RELIGIÓN: Colisión evitable

Un violento enfrentamiento entre el Islam y Occidente no es algo inexorable, según la mayoría de las más de 28.000 personas consultadas en 27 países.

La encuesta, publicada este lunes, fue diseñada en conjunto por la cadena de radio y televisión británica BBC, el Programa sobre Actitudes en Política Internacional (PIPA) de la Universidad de Maryland y la consultora Globescan.

Cincuenta y seis por ciento de los consultados dijeron estar de acuerdo con la afirmación de que "es posible encontrar elementos comunes" entre musulmanes y occidentales, el doble de los que aceptaron que un "conflicto violento es inevitable".

"Es claro que la mayoría de la población mundial rechaza la idea de que ambas culturas van rumbo a un inevitable choque de civilizaciones", sostuvo el director del PIPA, Steven Kull

El estudio, llevado a cabo entre noviembre y enero por encuestadoras locales contratadas, abarcó a cinco países de mayoría musulmana, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Líbano y Turquía, y a varios otros donde esa fe cuenta con gran número de seguidores, como India, Kenia y Nigeria.

También se realizó en países donde existe una abrumadora mayoría de cristianos, incluyendo a los tres de América del Norte, tres de América del Sur —Argentina, Brasil y Chile— y nueve europeos, además de Australia, China, Corea del Sur y Filipinas.

Los encuestados musulmanes se mostraron un tanto más pesimistas cuando se les preguntó si se podían encontrar elementos comunes en ambas culturas o si los conflictos violentos eran inevitables.

Entre los islámicos, 35 por ciento consideraron que el conflicto es ineludible, frente a 27 por ciento de cristianos y de otras religiones.

Las respuestas muchas veces variaron de acuerdo con el nivel educativo del entrevistado, señala el trabajo.

Entre los que dijeron no contar con educación formal, sólo 46 por ciento consideraron posible encontrar elementos comunes en ambas culturas.

En cambio, casi dos de cada tres personas con estudios terciarios dieron esa respuesta.

La encuesta también preguntó si creían que las tensiones entre islámicos y occidentales obedecían a diferencias de religión y cultura o a conflictos de intereses meramente políticos.

Cincuenta y dos por ciento de los encuestados optaron por la segunda opción, y sólo 29 por la primera.

En Nigeria, 56 por ciento de los consultados afirmaron que las tensiones tenían que ver con diferencias religiosas y culturales.

Ese porcentaje llama la atención porque la mitad de la población nigeriana es musulmana, residente en el norte, y 40 por ciento es cristiana, predominante en la región sudoriental del país.

En Kenia y Polonia, los encuestados se mostraron divididos a ese respecto.

En cambio, las grandes mayorías de entrevistados que señalaron a los intereses políticos como la principal causa de las tensiones internacionales se encontraron en Líbano (78 por ciento), México (72 por ciento), China (62 por ciento) y Corea del Sur (61 por ciento.).

A la pregunta de si las tensiones emergían de diferencias fundamentales entre las culturas como un todo o de algunas de sus minorías radicales, 58 por ciento de los encuestados se inclinaron por la primera opción, mientras que 26 lo hicieron por la segunda.

De esa mayoría, 39 por ciento sostuvieron que los sectores radicales existían en ambos bandos, mientras que 12 por ciento responsabilizaron a los musulmanes y siete a los occidentales.

La idea de que las diferencias fundamentales, en oposición a las minorías intolerantes, eran las principales causas de las tensiones también fue preponderante en Nigeria, donde 50 por ciento de los consultados se inclinaron por esa opción, frente a 39 por ciento en Egipto y Portugal, 37 por ciento en Emiratos, 36 por ciento en Brasil y Filipinas y 35 por ciento en Indonesia y Líbano.

La opinión de que las tensiones son causadas por minorías radicales de ambas culturas predominó en Francia y Australia, con 68 por ciento, y en México, con 67 por ciento, mientras que 28 por ciento de los entrevistados en Indonesia y uno de cada cinco en Egipto, India, Italia y Kenia responsabilizaron a las del mundo islámico.

Además de Indonesia, la idea de que los conflictos violentos son inevitables predominó en Egipto, con 43 por ciento de los encuestados, Alemania y Filipinas, con 39 por ciento, Nigeria, con 37 por ciento, y Kenia, con 35 por ciento.

Pero aún así, en cada una de esas naciones, la mayoría aceptó que era más probable hallar elementos comunes que la emergencia de conflictos.

Los países donde la mayoría de los consultados consideraron que ambas comunidades podrían encontrar elementos comunes incluyen a Italia, con 78 por ciento, Gran Bretaña, con 77 por ciento, Canadá, con 73 por ciento y Francia y México, con 69 por ciento.

En el otro extremo, donde los encuestados se mostraron menos dispuestos a hallar aspectos comunes, se ubican India, con 35 por ciento, Indonesia, con 40 por ciento, Filipinas y Hungría, con 42 por ciento, Chile, con 45 por ciento, Argentina, Kenia y Polonia, con 46 por ciento, Emiratos con 47 por ciento y Alemania, Rusia y Turquía, con 49 por ciento.

Entre los encuestados en Alemania, 39 por ciento se mostraron más dispuestos a considerar que un conflicto violento es inevitable, en comparación con otras naciones europeas.

En Estados Unidos, 64 por ciento de los consultados dijeron que es posible encontrar elementos comunes en ambas culturas, en comparación con 31 por ciento que pronostican un conflicto violento inevitable.

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