UNIÓN EUROPEA: Accionista de Suez en conflicto de intereses

Organizaciones no gubernamentales reclaman al responsable de la asistencia de la Unión Europea (UE) que no renueve el contrato del empresario que lo asesora sobre el papel del sector privado en el desarrollo de África.

El comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, contrató como asesor al también belga Etienne Davignon, importante accionista de la mayor compañía privada de agua del mundo, Suez.

El contrato de Davignon por un año con la Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE, vence este fin de semana, y varias organizaciones consideran que no debe renovarse debido al conflicto de intereses.

"La administración de los servicios de agua en manos del sector privado, en especial en los países en desarrollo, es un asunto muy controversial", señaló Vicky Cann, de la organización Movimiento Mundial para el Desarrollo, con sede en Londres.

"En ese contexto, nos parece excesivamente problemático que un miembro de Suez ejerza la función de asesor especial del comisario europeo de Desarrollo", explicó.

Cann redactó una carta a Michel para recomendarle no renovar el contrato de Davignon por otros 12 meses y buscar un asesor especializado en cómo lograr que las empresas estatales lleven agua a los pobres.

La misiva también fue suscrita por representantes de la Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP), y las no gubernamentales ActionAid y Amigos de la Tierra Internacional.

Los integrantes de la campaña alegan que Suez podría beneficiarse de otro proyecto de miles de millones de euros que prepara la Comisión Europea.

La Asociación UE-África para Infraestructura otorgará a fines de año fondos a varias compañías privadas para proyectos vinculados con el agua y la energía, entre otros sectores.

Davignon, también ex miembro de la Comisión, integra el directorio de Suez y posee más de 11.000 acciones de esta compañía franco-belga, que ascienden a uno 467.000 dólares.

Sus funciones como asesor de Michel se refieren a las relaciones entre la UE y África y al papel del sector privado en el desarrollo.

Michel defendió enérgicamente su decisión de contratar a Davignon, un amigo personal de larga data.

"Como los otros comisarios, me gusta consultar a destacadas personalidades relevantes para mi trabajo", declaró Michel. "Quizás las organizaciones no gubernamentales consideran que tienen el monopolio de la verdad, pero yo creo que es útil no privarme de la experiencia ajena".

También sostuvo que nunca discutió cuestiones vinculadas al agua con Davignon.

"No es convincente", dijo a IPS desde Bruselas Olivier Hoedeman, del Observatorio Europeo de Corporaciones, dedicado a controlar las actividades de las empresas.

"Cuando repasas los diversos programas de asistencia al desarrollo de la UE en África, se ve un fuerte énfasis en cuestiones de infraestructura, incluyendo agua y electricidad", indicó.

"Suez tiene fuerte presencia en varios países africanos. Así que es de esperar que el asesoramiento de Davignon gire en torno a ese aspecto. Sería lo lógico", dijo Olivier.

Los impulsores de la campaña sostienen que Suez no cumplió sus promesas de brindar agua potable a los pobres.

Por ello tuvo que abandonar los proyectos que tenía en Argentina y Brasil, mientras que sus contratos en Filipinas, Uganda y Sudáfrica terminaron antes de lo previsto o tuvieron serias dificultades.

"Esas experiencias muestran a las claras que la expansión comercial de Suez no concuerda con los intereses de los pobres de África ni de otras naciones en desarrollo", sostuvo Cann.

Davignon es uno de los cuatros asesores externos de la Comisión contratados por Michel.

Los otros son el premio Nobel y fundador del Banco Grameen, Muhhamad Yunus, el político malí Sy Ousmane y el ex funcionario de la UE Dieter Frisch, también miembro de la organización no gubernamental Transparencia Internacional.

El entusiasmo mostrado por la Comisión en la promoción del papel del sector privado en el desarrollo fue duramente criticado por los responsables de la campaña, quienes señalaron que deberían aprender de otros grandes contribuyentes al desarrollo.

En la conferencia internacional sobre agua realizada el año pasado en México, el Banco Mundial admitió que sus expectativas acerca de que las privatizaciones de ese servicio beneficiarían a los pobres no se materializaron.

El Observatorio acusó a Michel de cambiar su postura a este respecto.

Poco después de asumir su cargo en 2004, Michel dijo al Parlamento Europeo que él consideraba que no debía privatizarse el agua en las naciones pobres como parte de los esfuerzos para liberalizar el comercio internacional.

El portavoz de la Comisión, Amadeu Altafaj, calificó de "fundamentalistas" las críticas a Michel.

"Aunque parezca mentira, esas acusaciones no proceden de la población de los países que se benefician de la asistencia de la UE", dijo Altafaj a IPS. "Lo que hacemos es fomentar al sector privado a involucrarse en cuestiones de desarrollo en general, y no sólo en las vinculadas con el agua."

"Si pretendes administrar empresas de ese sector con unos pocos accionistas, que a veces no tienen la capacitación necesaria, entonces estás condenado al fracaso", sentenció. "Tenemos que discutir con la mente abierta, como lo hace cualquier otro donante en el mundo."

Pero el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) calculó en 2003 que más de la mitad de la población urbana de algunos países pobres dependen de compañías privadas para obtener agua, la cual suele ser más cara en ese caso que cuando son empresas estatales las que brindan el servicio.

Desde hace algunos años, se concibe el acceso al agua potable como un derecho humano básico. Gran Bretaña, por ejemplo, emitió el año pasado una declaración pública que así lo establece.

Pero, según estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 1.000 millones de personas en el mundo siguen consumiendo agua contaminada y 2.600 millones, 40 por ciento de la población mundial, carecen de saneamiento básico.

Todos los días mueren 4.000 niños y niños a causa de la diarrea provocada por la falta de higiene y la escasez de agua potable.

El WDM advirtió que uno de los desafíos clave para combatir la pobreza es volcarse al sector público para mejorar el acceso al agua, dado que 90 por ciento de la que circula por las cañerías del mundo es propiedad de los estados.

Esa organización reconoce que las empresas públicas pueden ser ineficientes, pero señala que el sector privado "no demostró estar mejor capacitado para afrontar esos problemas".

***** + Movimiento Mundial para el Desarrollo, en inglés (http://www.wdm.org.uk/) + Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (http://www.epsu.org/m/171) +ActionAid, en inglés (http://www.actionaid.org/) + Amigos de la Tierra, (http://www.foei.org/esp/index.php) + Corporate Europe Observatory, en inglés (http://www.corporateeurope.org/) (FIN/IPS/traen-vf-mj/dc/ss/eu af dv pr/07)

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