SALUD-TAILANDIA: Grandes farmacéuticas caminan sobre el fuego

La prensa de Tailandia lleva una semana publicando páginas enteras con avisos contratados por grandes compañías farmacéuticas, en los que advierten que romper las patentes de medicamentos contra el sida en nombre de la salud pública es «la receta equivocada».

Según esos avisos, la decisión del gobierno tailandés, amparada por normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), está plagada de errores. Por ejemplo: "Tailandia rechaza la tecnología médica de Estados Unidos y de Europa en perjuicio de los pobres y enfermos."

Además, según la institución que firma esos anuncios, USA Innovation, "la mayoría de los pacientes de sida de Tailandia se quedarán sin acceso a los mejores medicamentos del mundo".

Pero estos avisos son un fracaso si su intención era asustar a personas como Boripat Dornmon, que vive hace 11 de sus 40 años con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida).

"Estoy en desacuerdo con USA Innovation. Los avisos demuestran que a las grandes firmas farmacéuticas no les importa la gente como yo", dijo a IPS.
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Boripat refleja las opiniones del grupo al que pertenece, la Red Tailandesa de Personas que Viven con VIH/Sida.

Esta organización apoya la decisión gubernamental de emitir licencias compulsivas para asegurar a los portadores el acceso a medicamentos genéricos, más baratos que los producidos por las firmas poseedoras de sus respectivas patentes pero con el mismo principio activo.

"Necesitamos medicamentos nuevos y baratos para vivir más", explicó Boripat.

Ese sentimiento estaba presente en un aviso, también a página entera, contratado en la prensa por una coalición de activistas contra el sida, organizaciones humanitarias y una universidad para contrarrestar la campaña de USA Innovation.

Los medicamentos antirretrovirales producidos por fábricas estatales representaron "una contribución fenomenal en reducir las muertes entre pacientes de sida tailandeses de 7.282 al año entre 2001 y 2004 a 3.862 en 2005 y a 1.613 en 2006", indicaron los activistas.

Funcionarios de la gubernamental Administración de Alimentos y Medicamentos confirmaron, en una reunión con representantes de Laboratorios Abbott, que no cederían a la presión de las compañías farmacéuticas y del gobierno estadounidense.

Es posible, además, que el gobierno dicte licencias compulsivas para encomendar a una compañía de India la fabricación de una versión genérica de Aluvia, un medicamento contra el VIH también patentado por Abbott.

"Si el Ministerio compra medicamentos más caros que los ofrecidos por otras fuentes, debería tener una buena razón para justificar su decisión ante el público", dijo el jefe del panel sobre licencias compulsivas del Ministerio de Salud, Vichai Chokewiwat, al diario Bangkok Post.

Los esfuerzos de Tailandia también fueron apoyados en la Asamblea Mundial de la Salud, en curso en Ginebra. El ministro Mongkol Na Nongkhla defiende allí la posición de su país.

Representantes de "organizaciones internacionales como la Red del Tercer Mundo y de naciones, como Alemania, Brasil, Filipinas, India y Malasia, se reunieron con el ministro para elogiarlo", aseguró la gubernamental Agencia Tailandesa de Noticias.

Tailandia comenzó a mostrar su determinación a finales del año pasado, cuando "rompió" la patente del antirretroviral Efavirenz, producido por la farmacéutica estadounidense Merck Sharp and Dhome.

Luego, dictó la licencia compulsiva para la producción del antirretroviral Kaletra, de Abbott, y en enero lo hizo con el anticoagulante Palvis, de Sanofi-Adventis.

Abbott se rehusó en marzo a incluir Aluvia y otros seis medicamentos en Tailandia, en represalia por el uso por parte del gobierno de las previsiones especiales de la OMC en casos de emergencias de salud pública.

Pero la samana pasada, Abbott recibió un duro golpe: en una ceremonia en Nueva York, en presencia del ministro Mongkol, el ex presidente estadounidense Bill Clinton aplaudió la decisión de Tailandia.

"Ninguna compañía sobrevivirá o morirá si les faltan las altas comisiones de los medicamentos contra el sida en los países de mediano ingreso. Pero muchos pacientes podrían vivir o morir", dijo Clinton.

Abbott anunció en abril que abarataría el costo anual del tratamiento con Kaletra en Tailandia de 2.200 a 1.000 dólares.

Pero la Fundación Clinton replicó que tenía un precio aun menor. El Laboratorio Matrix, de India, producía una versión genérica por 695 dólares al año.

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