SOMALIA: Ordenar el caos en medio de la masacre

El primer ministro interino de Somalia, Alí Mohammed Gedi, solicitó a la comunidad internacional 42 millones de dólares para afianzar la seguridad en Mogadiscio y realizar una conferencia por la reconciliación entre los bandos armados de su país.

Gedi formuló su pedido "a los miembros de la comunidad internacional, socios y amigos de Somalia" el miércoles 14 en la capital de Kenia, donde se reunió con representantes de los donantes.

"Queremos que nos ayuden en nuestros esfuerzos para lograr una reconciliación completa, gobernanza y una paz duradera en Somalia", dijo el gobernante a la prensa, luego de la reunión.

El gobierno prevé que el Congreso de Reconciliación Nacional reúna a unos 3.000 somalíes de todos los sectores sociales, incluidos líderes de clanes y facciones, políticos, empresarios, representantes de comunidades religiosas y ciudadanos que viven en la diáspora.

Se prevé que la reunión comience el 16 de abril en Mogadiscio y se extienda por dos meses, durante los cuales los delegados abordarán todos los aspectos del conflicto que se inició con el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre (1969-1991).

"La reconciliación nacional es importante para sanar las heridas causadas por el conflicto civil y para consolidar el camino hacia la reconstrucción y el desarrollo de Somalia", señaló Gedi.

"Estamos seguros que de la conferencia surgirá una paz duradera. La anhelamos porque sabemos que transformará a Somalia", dijo a IPS el ministro de Reconciliación, Mohammed Abdi Hayir.

El colapso del gobierno de Siad Barre abrió paso a luchas entre facciones que dejaron miles de personas muertas y desplazaron a muchas más, mientras Somalia pasaba más de una década sin un gobierno central.

Varios intentos fallidos de restaurar el orden en el país fueron seguidos por la creación de un gobierno de transición en 2004.

Pero la persistente inseguridad obligó al nuevo gobierno a instalarse en la meridional localidad de Baidoa y no en la capital, y también impidió que funcionarios interinos extendieran su autoridad más allá del poblado.

En noviembre de 2005, Gedi sufrió un atentado en Mogadiscio. El año pasado, el presidente interino Abdullahi Yusuf sobrevivió a un ataque suicida en Baidoa.

A mediados de 2006, la Unión de Cortes Islámicas (UCI) logró lo que el gobierno no había podido: controlar la capital y grandes partes de Somalia meridional.

La UCI, cuya finalidad es crear un Estado islámico, fue derrotada por fuerzas de seguridad del gobierno interino apoyadas por soldados etíopes, en una campaña que comenzó hacia fines del año pasado. Ahora, una fuerza de mantenimiento de la paz de la Unión Africana se despliega en Somalia.

Pero Mogadiscio está en el centro de la escalada de violencia.

Yusuf se mudó a la capital el martes, el día después de que el parlamento votó para que todo el gobierno se reubicara a Mogadiscio. Su residencia fue blanco de un ataque de mortero apenas horas después de su llegada.

El gobierno informó que este incidente dejó dos muertos, pero residentes en el área aseguraron que, en realidad, fueron 15. Yusuf salió ileso.

Fuerzas del gobierno interino y etíopes fueron atacadas por insurgentes en Mogadiscio. Muchos somalíes sienten antipatía por Etiopía. Entre ambos países hay una historia de relaciones tensas.

También se dice que un avión que transportaba efectivos de paz ugandeses recibió disparos la semana pasada, lo que provocó el incendio del aparato cuando se aprestaba a aterrizar en la capital.

Esa violencia comenzó a cobrarse víctimas incluso entre quienes no quedaron atrapados en el fuego cruzado.

"La mayoría de los residentes en Mogadiscio parecen preocupados, desesperados e indefensos. La mayor parte de los servicios, como el transporte, fueron afectados, y las personas apenas pueden aventurarse a salir", informó desde allí a IPS un habitante de la capital somalí.

"La población comenzó a escapar. Yo encontré gente en el estado de Sheikh Suffi, que también fue atacado por morteros, huyendo con ropa de cama sobre sus cabezas hacia el pueblo de Barawe, a unos 40 kilómetros de Mogadiscio", agregó la fuente. "Todos están tensos y preocupados a causa del bombardeo indiscriminado, que no cesa."

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados calcula que 40.000 personas huyeron de la capital en febrero, como resultado de los disturbios.

Las autoridades somalíes culpan a los remanentes de la UCI por la insurgencia en Mogadiscio, y renuevan sus alegatos de que los tribunales tienen filiación terrorista.

Tanto Etiopía como Estados Unidos plantearon preocupaciones sobre posibles vínculos entre la Unión y la red terrorista Al Qaeda, del saudita Osama bin Laden. Pero la UCI rechazó estos cargos.

"Durante los ataques (de la UCI), ellos contaron con el apoyo de organizaciones terroristas que todavía intentan alimentar a la insurgencia. Pero no tendrán éxito", dijo Gedi, señalando que 4.000 efectivos de la fuerza nacional estaban en la capital para crear estabilidad.

Se prevé que 8.000 soldados de la Unión Africana tomen el control de instalaciones clave en Mogadiscio, aunque todavía no fueron desplegados todos, según informes. ***** +SOMALIA: Nuevo escenario para guerra de Bush (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39893) +SOMALIA: EEUU busca frenar a islamistas y añade tensión (https://www.ipsnoticias.net/interna.asp?idnews=39482)

(FIN/IPS/traen-js-mj/jm/jh/af ip hd/07)

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