de Ernakulam, tiene 140 plantas diseñadas para funcionar utilizando residuos cloacales.
Los métodos de Biotech tienen varias ventajas sobre los sistemas centralizados de disposición de basura. No hay problemas de recolección y transporte, el mantenimiento se puede realizar en el lugar y las plantas se amplían o reducen de acuerdo a las necesidades del consumidor.
La versión para uso doméstico sólo requiere un espacio de un metro cuadrado y procesa residuos sólidos y líquidos en forma simultánea. En Vizhinjam, 575 hogares tienen procesadores de basura instalados por Biotech y hay una larga lista de pedidos en espera.
«Después de instalar las plantas, la gente estuvo en condiciones de ahorrar gran cantidad de dinero que antes gastaban en gas natural comprimido importado para cocinar», dijo el presidente del panchayat de Vizhinjam.
«Ahora estamos tratando de instalar una gran planta de reciclaje en Kovalam, capaz de procesar la tonelada de basura que genera diariamente el sector del turismo», agregó.
La ambientalista Sugathakumari opinó que los biodigestores benefician a Kerala. «Las autoridades locales no realizan ningún tipo de planificación. No saben cómo utilizar los residuos biológicos efectivamente y gastan millones de dólares en recolección de basura», afirmó.
«Las plantas integradas de reciclaje resuelven el problema de la disposición de basura y al mismo tiempo producen gas para las cocinas, electricidad y fertilizantes orgánicos. ¿Qué más podemos pedir?»
*Esta nota es parte de la serie sobre desarrollo sustentable de IPS y la Federación Internacional de Periodistas Ambientales, IFEJ, por su sigla en inglés.