El playero rojizo es un ave que anida en el norte de Canadá y migra al extremo sur de América. Su increíble travesía entre los polos es la mejor metáfora de lo que se propone la I Bienal de Arte del Fin del Mundo en Ushuaia, la ciudad más austral de Argentina, que se inaugurará el 30 de marzo.
"Será la primera vez que una bienal de arte asuma como eje central la urgencia de los problemas ecológicos, que indague en el imaginario sobre el fin del mundo y que estimule la conexión entre los polos", anticipó a IPS una de las curadoras de la exposición, la argentina Corinne Sacca.
Asimismo, en la bienal, cuyo lema es "Pensar en el fin del mundo que otros mundos son posibles", "hay una pretensión política de poner una alerta sobre el cambio climático y promover reflexiones y debates en distintos ámbitos", añadió Sacca.
La bienal de Ushuaia, capital de la provincia argentina de Tierra del Fuego, se extenderá hasta el 30 de abril, mes durante el cual artistas de 21 países, muchos de renombre, llevarán adelante 65 proyectos de plástica, escultura, música, fotografía, vídeo y cine a través de muestras o intervenciones en la ciudad.
"Queremos acompañar el Año Polar Internacional (API)" que comenzó este mes y se prolongará por dos años, agregó Sacca. El API es un amplio programa científico enfocado en los polos del que participan investigadores de 50 países para ampliar el conocimiento sobre el mar Ártico y la Antártida, originado en diversas preocupaciones, entre ellas el impacto de los cambios climáticos en esas zonas vulnerables.
Los ejes de la bienal son: "la comunicación entre los polos" (metáforas), "la experiencia del límite" (vivencias entorno a otros tiempos y espacios posibles), "las urgencias ecológicas" (el presente y futuro del planeta), la Antártida y obras in situ. Participan artistas de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, China, Dinamarca, Ecuador, España, Finlandia, Francia, México, Noruega, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Entre ellos se destacan dos grandes figuras: el cubano Kcho (Alexis Leyva Machado), premio Unesco, y el francés Fred Forest, una de las pocas figuras que han realizado una exposición individual en el Centro George Pompidou.
Otros prestigiosos artistas invitados son el colombiano Juan Fernando Herrán, el noruego Ornulf Opdahl y el grupo canadiense BGL, integrado por Jasmin Bilodeau, Sèbastien Giguère y Nicolas Laverdière. Entre los argentinos que participarán se encuentran León Ferrari y Luis Felipe Noé.
"El criterio de selección fue el de invitar a artistas que estuvieran trabajando en los ejes de la bienal, involucrar a artistas nórdicos, y a artistas jóvenes comprometidos con estos temas", explicó Sacca, siempre con la idea de promover el diálogo entre los polos.
Uno de los proyectos organizados por la embajada de Canadá es una exposición de arqueología, arte contemporáneo y de pueblos originarios de ese país, del estado estadounidense de Alaska y de la Patagonia argentina, en Ushuaia. De la muestra, llamada "Los Dos Fines del Mundo", quedará en la ciudad una escultura de un artista de la etnia de los inuit (esquimal).
La bienal es una iniciativa de la argentina Fundación Patagonia, Arte y Desafío, con producción argentino-brasileña y el apoyo de la Fundación Memorial del Parlamento Latinoamericano de São Paulo (Brasil) y la embajada de Canadá, además del auspicio de las autoridades del gobierno de Argentina, y de la provincia de Tierra del Fuego.
Además, el Festival Internacional de Música Clásica, que se realizará por tercera vez en esa ciudad, coincidirá con la bienal y contará con la participación de la Orquesta Sinfónica de Berlín. El compositor suizo Walter Baer presentará en estreno mundial su obra "Ushuaia, himno por la paz".
Sacca y Florencia Battiti actúan como curadoras de proyectos especiales, en tanto la curaduría general es de la brasileña Leonor Amarante, quien cuenta con la cubana Ibis Hernández Abascal, como homóloga adjunta.
La exposición se desplegará en los más diversos edificios públicos, calles, paisajes y sitios emblemáticos de Ushuaia, ubicada 3.000 kilómetros al sur de Buenos Aires y a sólo 1.000 kilómetros de la Antártida. Algunas de las obras quedarán como parte del patrimonio cultural de esta ciudad, entre ellas el Museo Polar Contemporáneo de Arte, Tecnología y Medio Ambiente del Fin del Mundo.
Habrá además acciones de renovación urbanística. El arquitecto y artista plástico ítalo-argentino Clorindo Testa decorará fachadas de edificios públicos y privados.
También se realizarán proyectos pedagógicos por parte de artistas, como los basados en el recorrido de aves migratorias y en la preservación de los recursos naturales.
Otra obra que se inaugurará durante la bienal es "Centinela del cambio climático", del artista argentino Joaquín Fargas, que consiste en la realización de un enorme girasol de más de cinco metros de altura, situado junto al Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) de Ushuaia.
Los pétalos del girasol tendrán la capacidad de registrar cambios meteorológicos para reportarlos al Cadic. Pero el proyecto no termina ahí. "Se está levantando otra flor en Canadá y se proyectan otras siete en Australia, Francia, Sudáfrica y otros países, todas vinculadas a un centro científico y conectadas entre sí", explicó Sacca.
Finalmente, la pareja anglo-argentina Lucy y Jorge Orta participará con una instalación compuesta por tiendas, bolsas de dormir, banderas e inscripciones serigrafiadas de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que ubicarán en la base argentina Marambio, en la Antártida, como símbolo de lugar de acogida para los desplazados del mundo.
