¿Cuál es la relación que existe entre arte y género en Chile? Ésta es una de las preguntas que invita a responder la exposición «Handle with care» (Manéjese con cuidado), que se exhibe en esta capital con obras de 26 mujeres jóvenes. Detrás de la muestra hay un inédito equipo de tres curadoras.
El título de la muestra da cuenta de una serie de ironías que cruzan la vida de las mujeres en general y de las artistas en particular, explicaron a IPS Yenniferth Becerra y Soledad Novoa, dos de las curadoras de esta exposición, que estará abierta hasta el 12 de abril en el Museo de Arte Contemporáneo, dependiente de la estatal Universidad de Chile, en la zona norte de la capital.
Por lo general, a las cajas de exportación que contienen productos delicados se les pegan etiquetas que dicen "Handle with care". Con esta frase en inglés, las curadoras contraponen la idea de la fragilidad como característica asociada a las mujeres a la realidad verificable de la voluminosa producción artística de las chilenas.
También es una forma de llamar la atención de críticos y espectadores, a quienes invitan a descubrir con detenimiento lo que hay detrás de estos trabajos. Decidieron utilizar el idioma inglés para instalar en el debate el creciente "anhelo de internacionalización" de las autoras y autores chilenos, explicaron las curadoras.
Del total de las artistas convocadas —cuyas edades oscilan entre los 26 y los 37 años—, dos son de la central región de Valparaíso y el resto de la capital.
Isidora Correa, Manuela Viera Gallo, Paloma Villalobos, Francisca García, Teresa Aninat, Catalina Swinburn, Alejandra Prieto, Paola Podestá, Claudia Aravena, Carolina Saquel, Hilda Yáñez, Catalina Bauer y Catalina Gelcich son algunas de ellas.
La mayoría de las obras que integran "Handle with Care: Mujeres artistas en Chile 1995-2005" son de gran formato y están desarrolladas en distintos soportes, como cinta de vídeo, objetos y placa fotográfica, entre otras.
Las lecturas que se pueden hacer de cada obra son variadas: hay desde referencias autobiográficas hasta cuestionamientos sobre la identidad, pasando por temáticas como la manipulación de los medios de comunicación y la violencia intrafamiliar. Pero no hay tópicos "femeninos" presentados directamente, dicen las curadoras.
Por ejemplo, para su obra "Anomalías de laboratorio", Paloma Villalobos reveló en más de 600 laboratorios distintos dos fotografías que retratan el mar. Luego pegó las imágenes sobre la pared una al lado de la otra, dándoles la forma de dos grandes cuadros.
¿El resultado? La misma escena repetida cientos de veces, pero en tonalidades diferentes debido a las diversas técnicas de revelado empleadas. "Es un ejercicio pictórico de color", que a la vez cuestiona la noción de realidad, explicó Becerra.
Hace más de un año, esta curadora, quien es una reconocida artista visual, invitó a la codirectora de la capitalina Galería Metropolitana, Ana María Saavedra, y a la historiadora del arte Soledad Novoa a formar un equipo de curadoras para montar una exposición de mujeres.
El proyecto se hizo realidad gracias al aporte financiero que recibieron del gubernamental Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart) y la contribución de algunas instituciones privadas.
"En estos últimos 10 años han pasado muchas cosas en el medio artístico nacional", comentó Novoa, explicando el lapso de tiempo elegido.
"Ha habido una tremenda explosión de escuelas de arte y un gran afán por desarrollar la carrera artística desde muy joven. Han aparecido ciertas galerías que no tienen un fin comercial sino de difusión cultural, además de la internacionalización de la plástica chilena debido en parte a la exigencia de las políticas públicas y en parte a los proyectos de autogestión", detalló la historiadora de arte.
También destacó el papel jugado por el Fondart —creado en 1990— en el financiamiento de numerosos proyectos artísticos.
Sobre el trabajo de curaduría expresó su satisfacción. "Ha sido un ejercicio y una experiencia sumamente interesante porque son tres miradas de mujeres de ámbitos del arte muy distintos", señaló Becerra, quien también expone una de sus obras.
Novoa, en cambio, va más allá. "En general, la curaduría en Chile está en manos de hombres. Siempre la figura del curador tiende a asociarse con una figura de poder y del género masculino, entonces eso es lo que nosotras intentamos desbaratar".
"La exposición no parte de una tesis ni de que se busque obras para ilustrarla, el cual es un ejercicio absolutamente de poder, sino que intentamos elegir ciertos trabajos que nos permitieran desplegar un campo de discusión", explicó la historiadora.
"Más que un concepto, lo que quisimos poner sobre la mesa fue una serie de interrogantes como ¿qué ocurre con los sistemas de producción de las artistas mujeres?, ¿qué sucede con la autogestión?, ¿cómo operan las obras de las chilenas?, ¿cuál es la relación entre arte y género en Chile?", expuso Becerra.
Llama la atención que la mayoría de las expositoras presentan obras de gran volumen a partir de pequeños fragmentos. Por ejemplo, uno de los trabajos consiste en un enorme mapa del mundo formado por 2.600 bolsas de agua colgadas al muro.
"Yo creo que tiene que ver un poco con la vida de la mujer. Muchas de ellas trabajan en sus casas y no tienen espacios para hacer grandes obras. Es algo cotidiano, pero que comienza a determinar que tú empieces a desarrollar todo una obra en serie", reflexionó la artista.
"En Chile siempre hubo muchas artistas mujeres, desde que se abrió la academia en 1849 hasta ahora. Pero esta producción absolutamente significativa, tanto en cantidad como en calidad, no ha ido de la mano de una preocupación teórica o historiográfica por analizarla desde una perspectiva de género, como ha pasado en la literatura", concluyó Novoa.
En el marco de la exposición, se realizarán tres mesas redondas sobre la producción artística de mujeres, la curaduría, y la relación entre arte y género, las cuales están programadas para el 10, 11 y 12 de abril.
En ellas participarán como conferencistas la artista mexicana Teresa Margolles, la teórica chilena Nelly Richards y la curadora del Museo Brooklyn de Nueva York, Maura Reilly.
Precisamente, en el Museo Brooklyn se inaugurará el 23 de este mes una exposición vinculada también con las mujeres. La muestra, llamada "Global Feminisms" ("Feminismos globales"), contará con artistas de todos los continentes.
Tanto el proceso de montaje de la exposición "Handle with care" así como el debate que se genere en las mesas redondas quedarán registrados en un catálogo que se publicará a mediados de este año.