El conflicto de la región sudanesa de Darfur asentó sus reales en el Consejo de Derechos Humanos apenas este máximo organismo especializado de la ONU abrió el periodo de sesiones que marcará su primer año de funcionamiento.
Un grupo de expertos designado por el mismo Consejo entregó su informe sobre la situación en esa región noroccidental de Sudán, con severas conclusiones sobre el papel de Jartum en el conflicto.
Las fuerzas gubernamentales actúan con frecuencia en colaboración con las milicias árabes Janjaweed (hombres a caballo), inclusive en las violaciones de los derechos humanos, sostiene el documento que los 47 Estados miembros del Consejo debatirán en el actual periodo que finalizará el 30 de marzo.
La misión del Consejo de Derechos Humanos llegó a la conclusión de que el gobierno de Sudán ha fracasado en proteger a la población civil de Darfur de "crímenes de escala internacional" que han dejado unos 200.000 muertos.
El grupo de expertos, encabezados por la activista estadounidense Jody Williams, Premio Nobel de la Paz de 1997, dedujo que el propio gobierno sudanés "ha orquestado y participado en esos crímenes".
El documento se perfila como uno de los más controvertidos de la presente sesión del Consejo, que tiene previsto discutir y votar resoluciones en las dos últimas jornadas de debates.
El representante de Francia, Azouz Begag, ministro de Promoción de Igualdad de Oportunidades, ya adelantó que promoverá "un espíritu de diálogo" para sacar las conclusiones del informe.
La cuestión de Darfur originó ásperos debates durante las deliberaciones de 2006 del Consejo, aunque finalmente en una sesión especial celebrada en diciembre, el cuerpo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) logró consenso para el envío de una Misión de Alto Nivel a Sudán.
Sin embargo, el gobierno de Sudán, que en principio había aceptado la visita del grupo de expertos, en febrero les negó la visa de ingreso. La misión efectuó igualmente investigaciones en Etiopía y en Chad, donde visitó los campamentos de refugiados cercanos a la frontera con Sudán.
El contenido del informe fue recibido calurosamente por Hillel C. Neuer, director ejecutivo de la organización no gubernamental United Nations Watch (observatorio de las Naciones Unidas), quien estimó que debería haberse producido mucho antes pues su aparición demandó nueve meses al Consejo.
"Pero finalmente tenemos la verdad", dijo Neuer a IPS. En esa verdad, el Consejo ha dicho que Sudán "orquesta crímenes internacionales en gran escala", sostuvo. El grupo de expertos pide al Consejo que condene las violaciones y juzgue a los responsables, resumió.
El informe estimó que a la fecha el conflicto ha causado el desplazamiento de millones de personas y la muerte de por lo menos unas 200.000, desde que las hostilidades comenzaron en la década de 1970.
Aunque, en realidad, las escaramuzas se transformaron en una guerra civil sangrienta a partir de 2003, cuando dos grupos rebeldes negros, el Movimiento y Ejército para la Liberación del Sudán y el Movimiento Justicia y Equidad, respondieron con las armas a las incursiones en Darfur de las milicias progubernamentales.
Pero el informe del grupo de expertos culpa también a los movimientos rebeldes de haberse involucrado en abusos de los derechos humanos.
La región está fuertemente armada, sin que se verifiquen la vigencia del Estado de derecho, un desarme significativo, ni la desmovilización de los Janjaweed ni de las restantes milicias y movimientos rebeldes, describió el documento.
Los Janjaweed, que alistan a unos 20.000 efectivos, atacan a las poblaciones no árabes de Darfur, que huyen hacia otras áreas de Sudán o se refugian en el vecino Chad.
En sus tres semanas de sesiones, el Consejo de Derechos Humanos debatirá las resoluciones sobre Darfur, como también denuncias de violaciones en otros países, y deberá asimismo finiquitar el armado del andamiaje del mismo organismo, creado hace un año por la Asamblea General de la ONU para reemplazar a la desparecida Comisión de Derechos Humanos.
Por lo pronto, el ministro de Relaciones Exteriores de Holanda, Maxim Verhagen, ya demandó que el Consejo apoyara a la Corte Penal Internacional que acaba de lanzar sus primeras acusaciones formales contra sospechosos de la comisión de atrocidades en Darfur.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Suecia, Carl Bildt, estimó que la oposición del gobierno de Sudán al ingreso de los expertos de la ONU "no debe impedir que el Consejo discuta la cuestión con la mayor seriedad".
El examen de la situación en Darfur en el Consejo había sido pospuesto durante 2006 a causa de la oposición de Sudán, respaldado por representantes de países árabes y de naciones en desarrollo.
"Otra vez es muy lamentable que Sudán y sus aliados hayan anunciado que rechazarán el informe del grupo de expertos", dijo Neuer. En efecto, ellos han anunciado que tomarán el documento y lo arrojarán al lago de Ginebra, afirmó.
El director de UN Watch estimó que "si un consejo dominado por Sudán y sus aliados llegara a rechazar el informe, sería una verdadera tragedia".