Mientras la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, realizaba su «diplomacia de enlace» en Medio Oriente, diplomáticos y expertos internacionales reconocían «una gran oportunidad para alcanzar un completo acuerdo árabe-israelí».
Pero los 24 miembros de la junta directiva del centro académico Grupo Internacional de Crisis (ICG), con sede en Bruselas, subrayaron que esa oportunidad no durará mucho y que la situación actual no podrá mantenerse en forma indefinida.
"Si la actual chance para una salida (al conflicto) no es comprendida en los próximos meses —siendo los gobiernos de Israel y de Estados Unidos los que tienen un papel clave al respecto— hay una gran posibilidad de que el apoyo a la solución de los dos estados de parte de los palestinos y de todo el mundo árabe desaparezca, con todas las renovadas tensiones que eso generará", alertó el ICG.
La junta de ese centro es copresidida por Chris Patten, el ex comisario de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), y Thomas Pickering, ex embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El ICG llamó a intensificar los esfuerzos diplomáticos por la paz, comenzando con la Cumbre de la Liga Árabe esta semana en Riyadh, donde se espera que los líderes árabes reafirmen su apoyo a la normalización de las relaciones con Israel a cambio de que ese país retorne a las fronteras que poseía antes de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
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Pero los académicos también instaron a esos líderes a realizar una gira internacional, que incluya a Israel, para explicar su "Iniciativa Árabe de Paz", un plan de autoría saudita que fue aprobado por la Liga en su cumbre de Beirut en 2002.
El ICG además llamó al denominado Cuarteto (instancia de mediación internacional integrada por Estados Unidos, la UE, Rusia y la ONU) a ofrecer su propio esbozo de una solución de dos estados.
"Gracias a la iniciativa árabe y a la renovada disposición de la secretaria de Estado estadounidense a involucrarse, hay un mayor consenso que antes en la necesidad de un enfoque que ponga fin" al conflicto, indicó el instituto.
"La comunidad internacional debe proveer la mayor claridad posible sobre los contenidos que debería tener un acuerdo final, incluyendo temas de fronteras, refugiados y el estatus de Jerusalén, con el fin de estimular a los líderes israelíes y palestinos a que hagan los compromisos necesarios", añadió.
Rice terminó este martes una gira por Medio Oriente tras reunirse en Jerusalén con el ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz.
En conferencia de prensa, la secretaria de Estado anunció que el primer ministro israelí Ehud Olmert y el presidente palestino Mahmoud Abbas se comprometieron a mantener reuniones cada dos semanas con el objetivo de reconstruir la confianza mutua y "desarrollar un horizonte político".
El ICG exhortó a la comunidad internacional a aliviar el boicot internacional aplicado contra el nuevo gobierno de unidad nacional palestino, así como a tener contactos políticos con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y a apoyar la reanudación de las negociaciones de paz entre Siria e Israel.
La declaración del ICG, divulgada luego de una visita a la región realizada por expertos del grupo, fue presentada en medio de un creciente apoyo dentro de Israel a respaldar la Iniciativa Árabe de Paz, que a su vez se espera sea apoyada oficialmente por el nuevo gobierno de unidad palestino esta semana.
Altos funcionarios de gobierno israelíes, incluyendo a Olmert y a su canciller Tzipi Livni, han hablado de manera positiva sobre la iniciativa en las últimas semanas, así como el líder del derechista partido Likud y ex primer ministro Benjamin Netanyahu (1996-1999).
El sábado, más de 100 destacadas figuras israelíes y palestinas, incluyendo parlamentarios de ambas partes, divulgaron un comunicado conjunto en el que destacaron que la iniciativa árabe "brinda a todas las partes interesadas e involucradas un completo proceso para solucionar cada uno de los aspectos del conflicto en Medio Oriente".
"La iniciativa realmente está cobrando velocidad. Hace apenas una semana no estaba en la agenda pública (israelí), pero ahora los ministros hablan sobre ella", destacó Ori Nir, portavoz de la organización estadounidense-israelí por la paz Americans for Peace Now.
Mientras, un estudio divulgado el fin de semana por el Centro Palestino de Investigación para Políticas y Encuestas indicó que casi tres de cada cuatro palestinos consultados en Gaza y Cisjordania dijeron ser partidarios de la iniciativa árabe.
Ese mismo porcentaje de encuestados también apoyaron negociaciones directas con Israel para llegar a una fase intermedia con la creación de un estado palestino independiente en Gaza y gran parte de Cisjordania, dejando al resto de los temas, como los refugiados y las fronteras permanentes, para futuras gestiones.
La declaración de la junta del ICG, aprobada por unanimidad el fin de semana en la sudoccidental ciudad canadiense de Vancouver, destacó la convergencia de tres asuntos clave el mes pasado: la formación de un nuevo gobierno palestino, del que participan tanto el Hamas como el partido secular Al Fatah, el renovado compromiso de la Liga Árabe con su iniciativa, y la más positiva respuesta que ésta recibió en Israel.
Por tanto, los expertos concluyeron que esta combinación de factores crea "una genuina oportunidad" para una solución al conflicto "que no debe perderse".
El ICG llamó en particular a la comunidad internacional a dialogar con el nuevo gobierno palestino, formado hace apenas 10 días, a pesar de que esté integrado por el Hamas.
El gobierno israelí aclaró que sólo negociará con el presidente Mahmoud Abbas, mientras que Estados Unidos, la UE y la ONU insistieron en que seguirán boicoteando a los miembros del Hamas, incluyendo al primer ministro Ismael Haniyeh, hasta tanto ese movimiento no renuncie explícitamente a la violencia, reconozca a Israel y respalde todos los acuerdos de paz previos firmados por la Organización para la Liberación de Palestina.
"Cualquier intento de boicotear, socavar o marginar al gobierno (palestino) dificultarán los esfuerzos para alcanzar un cese del fuego y promover un acuerdo político", alertó el ICG.
"En conversaciones con altos líderes del Hamas, (la delegación del ICG) descubrió un importante movimiento sobre asuntos clave para el avance del proceso de paz", indicó.
Es significativo que el ICG también incluya a dos estadounidenses defensores de la invasión a Iraq, quienes por lo general se opusieron a ejercer cualquier tipo de presión a Israel para que haga concesiones territoriales a los árabes.
Se trata del ex representante Stephen Solarz, del opositor Partido Demócrata, y el prominente neoconservador Kenneth Adelman, famoso por haber dicho que la guerra en Iraq sería "pan comido".