CINE-ARGENTINA: Los independientes también ríen

¿Quién dijo que el cine independiente prefiere apostar a ásperos cuestionamientos de lo establecido? Para desterrar ese prejuicio, como dicen los organizadores de la muestra internacional que se celebra cada año en la capital argentina, esta nueva edición tendrá una sección de comedias.

"La comedia es uno de los géneros más difíciles y en el cine independiente hay algunas increíbles, hechas con nada de dinero", destacó en entrevista con IPS Javier Porta Fouz, uno de los programadores artísticos del festival y encargado de organizar esta sección con 12 producciones procedentes de Canadá, Estados Unidos, Irán, Japón, Rusia y Uruguay.

"En las ediciones anteriores había pocas, pero las que había eran un éxito de público y de crítica, por eso creemos que hay que terminar con ese preconcepto de que el cine independiente sólo hace producciones serias, graves", indicó.

"Lo hicimos con una sección especial que se llama ‘La comedia independiente’", añadió.

El IX Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, más conocido como BAFICI y organizado por el gobierno de la ciudad, se inauguró este martes con la proyección de "Bamako", del mauritano Abderrahmane Sissako, y finalizará el 15 de este mes con el estreno de la comedia argentina "La Antena", de Esteban Sapir.

Desde que comenzó en 1999, este festival no hace más que crecer en variedad de películas, diversidad de países participantes y géneros, así como en cantidad de salas de exhibición y de taquilla. En la anterior edición fueron 234.000 los espectadores, el doble que en la primera.

En esta oportunidad se agregarán a las salas céntricas habituales exhibiciones en barrios.

En total se proyectarán 470 películas en los 13 días, la mayoría largometrajes. Sobre ese total, 74 son estrenos nacionales, dividiéndose en igual cantidad los largos y cortos metrajes, muchos de ellos óperas primas tanto de jóvenes realizadores como de directores ya consagrados.

"La cantidad y calidad de películas argentinas es una de las novedades de este festival", remarcó Porta Fouz. Y no es que el festival no las incluyera anteriormente, sino que esta vez muchas de ellas prometen, por su calidad y la trayectoria de sus realizadores, ser grandes éxitos en el circuito comercial.

Como en otras ocasiones, esta edición ofrece además retrospectivas y ciclos de rescate como el de la obra del brasileño Joaquim Pedro de Andrade y la del comediante francés Luc Moullet, además de los ya tradicionales encuentros de productores y realizadores en laboratorios, para empujar películas en elaboración.

Habrá una sección competitiva internacional con 20 largometrajes, de los cuales tres son estrenos argentinos. Las demás vienen de Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Cuba, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, México, Noruega, Portugal, Rumania y Turquía.

Hay asimismo una competencia de producciones locales con 10 estrenos y otras tres películas que se presentan fuera de la competencia en la misma sección, una de las cuales es "El gran simulador", de Eduardo Montes-Bradley, una ácida crítica al rechazo argentino a la instalación de una fábrica de celulosa en la costa uruguaya de un río limítrofe.

Habrá un capítulo de "Noches Especiales" con la proyección de "Copacabana", del argentino Martín Rejtman ("Los guantes mágicos"), y otra con un estreno de Fernando "Pino" Solanas, el célebre realizador de "El exilio de Gardel" (1985) entre otras laureadas películas.

Solanas presentará por primera vez en su país "Argentina latente", la tercera y más esperanzadora película de su tetralogía sobre la historia contemporánea Argentina que comenzó con "Memorias del saqueo" (2001) y "La dignidad de los nadies" (2004) y que culminará con "Los hombres que están solos y esperan".

Entre los temas del festival, son tantos y tan diversos como los autores y sus variadas procedencias. Pero hay algunos tópicos que habían asomado apenas en otras ediciones y ahora irrumpen con más vigor, como la puesta en duda sobre algunos símbolos entronizados por el cine progresista.

Un ejemplo de esta novedad es "M", ópera prima del argentino Nicolás Prividera, quien intenta rastrear el destino final de su madre, desaparecida durante la última dictadura militar (1976-1983). En esa búsqueda cuestiona la versión que, en otros filmes del nuevo cine, sacraliza la vida de los militantes izquierdistas de los años 70.

En esa misma línea, y sin entregar a cambio verdades acabadas, la directora mexicana criada en Cuba, Camila Guzmán Urzúa, promete levantar polvareda con "El telón de azúcar", que pone en debate la verdad sobre la utopía revolucionaria que se transmite a los niños cubanos.

Otra que ironiza con un tema político es "Bucarest 12:08", una película rumana que elige un show de televisión para recordar la caída del régimen comunista de Nicolae Ceausescu en 1989, y está también "AFR", una danesa que desafía los límites de la tolerancia en su país al plantear el (hipotético) asesinato del actual primer ministro Anders Fogh Ramussen a manos de un presunto amante gay despechado.

"Me parece que este año se romperán algunos tópicos reiterativos del cine independiente", prometió el director del festival, Fernando Peña, y anunció que habrá propuestas "más raras, algunas radicalizaciones políticas, y otras que han encontrado un camino estético interesante", comentó en vísperas de la apertura.

Otros realizadores optaron por películas que parecen reflexionar sobre el propio quehacer. Por ejemplo, se espera una polémica en torno al estreno de la argentina "UPA Una película argentina", de un grupo de cineastas jóvenes, que es una crítica del "nuevo cine argentino" más preocupado por conseguir fondos que por su contenido.

Se verá también "Estrellas", que documenta la tarea de un grupo de actores formados en un barrio de emergencia de Buenos Aires. El grupo ofrece locaciones para filmes que necesiten "casas para secuestros" o "lugares donde se venden drogas", y ofrece a los mismos habitantes del barrio para "hacer de pobres" en el cine.

Pero sin dudas la mayor sorpresa de este festival serán sus comedias, que participarán en una sección especial, aunque también se podrán ver a lo largo de todos los capítulos que ofrece la vasta programación y las retrospectivas.

Entre las destacadas hay tres de Canadá: "Corre, Robert, Corre", una parodia sobre la robótica que desplaza a los trabajadores, "Porción de Vida", un monólogo de 14 minutos sobre la vida y el mundo en boca de un repartidor de pizza a domicilio, y "Cuentos de la Rata Fink").

También se anuncian las producciones estadounidenses "Este mundo asqueroso", "Para su consideración" y "Bien despierto", y la iraní "Hombres trabajando", donde los protagonistas son aburridos ejecutivos de clase media.

Habrá además dos de Japón. Una es "Sueño de un día de perros", de una pareja sin empleo que debe convivir muchas horas en un minúsculo apartamento, y la otra es "Salto de esquí en parejas", una improbable competencia de este tipo y en un solo esquí en la nieve.

Rusia estará presente con "El calor de las ternuras", sobre personajes en la playa, y Uruguay con "La Cáscara", que se ríe del mundo artificial que muestra la publicidad.

En sus comedias, los cineastas se burlan incluso de las penurias del sistema establecido apelando al absurdo y al humor, con inteligencia, y sobre todo con muy, muy poco dinero, uno de los requisitos no buscados por los realizadores independientes que rechazan los condicionamientos de la gran industria.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe