Detrás del auge de las exportaciones agropecuarias del Mercado Común del Sur (Mercosur), los países del bloque afrontan un reto ambiental: la mitad de los gases invernadero que liberan en la atmósfera proceden del campo.
Pero expertos de Argentina diseñaron un plan para reducir hasta 30 por ciento la emisión de metano en el proceso digestivo del ganado.
"La solución es una dieta equilibrada entre las pasturas y el alimento balanceado, aditivos para mejorar la digestión animal y un manejo más eficiente del rodeo", dijo a IPS Roberto Gratton, del equipo de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) que realizó la investigación.
El estudio, titulado "Mitigación de las emisiones a través de la reducción de las emisiones de metano entérico", contiene abundante información sobre los gases que emite la actividad agropecuaria argentina, pero también en Brasil, Paraguay y Uruguay, socios del Mercosur junto con Venezuela.
El plan es clave para aumentar la productividad del sector y reducir las emisiones de metano, uno de los gases a los que la mayoría de los expertos en clima atribuyen el recalentamiento del planeta.
[related_articles]
Según el estudio de Unicen, 48 por ciento de los gases de efecto invernadero que emiten Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay proceden del sector agropecuario.
El recalentamiento planetario se asocia generalmente al dióxido de carbono, gas liberado por la quema de combustibles fósiles. Alrededor de 73 por ciento de las emisiones globales proceden de ese proceso, y en el caso de Estados Unidos —el mayor emisor— el porcentaje sube a 84.
Pero en países con menor desarrollo y fuerte actividad agrícola, las proporciones cambian. En el Mercosur, cuyo sector rural vive un periodo de expansión gracias a la exportación de alimentos, la preocupación radica en el campo.
El coordinador del inventario argentino de fuentes de emisión de gases invernadero, Osvaldo Girardín, confirmó a IPS esos datos, pero aclaró, que a diferencia de otros países y áreas del mundo en desarrollo, en el Mercosur "los bosques aún son vastos y no se usa biomasa como combustible".
Esto permitiría compensar en parte la contaminación rural, pues los bosques actúan como sumideros de carbono. De todos modos, las propuestas de reducción de emisión de gases en la ganadería son de fácil aplicación y elevarían la eficiencia.
El ganado vacuno criado "a campo", que brinda carne de alta calidad, emite gran cantidad de metano, otro poderoso gas de efecto invernadero.
"Noventa y seis por ciento de ese gas se genera durante la digestión en el rumen, que es el primer estómago del animal, y se emite por vía oral a través de eructos", explicó Gratton.
Para realizar la medición, los técnicos de Unicen utilizaron un dispositivo ya usado en Nueva Zelanda para recoger muestras de aire cerca de la boca del animal.
"Se trata de un primer estudio que habría que repetir en las distintas regiones del país, donde las condiciones de pastoreo y alimentación varían", remarcó.
Sobre la base de los datos obtenidos, los técnicos hicieron sugerencias para mejorar la eficiencia de la producción.
"Son soluciones sencillas que permitirían bajar hasta 30 por ciento las emisiones. Al productor le conviene aplicarlas, porque habría una menor pérdida de energía del animal y una mayor productividad", añadió Gratton.
El técnico explicó que la tecnología para obtener información sobre emisiones se probó en Uruguay con un solo animal, no en forma sistemática, y en Brasil hay un pequeño experimento sobre estos desarrollos.
En cambio, los estudios argentinos, realizados con cooperación neocelandesa, parecen estar más avanzados.
Las plantaciones de soja y los arrozales, de enorme desarrollo en el Mercosur, también son grandes emisores de óxido nitroso, otro de los gases que contribuyen al recalentamiento planetario. Pero para esta actividad, las alternativas de reducción de emisiones aún no llegan.
Según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, el desempeño agropecuario de la región en los últimos cuatro años fue extraordinario debido a condiciones naturales, pero también a inversiones tecnológicas y a la demanda sin precedentes de Asia, que se sostendrá en el mediano plazo.
Brasil fue en 2006 el mayor exportador de carne vacuna y es líder en producción y venta de carnes porcinas y de ave. Argentina es el tercer exportador mundial de carne bovina, y en Uruguay la exportación de esos productos en 2006 no tuvo precedentes.
A su vez, Brasil es el segundo productor mundial de soja y Argentina, el tercero, detrás de Estdos Unidos. Les siguen China, India y Paraguay. Es decir que el Mercosur, como bloque, es el mayor productor de la leguminosa, que sirve de alimento al ganado y para la producción de aceite.
Uruguay, a pesar de su pequeño territorio, es el sexto productor mundial de arroz. Pero todo este esfuerzo de producción alimentaria tiene su contrapartida en la contribución de estas actividades al recalentamiento planetario.
Según Unicen, del sector rural proceden 52 por ciento de las emisiones de gases invernadero de Argentina, 49 por ciento de las de Brasil, 51,5 por ciento de las de Paraguay y 81 por ciento de las uruguayas.
En este último caso, el bajo porcentaje de emisiones de dióxido de carbono se explica también por su sostenida expansión forestal.