Un ambicioso plan del gobierno de esta ciudad-estado de Asia sudoriental para atraer a prestigiosas instituciones educativas extranjeras sufrió un duro golpe cuando la australiana Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, en inglés) anunció el cierre de su sede local.
Hace dos años, cuando la UNSW anunció planes para construir una multimillonaria sede en Singapur, la Junta de Desarrollo Económico declaró su orgullo de ser una "estrecha asociada" con la universidad "en su pionero impulso para globalizar la educación".
Pero el 23 de este mes, a sólo tres meses del inicio de sus actividades, la UNSW informó que la nueva sede será cerrada cuando culmine el primer semestre el 28 de junio. Los 148 estudiantes que ya habían pagado el costo de la matrícula recibieron una oferta de becas para asistir a su sede en Sydney.
"Admitimos que esto es un retroceso. En lo que a nosotros respecta, tenemos que perseverar en nuestro objetivo", dijo en conferencia de prensa Aw Kah Peng, director general asistente de la Junta. La funcionaria agregó que estudiantes extranjeros continúan interesados en cursar carreras en Singapur, y señaló que su número aumentó de 50.000 en 2001 a 80.000 el año pasado.
"Las inscripciones de alumnos, inferiores a las anticipadas y la demanda actual han resaltado aspectos financieros y operacionales que vuelven insostenible esta empresa", indicó por su parte el vicerrector de la UNSW, Fred Hilmer, quien viajó desde Sydney para hacer el anuncio.
Varias instituciones educativas de Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña, India y Japón ofrecen cursos y otorgan títulos en Singapur, pero no se trata de sedes universitarias en el amplio sentido del término sino meras asociaciones con centros locales.
Usualmente, profesores de las universidades extranjeras visitan Singapur por cortos períodos de dos a cuatro semanas, y durante el resto del semestre los alumnos están a cargo de docentes locales.
En cambio, la UNSW tenía un cuerpo de profesores de tiempo completo. A pesar de eso, sólo 48 estudiantes extranjeros se inscribieron para cursar el primer semestre. En abril, la universidad estaba desarrollando una campaña de promoción en la India, para atraer estudiantes para el período de inscripción en agosto próximo.
Hilmer señaló que el bajo nivel de postulantes se explica porque cuando un estudiante extranjero quiere un título de una universidad australiana también están buscando la experiencia de vivir en Australia. "Quieren vivir en Sydney, comprar tablas de surf", dijo en conferencia de prensa.
La UNSW comunicó su decisión de cerrar la sede en Singapur un día después de que su institución madre anunciara en Sydney importantes reducciones presupuestarias.
Entre ellas se incluyeron medidas como la revocación el próximo semestre de contratos a profesores, la reducción del semestre de 14 a 12 semanas y la limitación del número de cursos avanzados de 45 a 37.
En vista de estos recortes, no sorprende que apenas 39 de los 148 estudiantes a los que se le ofrecieron becas para ir a Sydney hayan aceptado la oferta. La universidad brinda subvenciones de 14.400 dólares a los alumnos locales y de 7.854 dólares a los extranjeros para que se trasladen al campus australiano.
En respuesta a preguntas sobre el futuro del planeado polo educativo de Singapur, el ministro de Comercio e Industria, Lim Hng Kiang, señaló: "Todavía perseguimos esa ambiciosa meta. Estamos casi a mitad de camino. Continuaremos trabajado duro para atraer a otras instituciones".
Otras voces, sin embargo, sugieren que la estrategia de atraer prestigiosas universidades extranjeras para ayudar a crear la "marca Singapur" en materia de educación no es el camino correcto. Entre las que se instalaron aquí figuran la estadounidense Universidad Johns Hopkins y la escuela de negocios francesa INSEAD.
Por otro lado, dos universidades estatales, la Nacional de Singapur y la Tecnológica Nanyang, figuran entre las 20 más prestigiosas de la región de Asia Pacífico.
Aproximadamente 20 por ciento de los 60.000 alumnos que estudian en las universidades locales son extranjeros y pagan una matrícula, cuyo costo es la mitad del arancel que cobraba la UNSW. Por eso, algunos especialistas creen que sería mejor expandir la capacidad de las instituciones locales.
El episodio de la UNSW también plantea el interrogante sobre si la globalización de la educación es un emprendimiento puramente comercial sin responsabilidad social.
En las declaraciones públicas realizadas tanto por la UNSW como por la Junta de Desarrollo Económico se abordaron principalmente aspectos de viabilidad económica, y se dejó de lado la cuestión de las responsabilidades de una institución educativa.
En artículo publicado en el diario Today, el periodista Meera Sahasranamam destacó que "todo lo hablado sobre la necesidad de balancear riesgos y ganancias sugiere que la escuela era más una empresa comercial que una vía adicional para la búsqueda de conocimiento de los estudiantes".