El líder del separatista Parti Québécois (Partido Quebequés, PQ) André Boisclair, renunció esta semana, tras meses de soportar intensas críticas por los pésimos resultados que logró el sector en las últimas elecciones.
El PQ quedó en tercer lugar en las elecciones provinciales del 26 de marzo, el peor desempeño del partido desde su fundación, hace 40 años, por el carismático ex periodista René Lévesque.
Quebec posee una cultura francófona distinta del resto de Canadá. El movimiento separatista moderno ganó un enorme espacio a fines de los años 60.
El PQ había sido derrotado por el voto de 60 por ciento de los quebequenses en el referendo por la secesión en 1980. En 1995, la opción soberanista obtuvo en otra consulta un apoyo de 49,6 por ciento.
En las elecciones de marzo pasado, el líder de Acción Democrática Populista, Mario Dumont, partidario de una mayor autonomía para Quebec dentro de Canadá, se convirtió en el líder de la oposición en la nueva minoría de la Asamblea Nacional.
Esa posición, así como sus críticas a la desregulación inmigratoria y la tolerancia cultural, fue clave para avanzar entre los votantes suburbanos y birlarle sufragios al PQ.
"El artículo número uno del PQ es convertir Quebec en un país", dijo a la CBC Denis Lazure, ex ministro provincial de ese partido. "Es un programa complicado, así que se necesita a alguien que tenga una buena cuota de madurez política."
Gilles Duceppe, líder del Bloc Québécois, expresión del PQ en el ámbito federal canadiense, es el favorito para reemplazar a Boisclair.
"La renuncia de Boisclair se esperaba. Tenía que dimitir tarde o temprano tendría. El PQ tiene la reputación de tragarse a sus líderes", dijo a IPS Laurent Dobuzinskis, profesor de ciencia política en la Universidad Simon Fraser.
"Se desempeñó mal en las elecciones, pero esto ocurrió antes de lo que uno hubiera pensado. Boisclair ingresó en una batalla mediática con Duceppe que no pudo ganar", aseguró Dobuzinskis.
Dobuzinskis agregó que Boisclair desaparecería durante los próximos años del paisaje político de Quebec.
El ex líder del PQ fue criticado participar en maniobras mediáticas superficiales, entre ellas una parodia que ridiculizaba al presidente estadounidense George W. Bush y al primer ministro canadiense Stephen Harper basada sobre la película "Secreto en la montaña" ("Brokeback Mountain"), una historia de amor homosexual.
Aunque Boisclair apeló a un electorado urbano más joven, su figura terminó volviéndose demasiado controversial para los quebequeses de los suburbios.
Consultado sobre si Gilles Duceppe estaba mejor posicionado para asumir el liderazgo del PQ, Doubouzskis respondió a IPS que
"Suena cada vez más probable que Duceppe ingrese en la carrera" por el liderazgo del PQ, dijo Doubouzskis a IPS. "Ahora se ubicó claramente para ese puesto. El partido y el movimiento separatista afrontan desafíos difíciles, pues Mario Dumont no se definió como soberanista ni como federalista tradicional. El movimiento separatista necesita reinventarse."
La oficina de Gilles Duceppe declaró a IPS, a través de un correo electrónico de su portavoz, Karin Sauve, que "desafortunadamente, el señor Duceppe no le concede a nadie entrevistas individuales sobre este asunto".
Mientras, esta semana el primer ministro de la provincia de Quebec, Jean Charest, del Partido Liberal, dio a su agenda de gobierno un viraje hacia la derecha. El periódico canadiense Globe and Mail informó que el funcionario prometió reducir impuestos y llegar a un acuerdo de libre comercio con la provincia de Ontario.
Charest, que encabeza el primer gobierno provincial en minoría en un siglo, también prometió estrechar vínculos con la Unión Europea.
El primer ministro intentará permanecer al frente del gobierno al menos 18 meses, y será anfitrión de la Cumbre de la Francofonía en Quebec en el otoño boreal de 2008.
Durante la campaña electoral, Charest subrayó la crisis de identidad que enfrenta Quebec y también se refirió a las tensiones con los inmigrantes.
En su discurso de investidura, Charest alegó que "nacer en Quebec es buena suerte, inmigrar a Quebec es un privilegio. Integrar a los inmigrantes es una responsabilidad. Es un gesto recíproco".
Charest dijo que los inmigrantes deben abrazar los valores de Quebec, entre ellos la equidad de género y la separación entre el Estado y las iglesias.
Tradicionalmente, el movimiento separatista selló alianzas con grupos izquierdistas en sindicatos y activistas sociales.
Con el viraje a la derecha del gobierno provincial, el ala centroizquierdista del PQ, encabezada por el ex sindicalista y ex activista Duceppe, corre con ventaja en la carrera por el liderazgo interno.
El ex parlamentario federal quebequense Michel Gauthier dijo que Duceppe es el líder perfecto para un partido que necesita afianzar disciplina y revitalizar su agenda.
"Es extremadamente popular y tiene una experiencia muy sólida. Es un parlamentario de primer orden y un líder reconocido nacionalmente", afirmó Gauthier.
En un escenario en que Duceppe posiblemente abandone la política federal para asumir el liderazgo del PQ, el Bloc Québécois también se someterá a una competencia para definir el suyo.
Observadores políticos canadienses escribieron que el federal Partido Conservador, con sus vínculos con Mario Dumont, puede beneficiarse de este incierto clima político.
Las elecciones federales están previstas para el otoño boreal de este año. ***** +ELECCIONES-CANADÁ: Ambigüedad sobre 11/9 aborta candidatura (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40876)
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