ECONOMÍA-KENIA: Crecimiento sólo en lo alto

En este año de comicios en Kenia, el logro que sin duda resaltarán quienes aspiran a ser reelegidos es el crecimiento económico estable durante el gobierno de Mwai Kibaki.

Las cifras del gobierno indican que el producto interno bruto aumentó de 0,3 por ciento en 2002, cuando Kibaki llegó al gobierno, a 5,8 por ciento en 2005 y seis por ciento el año pasado.

¿Pero acaso esto se traduce en beneficios para la población en general? Ciertamente, el industrial Manu Chandaria no se queja. Este presidente de Mabati Rolling Mills (MRM), que manufactura láminas de hierro para techos, dice que en estos últimos años aumentaron sustancialmente las exportaciones de sus compañías.

"Así hemos invertido fuertemente en equipamiento y estamos por negociar otra inversión por valor de 30 millones de dólares. Si pensáramos que la economía no es suficientemente buena, no estaríamos pensando en una nueva inversión", explicó Chandaria a IPS.

El ejecutivo de MRM también alega haber contratado a muchos más empleados, pero no hay disponibles cifras sobre la cantidad de puestos laborales creados en esa compañía.
[related_articles]
Samuel Ochieng, presidente de la no gubernamental Red de Información al Consumidor, es menos optimista.

"Quienes disfrutan del crecimiento económico no son de la clase más baja, sino los pocos (miembros de los) estratos más altos, que controlan la economía", dijo a IPS.

Según el informe "Pulling Apart: Facts and Figures of Inequality in Kenya" ("Separando: Hechos y cifras de la desigualdad en Kenia"), el 10 por ciento más rico de Kenia controla más de 42 por ciento de los ingresos, mientras que 10 por ciento más pobre menos de uno por ciento.

Esta publicación fue presentada el año pasado en Nairobi por la global Sociedad para el Desarrollo Internacional.

Havi Murungi, director asociado de investigación de la firma privada Consumer Insight, se hizo eco de los puntos de vista expresados por Ochieng.

"Según mis cálculos, el poder adquisitivo (de los consumidores) todavía es muy limitado. Parece haber poco (dinero) en circulación. Creo que más bienes y servicios están compitiendo por la misma cantidad de ingresos disponibles en los hogares", señaló a IPS.

"Uno de los principales hallazgos en nuestros estudios es que ahora el tiempo de uso de los teléfonos celulares insume una cuota significativa de los ingresos particulares. Si éstos en verdad hubieran aumentado, otras compras de artículos de primera necesidad no bajarían mientras las de tiempo de emisión de comunicaciones suben", explicó.

"El hecho de que los consumidores ahora sean muy sensibles a los precios es también un indicador del limitado poder adquisitivo", agregó.

"Los niveles de pobreza todavía están intactos. Hemos hablado con personas en las calles y dicen que nada ha cambiado en sus vidas", observó Ochieng.

Según el Informe de Desarrollo Humano 2006, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), casi 23 por ciento de los 37 millones de keniatas viven con menos de un dólar por día, y 58 por ciento con menos de dos.

Por su parte, el gobierno insiste en que las cosas están mejorando. La última Encuesta Integrada de Presupuesto de Hogares de Kenia, difundida en abril, señala que 46 por ciento de las personas viven hoy en la pobreza, en comparación con 52,3 por ciento de hace una década.

Estas cifras están basadas en el porcentaje de personas que viven con menos de 74 centavos de dólar por día en las áreas rurales, y con menos de 1,4 dólares por día en las ciudades, según una fuente del Buró Nacional de Estadísticas de Kenia.

Si los beneficios del crecimiento económico son disputados, hay menos controversia sobre qué se necesita para sostener esa bonanza macroeconómica.

El Instituto de Asuntos Económicos, una organización no gubernamental que promueve el debate sobre la reforma económica, indicó que las necesidades de infraestructura también necesitan ser atendidas, así como la inseguridad.

El propio gobierno admite que son comunes los atracos, los robos a mano armada y de automóviles, que preocupan a la comunidad empresarial.

Luego está el siempre presente problema de los sobornos.

"La corrupción grava al sector privado, elevando los costos de hacer negocios, lo que lleva a la falta de inversiones", dijo el embajador de Washington en Nairobi, Michael Ranneberger, en un discurso ante la Cámara de Comercio Estadounidense-Kenia.

"Los altos costos y los desincentivos creados por la corrupción desalientan las nuevas inversiones, tanto nacionales como del exterior, que son vitales para el crecimiento económico de Kenia", apuntó.

Aunque Kibaki llegó al gobierno con la promesa de erradicar la corrupción, su gestión fue acosada por casos de soborno, especialmente el escándalo que involucró a Anglo Leasing and Finance Limited, que puede anticipar las elecciones previstas originalmente para diciembre de este año.

A esta compañía ficticia le otorgaron contratos para brindar un sistema de producción de pasaportes que no pudieran ser falsificados, y para construir laboratorios forenses para la policía.

A la firma se le pagaron millones de dólares, que fueron devueltos poco después que el caso salió a la luz, en 2004.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe