Irán rechazó indignado este lunes las acusaciones de Estados Unidos sobre su supuesto apoyo a las milicias chiitas en Iraq, que en los últimos meses mataron a decenas de soldados de las fuerzas de ocupación en atentados con bombas altamente poderosas.
El portavoz de la cancillería iraní, Mohamad Ali Hosseini, dijo este lunes que las imputaciones de Washington eran "inaceptables" y "sin fundamento", y señaló que el gobierno estadounidense ya tenía experiencia en fraguar evidencia para justificar sus acciones, como cuando afirmó que el régimen de Saddan Hussein (1979-2003) estaba fabricando armas de destrucción masiva.
Más tarde, el propio presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad afirmó que las acusaciones eran infundadas y que con ellas Washnigton sólo procuraba ocultar sus propias fallas.
Militares estadounidenses en Bagdad habían acusado el domingo a los "altos niveles" de Teherán de estar detrás de la última ola de atentados en Iraq. Estos fueron perpetrados con artefactos explosivos tan potentes que pueden penetrar tanques blindados, y que habrían sido fabricados en suelo iraní..
Mientras, analistas iraquíes señalaron que efectivamente Teherán estaría detrás de la creciente violencia, pero en forma indirecta, y citaron como ejemplo lo ocurrido el 29 de enero en la meridional ciudad de Nayaf, cuando las fuerzas de la ocupación lanzaron un ataque que mató a 263 personas.
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La masacre de Nayaf provocó indignación general y desató promesas de venganza dentro y fuera de esa ciudad, sagrada para los chiitas. Las muertes incluso profundizaron una división entre los propios miembros del chiismo, una de las principales ramas del Islam junto al sunismo.
Iraq tiene por primera vez en su historia un gobierno dominado por chiitas, dentro de los cuales hay sectores que abiertamente apoyan a Irán.
Los muertos en Nayaf eran en su mayoría chiitas de la tribu Hawatim, que se opone al Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Iraq, así como al Partido Dawa, los principales grupos políticos proiraníes que controlan al gobierno local de esa ciudad y la administración central en Bagdad.
Abid Alí, testigo de los combates en Nayaf, contó a IPS que todo ocurrió cuando una procesión de cerca de 200 peregrinos de la tribu Hawatim llegó a la ciudad para celebrar la festividad de Ashura, rito de autoflagelación en honor al imán Hussein, nieto del profeta Mahoma y la figura más reverenciada de la comunidad chiita.
Fue entonces que, tras unos disturbios, soldados iraquíes en un puesto de vigilancia mataron a balazos a Hajj Sa'ad Sa'ad Nayif al-Hatemi, jefe de la tribu Hawatim, quien se encontraba sentado en su automóvil junto a su esposa.
De inmediato, los miembros de la tribu atacaron el puesto de vigilancia para vengar la muerte de su líder.
"Fue después de esto que el ejército iraquí llamó a los estadounidenses, y los aviones comenzaron a bombardear a los civiles. Fue una masacre. Ahora creo que la lucha interna chiita entró en una fase muy peligrosa", dijo Alí.
El testigo señaló que la mayoría de los habitantes del sur están convencidos de que todo ocurrió porque los soldados iraquíes leales al gobierno proiraní de Bagdad informaron a las fuerzas de Estados Unidos que "terroristas" de un "culto mesiánico" habían atacado Nayaf.
Los soldados iraquíes mintieron para hacer que las fuerzas de ocupación acabaran con la tribu disidente.
La Asociación de Eruditos Musulmanes, grupo sunita encabezado por Harith Al Dhari, divulgó un comunicado condenando el ataque en Nayaf contra la tribu Hawatim
El texto, que pretende salvar la brecha chiita-sunita, calificó la masacre de "acto de venganza y exterminio político".
"Los estadounidenses fueron engañados, y su última acción en Nayaf demuestra cuán inteligentemente los iraníes los están llevando más adentro en las arenas iraquíes", dijo a IPS el politólogo iraquí Jaafar al-Jawadi, de Bagdad.
"Realmente admiro la forma en que los iraníes manejan la situación de forma profesional, mientras los estadounidenses caminan con los ojos cerrados", añadió.
Jawadi, también ex político chiita, dijo que una vez creyó en las promesas de Estados Unidos sobre la liberación de los iraquíes, pero ahora está convencido de que las fuerzas de ocupación han sido usadas por el gobierno proiraní en Bagdad para lanzar ataques contra tribus chiitas opositoras en el sur del país.
"Realmente no entiendo qué están haciendo esos estadounidenses, porque ahora sólo son como un elefante en un bazar. Todo lo que hacen está errado, y están cometiendo un suicidio", dijo por su parte a IPS Talib Ahmad, abogado y activista por los derechos humanos de Nayaf.
"Sin duda, Irán se está beneficiando de esto. Los estadounidenses simplemente están luchando por Irán, que parece ser el ganador en Iraq después de todo", agregó.