UNIÓN AFRICANA: Sudán desechado por Darfur

Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Africana (UA) eligieron este lunes a Ghana como el país que presidirá el grupo durante un año, y desecharon la postulación del gobierno de Sudán por su actitud ante el conflicto en Darfur.

Los 53 mandatarios prefirieron al presidente ghanés John Kufuor que al sudanés Omar al Bashir al inicio de la cumbre de dos días del grupo en Addis Abeba, la capital de Etiopía. Bashir ha sido acusado de permitir u ordenar un genocidio en el occidente de su país.

Su candidatura dividió a África. De haber sido electo, habría recibido el mandato de liderar las iniciativas continentales para resolver el conflicto en Darfur y el de Somalia.

El presidente de la Comisión de la UA, Alpha Konae, dijo a periodistas en Addis Abeba que los líderes del continente acordaron por "consenso" elegir a Kufuor como presidente.

Aun antes de la cumbre las esperanzas de Bashir eran pocas, pues la oposición a su candidatura era abrumadora.
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"Bashir ha demostrado que no es un demócrata. No ha sido capaz en los últimos dos años de tratar el problema de Darfur", dijo a IPS el analista Korwa Adar, del Instituto Africano de Sudáfrica, con sede en Pretoria.

Más de 200.000 personas han muerto y otras 2,5 millones han sido desplazadas desde que estalló el conflicto en Darfur, señaló la organización Human Rights Watch en un comunicado el lunes, en el que instó a la UA a rechazar la candidatura de Bashir.

El conflicto en Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzó en los años 70 como una disputa étnica de baja intensidad entre nómades árabes y agricultores indígenas negros sobre las tierras de pastoreo en esta región proclive a las sequías.

Pero la tensión evolucionó hacia una guerra civil que estalló en febrero de 2003. Dos organizaciones rebeldes, el Movimiento y Ejército para la Liberación de Sudán y el Movimiento Justicia y Equidad, reaccionaron con violencia al continuo hostigamiento de las milicias progubernamentales y a la falta de inversiones en el desarrollo de la zona.

Ambos grupos lanzaron ataques, a veces conjuntos, contra instalaciones militares en rechazo de las redadas de Janjaweed contra sus comunidades y la postergación a la que las somete Jartum. Los rebeldes son apoyados por la población no árabe que constituye la mayoría de la región.

La respuesta del gobierno fue un aumento del apoyo a los 20.000 janjaweed ("hombres a caballo", en árabe) y una escalada de las ofensivas contra la población civil.

Pero Bashir afirmó en noviembre durante una conferencia de prensa en Jartum que, "contando todos los muertos en batallas entre las Fuerzas Armadas, los rebeldes y las tribus, el número (de víctimas fatales en Darfur) no llega a los 9.000".

El gobierno sudanés ha negado insistentemente que haya desplazados, asesinatos y violaciones contra civiles, como denunció Amnistía Internacional.

Jartum rechaza una propuesta del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de desplegar 20.000 soldados de paz para reemplazar a la fuerza de la UA, de apenas 7.000 efectivos y mal equipada, enviada para supervisar la situación en Darfur, un territorio de tamaño similar al de Francia.

Bashir insiste en que se mantengan las fuerzas de la UA y que Occidente se limite a dar apoyo logístico y financiero.

Analistas sostienen que el mandatario sudanés teme que las fuerzas de la ONU sean eventualmente usadas para detenerlo junto a otros 51 sospechosos de crímenes contra la humanidad y presentarlos ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

El año pasado, los líderes africanos reunidos en Jartum también habían rechazado la candidatura de Bashir para presidir la UA y prefirieron al presidente de la República del Congo, Denis Nguesso.

Entonces le prometieron a Bashir que lo designarían este año si resolvía el conflicto de Darfur. Pero, como coinciden activistas y académicos de todo el continente, esa región aún está en llamas.

"Pudo haber sido la primera vez en que el comandante en jefe de un ejército que lucha contra rebeldes se convirtiera en presidente de un organismo continental. Va más allá de la lógica. Va en contra del derecho internacional. Eso le hubiera dado a Bashir una licencia para hacer todo lo que quisiera en Darfur", dijo a IPS el politólogo John Yoh, de la Universidad de Sudáfrica.

Chad, que ha sido arrastrado al conflicto en Darfur, había amenazado con abandonar la UA si Bashir era elegido presidente.

Al igual que Darfur, se espera que Somalia también sea un tema central en la reunión de Addis Abeba.

Ese país del Cuerno de África ha estado sin gobierno central por 16 años desde la caída del dictador Siad Barre en 1991. En junio pasado, la poderosa Unión de Cortes Islámicas derrotó a varios señores de la guerra apoyados por Estados Unidos. En diciembre, los islámicos fueron desalojados por las fuerzas de Etiopía, que ingresaron al país con el aval del gobierno de transición somalí.

"Creo que Etiopía hizo bien en intervenir en Somalia. Si lo hizo por interés propio o por el interés de Somalia, es irrelevante. Si pueden estabilizar a Somalia, eso restaurará la credibilidad de la UA. Si no lo hacen, podríamos perder la oportunidad", dijo a IPS el analista Claude Kabemba, del Southern Africa Resource Watch, con sede en Johannesburgo.

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