Los casi 1.000 participantes en la Séptima Asamblea Mundial de Civicus, reunida esta semana en Glasgow, evalúan cómo defender a quienes defienden los derechos de la sociedad civil.
Los miembros de Civicus, la alianza internacional para la sociedad civil con sede en Johannesburgo, a los que se sumaron otras organizaciones no gubernamentales ajenas a la coalición, debaten su apoyo a una propuesta de declaración sobre la defensa de los derechos de los activistas.
Y hay mucho que defender.
"Muchos miembros de la sociedad civil y organizaciones se manifiestan, a menudo críticamente, sobre los gobiernos. Estamos muy preocupados por los activistas amenazados, arrestados y asesinados", dijo a IPS Clare Doube, de Civicus.
Un ejemplo reciente fueron "los ataques contra abogados que defendían a activistas en Zimbabwe", señaló. La reunión de Civicus se concentra particularmente en dos etíopes encarcelados por unirse a una manifestación pacífica para apoyar la lucha contra la pobreza.
Los dos etíopes, Daniel Bekele y Netsanet Demissie, son coordinadores del Llamado Global a la Acción contra la Pobreza (GCAP). Demissie preside la Organización para la Justicia Social en Etiopía, y Bekele es gerente del capítulo etíope de ActionAid International. Ambos fueron detenidos en noviembre de 2005.
En su inauguración, la asamblea mundial de Civicus dejó dos sillas vacías en el escenario. En ellas se colocaron las fotografías de Bekele y Demissie para recordar los peligros con que se enfrentan los miembros de la sociedad civil cuando se manifiestan.
Una jaula en la que algunos voluntarios pasaron algún tiempo, ubicada en la sede de la asamblea, sirvió para ilustrar el riesgo. Pero está pendiente un debate sobre si la sociedad civil debería hacer algo concreto para impedir nuevas amenazas contra los activistas.
En definitiva, Bekele y Demissie fueron encarcelados por hablar de los derechos de otros.
Civicus llamó la atención sobre otros casos: Chen Guangcheng fue sentenciado a más de cuatro años de prisión en China el año pasado por apoyar a aldeanos que se oponían a una campaña gubernamental de esterilizaciones y abortos forzados.
También hubo mujeres encarceladas en Irán por protestar contra leyes que discriminan a la población femenina.
Civicus hace campaña en favor, entre otros, del líder indígena Diego Arcos Meneses, arrestado en México el 17 de febrero, por Raquel Castro, de la Asociación de Maestros de Arauca, en Colombia, detenida desde agosto de 200,5 y por Mutabar Tojiboyeva, presidente de la organización de derechos humanos Ardent Hearts en Uzbekistán, condenada el año pasado a ocho años de prisión.
"Y todo esto es solamente la punta del iceberg", dijo Doube. "Estamos explorando maneras de proteger mejor a las organizaciones y los activistas de la sociedad civil."
Una propuesta es establecer un estatuto para los derechos de la sociedad civil. "Actualmente no hay ningún documento que trate específicamente estos temas", pues las declaraciones de derechos existentes "no contemplan los de los activistas de la sociedad civil como colectivo", explicó.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch están haciendo un gran trabajo, pero tienen amplias atribuciones, dijo Doube.
"Estamos mirando el espacio dentro del cual la sociedad civil funciona. Estamos mirando su derecho a la reunión y a la asociación, y luego hallando una voz para ella", agregó.
Pero otros activistas no están convencidos sobre la necesidad de un nuevo estatuto de derechos para la sociedad civil.
"Una declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptada en 1998, sobre quienes defienden los derechos humanos, cubre esta necesidad", dijo a IPS Mary Lawlor, de la organización Front Line, con sede en Dublín.
"Eso pondría en peligro el derecho a defender a otros de modo individual", añadió.
Front Line se concentra en apoyar a individuos comprometidos en la defensa de los derechos de otros. "Podría ser cualquiera, dependiendo de su actividad en el momento. Periodistas, sindicalistas, abogados, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos", dijo Lawlor.
La organización establece canales de comunicación seguros con activistas que los necesitan, y ejerce presión en su nombre. En nueve casos coordinó la transferencia inmediata a otro país de defensores que se encontraban en peligro.
También mantiene un número telefónico de emergencia las 24 horas, que funciona en cinco idiomas. El grupo está más entusiasmado con servicios específicos como éste, que con un nuevo estatuto.
Precisamente, un nuevo estatuto fue propuesto por primera vez en 2004. Pero fue considerado de modo más activo a partir de los recientes ataques contra miembros de la sociedad civil, y es debatido extensamente en la reunión de Civicus que se lleva a cabo en Glasgow. ***** +DESARROLLO-KENIA: Sociedad civil quiere mejor difusión (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40998) +KUMI NAIDOO: El apartheid económico mundial (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40917) +Séptima Asamblea Mundial de Civicus, en inglés (http://www.civicusassembly.org/) +TerraViva – Asamblea Mundial de Civicus, en inglés (http://www.ipsterraviva.net/tv/civicus2007/) +ActionAid International, en inglés (http://www.actionaid.org/)
(FIN/IPS/traen-js-mj/ss/ld/wd hd cs dv/07)