El mundo entero está preocupado por el cambio climático, según una encuesta internacional, pero no hay mayorías claras sobre la necesidad de tomar medidas inmediatas y costosas.
El sondeo coordinado por el Consejo de Chicago sobre Asuntos Mundiales contó con la participación de varias firmas encuestadoras de los 17 países seleccionados, que concentran a más de 55 por ciento de la población mundial.
Noventa y dos por ciento de los entrevistados en Australia se mostraron a favor de tomar medidas inmediatas para combatir el recalentamiento, la mayor proporción entre todas las naciones analizadas.
Le siguen China, cuyas políticas ambientales suelen ser cuestionadas, e Israel, ambos países con 83 por ciento de los entrevistados a favor de tomar acciones inmediatas.
En el otro extremo se ubica India, con apenas 49 por ciento de los encuestados a favor de medidas inmediatas y 24 por ciento en contra.
A pesar de estos resultados, uno de cada cuatro entrevistados estuvieron de acuerdo en que "hasta que no estemos seguros de que el recalentamiento global es un verdadero problema, no debemos tomar medidas que tendrían costo económico".
Eso indica que la mayoría de los encuestados no creen, aún, en este fenómeno climático como hecho científicamente comprobado, a pesar de la coincidencia que manifiestan la mayoría de los expertos del mundo.
Las naciones con la mayor proporción de entrevistados en contra de tomar acciones son India, con 24 por ciento, Rusia, con 22 por ciento, y Armenia, con 19 por ciento.
Y los países con el menor porcentaje de los encuestados en contra de tomar acciones son Argentina, con tres, y Tailandia, con siete.
La gran mayoría de los entrevistados en 10 países señaló que el cambio climático supone una amenaza importante, con pequeñas minorías restándole trascendencia.
El porcentaje más alto de escépticos respecto de este fenómeno ambiental se presentó en Armenia, con 16 por ciento de los encuestados, e Israel, con 15 por ciento.
Amplias mayorías consideraron que se trata de un asunto "crítico" en Australia, con 69 por ciento de los consultados, Corea del Sur (67), India (51), Irán (61), Israel (52) y México, con 70 por ciento.
La menor proporción de los entrevistados concuerdan con esa apreciación se constató en Armenia y China (47 por ciento), y en Estados Unidos (46), mientras que en Ucrania se mostraron divididos: 33 por ciento opinaron que es un asunto "crítico" e igual proporción de personas consideraron que es "importante pero no crítico".
"El recalentamiento global es un problema serio y acuciante. Debemos tomar medidas ahora, aun si supone costos significativos" fue la postura más común en cinco de los 12 países en los que se planteó la afirmación.
Entre ellos figuran Argentina (63 por ciento), Armenia (37), Australia (69), Estados Unidos (43), e Israel (54).
La postura más común en otros cinco países fue que "debe afrontarse el problema del recalentamiento global, pero sus efectos serán graduales así que podemos lidiar con él adoptando medidas de bajo costo".
Esa opinión fue mayoritaria en Filipinas (49 por ciento), India (30), Polonia (39), Tailandia (41) y Ucrania (37).
En China, los encuestados se mostraron divididos entre los que están a favor de medidas menos costosas, 41 por ciento de los encuestados, y los que creen que el problema amerita gastos significativos, 42 por ciento. En Rusia, la proporción fue de 34 por ciento a 32 por ciento.
En Argentina, Armenia, China, India y Tailandia se preguntó: "Si las naciones más desarrolladas están dispuestas a brindar mayor asistencia, ¿usted cree que las menos desarrolladas deben comprometerse a limitar sus emisiones de gases invernadero?".
En esas cinco naciones del Sur en desarrollo, la mayoría respondieron que sí deberían, pero las respuestas más significativas se registraron en China, 79 por ciento de los consultados estuvieron de acuerdo, mientas que en India, 48 por ciento se manifestaron de acuerdo y 29 por ciento en contra.
Todos esos países ratificaron o aceptaron el Protocolo de Kyoto, el convenio acordado en esa ciudad japonesa por el que 35 naciones industrializadas, excluyendo a Australia y Estados Unidos, se comprometieron a reducir sus emisiones de gases invernadero en al menos 5,2 por ciento para 2012, respecto de las de 1990.
Pero ninguna de esas naciones es considerada industrializada por ese acuerdo, y, por lo tanto, los compromisos de reducción de emisiones no corren para ellas.
La mayoría de los científicos atribuyen el recalentamiento planetario a la presencia cada vez mayor de gases invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.
Según ese Protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, los países en desarrollo no tienen obligación legal de recortar sus emisiones contaminantes, pero podrían beneficiarse de varios programas y fondos si las redujeran.
Pero el mes pasado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un informe que resaltaba el creciente flujo de emisiones de gases invernadero liberadas por China e India, que gozan de un acelerado crecimiento económico.
Según la Agencia Internacional de Energía, en 2009 China habrá superado a Estados Unidos como el mayor emisor de gases invernadero vinculados con la energía.
En tres países industrializados se preguntó si los entrevistados respaldarían la asistencia a las naciones en desarrollo si se comprometieran a reducir sus emisiones. La gran mayoría se mostraron a favor de ese tipo de programas: en Estados Unidos, 64 por ciento, en Polonia, 84 por ciento, y en Ucrania, 72 por ciento.
Estados Unidos retiró su firma del Protocolo de Kyoto con el argumento de que sería muy costoso para su economía y que es injusto que grandes países en desarrollo como China e India estén exonerados de cumplir con exigencias similares.
La encuesta se realizó en Argentina, Armenia, Australia, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Israel, México, Palestina, Perú, Polonia, Rusia, Tailandia y Ucrania.