Un empleado iraquí del Banco Mundial aún no identificado fue herido de bala por desconocidos en Bagdad, según una fuente de la institución y un correo electrónico interno remitido desde ese país en conflicto.
Se trata del primer funcionario de una institución multilateral que resulta víctima de la violencia política y religiosa desde 2003, cuando murieron 22 personas en un ataque en 2003 contra la sede de la ONU en Bagdad.
El Banco, cuyo presidente, Paul Wolfowitz, negocia la contratación de un extranjero como director residente de la institución en Iraq, mantuvo el incidente en reserva, al parecer por temor a que la noticia desbarate el proceso de designación.
Hasta ahora, el Banco no hizo ningún anuncio al respecto. Varias fuentes del organismo dijeron que, cuando hay personal herido "en el cumplimiento del deber", la dirección debería divulgar un anuncio, al menos internamente.
Un funcionario del Banco familiarizado con el incidente que pidió no ser identificado confirmó a IPS que un empleado iraquí resultó herido en Bagdad hace seis días, mientras esperaba en su automóvil en un puesto de control.
Esa fue la única confirmación del incidente realizada por un informante interno del Banco. IPS realizó varias consultas telefónicas a funcionarios, pero no fueron respondidas.
Por otra parte, IPS obtuvo un mensaje de correo electrónico interno del Banco según el cual el funcionario iraquí recibió un disparo en el hombro. La falta de servicios médicos adecuados en Bagdad determinó su traslado a Ammán.
El funcionario iba en camino a su trabajo, temprano en la mañana, cuando recibió el disparo, según el correo electrónico.
"Todo lo que pudo recordar era que formaba fila en su automóvil, esperando para pasar por un puesto de control, cuando oyó romperse el parabrisas delantero y sintió que la sangre fluía de su hombro", relata el mensaje, enviado por un funcionario del Banco en Iraq a la sede central del organismo en Washington.
Los miembros del Departamento para Medio Oriente del Banco Mundial, incluido Joseph Saba, el director para Iraq, realizaron intensas gestiones la semana pasada para sacar del país al funcionario herido y coordinar los arreglos para su tratamiento en Ammán, dijo a IPS la fuente.
El correo electrónico indica que el herido "fue muy afortunado por dos razones. Primero, la bala ingresó en su hombro derecho cerca de su cuello. Segundo, alguien lo reconoció en el lugar cuando estaba casi inconsciente, lo llevó al hospital e informó a su familia. De otro modo, habría muerto desangrado".
El funcionario "estuvo en un hospital donde heridos y muertos eran dejados en el piso de los pasillos. El hospital no tenía material, electricidad ni sangre. Apenas había un par de médicos disponibles para tratar cientos de casos. Las familias que podían pagar en efectivo podían obtener tratamiento médico básico para sus parientes heridos".
El Banco Mundial cumple sus funciones en el país ocupado desde 2003 a través de la Oficina Interina para Iraq, radicada en Ammán desde el mortal atentado contra la sede de la ONU ese mismo año. Esa dependencia emplea a iraquíes para sus operaciones dentro del país.
Hasta ahora, el trabajo del Banco en Iraq requirió mecanismos muy complicados, como reuniones regulares con el personal iraquí en otros países y el uso de videoconferencias recibidas en las instalaciones del organismo en Bagdad.
Esta institución carece de presencia significativa dentro de Iraq desde que el atentado con explosivos perpetrado el 19 de agosto de 2003 mató a 22 funcionarios internacionales, entre ellos el enviado especial de la ONU Sergio Vieira de Mello y un empleado del Banco Mundial, Alya Sousa.
El correo electrónico enviado al Banco Mundial en Washington sobre el funcionario herido describe una tambaleante situación de seguridad. Los familiares del empleado no lo podían dejar en el hospital por temor a que milicianos de diverso signo religioso lo asesinaran.
Diversas versiones aseguran que las milicias chiitas de Moqtada al-Sadr registran hospitales y clínicas en busca de sunitas heridos y los ejecutan.
La noticia llega en un momento delicado para Wolfowitz, quien en su carácter de subsecretario (viceministro) de Defensa de Estados Unidos fue uno de los arquitectos de la invasión de Iraq, en marzo de 2003.
Este incidente complica los planes de Wolfowitz de enviar a Iraq un nuevo director residente, porque la guerra que él defendió alegando que llevaría seguridad y estabilidad al pueblo amenaza la vida de sus propios empleados.
Wolfowitz negocia un contrato con un nuevo director residente en Iraq, pese a algunas objeciones del personal y de la Junta de Gobernadores del Banco.
Sin embargo, el Banco prometió que el nuevo director de país será custodiado por un equipo de seguridad dedicado especialmente a él, incluso en las ocasionales visitas que realice fuera de la fortificada Zona Verde.
La eventual designación indica, para muchos observadores, la intención de Wolfowitz de extender nuevos préstamos a la ocupada nación, pese a la deteriorada situación de seguridad y a recientes revelaciones de corrupción masiva en los esfuerzos de reconstrucción.
Antes de su nombramiento, en junio de 2005, hubo protestas del personal por el hecho de que un funcionario estadounidense tan asociado con la guerra de Iraq dirigiera el Banco Mundial y empujara al organismo a un mayor involucramiento en la devastada nación. ***** +IRAQ: Banco Mundial prepara el desembarco (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40217) +Banco Mundial (http://www.bancomundial.org/) (FIN/IPS/traen-js-mj/em/ks/mm ip ik if dv hd/07)