Las ejecuciones en todo el mundo disminuyeron el año pasado respecto de 2005, señalaron activistas, que pidieron a Italia que lidere una coalición mundial contra la pena de muerte.
Sin embargo, "la ejecución (la semana pasada) de tres personas en Japón y de una en (el meridional estado estadounidense de) Texas demostró que aun cuando se han dado significativos pasos hacia la abolición de la pena capital en el mundo, esta todavía estará presente en 2007", dijo a IPS la secretaria general de la organización Amnistía Internacional, Irene Khan.
Yoshikatsu Oda, sentenciado por un homicidio en 1990, Masahiro Tanaka, condenado por cuatro crímenes, y Kosaku Nada, quien cometió dos homicidios durante un robo, fueron ahorcados en Japón el 27 de abril, el mismo día en que Amnistía lanzó en Roma su informe 2006 sobre la pena capital.
Las ejecuciones fueron un duro recordatorio de que todavía hay razones para continuar la campaña contra la pena de muerte, aun cuando la situación mejoró el año pasado respecto de 2005.
Según Amnistía, el año pasado se realizaron 1.591 ejecuciones, contra 2.148 en 2005. Un total de 3.861 personas fueron condenadas a muerte, contra 5.186 del año previo.
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"Se espera que continúe la tendencia positiva este año", indicó Khan.
Amnistía eligió a Roma para divulgar el informe debido a que el gobierno italiano lidera una campaña en la Organización de las Naciones Unidas para una moratoria mundial de la pena capital, explicó Khan. Pero esa no es la única razón.
Se espera que Italia promueva la formación de una coalición global contra la pena de muerte.
"Le pedí personalmente al primer ministro italiano Romano Prodi que invitara a Roma a los estados abolicionistas, y asumiera el liderazgo para construir una coalición global de gobiernos contra la pena capital, similar a la que existe de las organizaciones no gubernamentales", dijo Khan.
Amnistía, que realiza una campaña para la moratoria mundial de las ejecuciones, destacó una moción en el Parlamento Europeo para una resolución en ese sentido.
"Pero la resolución, así de importante como es, no debe convertirse en otro trozo de papel. Debe ser un instrumento concreto para reducir de manera significativa el número de ejecuciones y ayudar a aquellas personas que están en el pasillo de la muerte", señaló Khan.
Asimismo, la moratoria no debe ser sólo una iniciativa europea.
"Otros países deben involucrarse, en particular los de Asia, África y América Latina. La condición para obtener un voto mayoritario es una estrategia diplomática más amplia, también a nivel regional, algo que ahora está faltando", añadió.
Khan dijo confiar en que "países con el mismo pensamiento" responderán al llamado italiano.
"Creo que hay una suficiente cohesión de diferentes visiones entre esos estados que pueden unirlos, y entiendo que el gobierno italiano ha mantenido discusiones bilaterales con algunos de ellos", indicó.
"Es importante contar con un foro multilateral de discusión para congregar a estas personas y convocar a los gobiernos, con el fin de que estos puedan tener más dinámica como grupo para presionar en estos temas. Estoy confiada en que las naciones que abolieron la pena de muerte recibirán este enfoque multilateral", añadió.
El informe de Amnistía señala que sólo seis países China, Estados Unidos, Irán, Iraq, Sudán, Pakistán fueron responsables de 91 por ciento de las ejecuciones realizadas en 2006.
Iraq se convirtió uno de los países con más ejecuciones luego de que reintrodujo la pena capital en 2004, indica el estudio. Ninguna ejecución fue denunciada ese año, y sólo tres en 2005, pero los ejecutados sumaron 65 en 2006.
Las ejecuciones en Irán casi se duplicaron en 2006, comparadas con el año previo, al sumar 177, incluyendo cuatro menores de edad. Veintitrés menores aún están en el pasillo de la muerte en ese país.
Sin embargo, "en los primeros meses de 2007, Irán inició una discusión sobre la posibilidad de excluir a los niños de las sentencias capitales", subrayó Khan.
Pakistán se unió a la lista de los países con más ejecuciones, con al menos 82 reportadas. Sudán ejecutó a por lo menos 65 personas, pero Amnistía dice tener razones para creer que el número es mayor.
Cincuenta y tres fueron ejecutados en Estados Unidos, el único país de América que ha aplicado la pena capital desde 2003.
Sin embargo, el año pasado, Estados Unidos registró el menor número de ejecuciones en las últimas tres décadas.
La gran mayoría de las ejecuciones el año pasado fueron realizadas en China. Los números oficiales de ese país son secretos. Amnistía señaló que por lo menos 1.101 personas fueron llevadas al cadalso en 2006, pero indicó que el número total podría estar entre 7.000 y 8.000.
"Las buena noticia es que incluso China inició una revisión de la pena de muerte, y esperamos que la presión para los Juegos Olímpicos 2008 de Beijing contribuyan a esto", indicó Khan.