REFUGIADOS-IRAQ: Jordania pone límites

Cientos de miles de personas huyen de la violencia en Iraq y cada vez más buscan refugio en Jordania, luego de que les fueran cerradas las puertas en otros países. Pero ahora también Amman parece estar limitando el paso.

Jordania y Siria eran los únicos dos países donde los refugiados podían encontrar un lugar donde esconderse de la creciente violencia, que se propaga en todas las ciudades iraquíes.

Al menos 300 personas murieron el fin de semana en los combates que sacudieron a la central ciudad iraquí de Nayaf.

"Yo me realicé una importante cirugía ocular en Jordania, pero mi doctor me dijo que tenía que volver a ser operado", contó a IPS Ahmad Khalaf de la localidad de Saqlawiya, 62 kilómetros al oeste de Bagdad.

"Llegué al punto de cruce entre Iraq y Jordania con mis informes médicos y una carta del hospital jordano que solicitaba mi llegada a Annan en una fecha determinada para remediar el daño de mi operación previa", añadió.
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Khalaf experimentó lo que han sufrido decenas de miles de iraquíes cuando intentan entrar a Jordania. "Las autoridades fronterizas jordanas me hicieron volver sin decirme por qué, dejándome en la incertidumbre", señaló.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó que 100.000 iraquíes huyen de su país cada mes.

Acnur estima que unos 700.000 iraquíes están actualmente en Jordania, y otros 600.000 en Siria, aunque expertos creen que los números serían aun mayores.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas estima que también hay más de 1,5 millones de desplazados dentro de Iraq.

Varios iraquíes dijeron a IPS que las autoridades jordanas les cerraron las puertas desde el día en que Saddam Hussein fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006. Muchos creen que el bloqueo de fronteras fue hecho bajo pedido de Bagdad.

Las autoridades jordanas se han vuelto especialmente severas en los últimos meses.

"Luego de que el primer ministro (iraquí Nouri) Al Maliki visitó Jordania el año pasado, las autoridades de ese país se volvieron más estrictas, y a la mitad de los que intentaban cruzar la frontera se les prohibía la entrada", dijo a IPS el dueño de un supermercado que solía comprar mercadería en Jordania.

Además, "después de que (el ministro del Interior iraquí) Jawad Bolani visitó Jordania cerca de fines de 2006, prácticamente rechazaron a 95 por ciento de los iraquíes", añadió.

A comienzos del año pasado, Jordania cerró sus fronteras a hombres iraquíes de entre 17 y 35 años, así como al creciente número de refugiados palestinos que vivían en Iraq amparados por el gobierno de Saddam Hussein (1979-2003). Ahora la mayoría de esos palestinos han sido expulsados por las milicias chiitas.

El masivo ingreso de iraquíes a Jordania antes de los controles fronterizos agravaron los problemas de infraestructura jordanos. Escuelas y hospitales en particular sintieron el peso de cientos de miles de nuevos residentes.

"Nuestro pequeño país no se puede dar el lujo de aceptar más iraquíes. Nos solidarizamos con nuestros hermanos, pero ahora son una carga para nuestra pobre economía", dijo a IPS el jordano Ahmad Trawne, de 30 años.

Los jordanos se quejan de que los inmigrantes iraquíes ricos han traído inflación a su país.

Los negocios han florecido, pero los precios se incrementaron a niveles que hacen difícil para la mayoría de los jordanos comprar o alquilar propiedades en zonas centrales de Amman.

Barrios residenciales como Gardens y Shmaissani, en el occidente de Amman, experimentaron un incremento de casi 200 por ciento en los valores de las viviendas el año pasado. Los precios de alimentos y servicios básicos también aumentaron considerablemente.

Sin embargo, muchos iraquíes todavía sostienen que es el deber de Jordania permitir el ingreso de refugiados.

"Este país fue construido con nuestro dinero", dijo a IPS un maestro iraquí de 60 años en Amman.

"Saddam Hussein le dio a Jordania petróleo gratis y abrió las fronteras para sus ciudadanos, y ahora ellos no nos permiten vivir en su país. No les estamos pidiendo ninguna ayuda financiera, porque todos los iraquíes traen su propio dinero con ellos. Muchos vendieron sus propiedades en Iraq para poder vivir con dignidad", agregó.

Los iraquíes que no llegan a cruzar la entrada jordana no tienen otra opción que regresar, pues no hay hoteles cerca de la frontera. No pueden viajar dentro de Iraq luego de la puesta del sol por temor a las patrullas de Estados Unidos, así que se ven obligados a pasar la noche en estacionamientos o restaurantes.

También es cada vez más difícil encontrar un lugar para los cientos de miles de desplazados dentro del territorio iraquí. Acnur alertó el 9 de enero que el problema estaba superando la capacidad de todas las agencias humanitarias.

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