La ejecución del ex presidente iraquí Saddam Hussein (1979-2003), realizada al inicio de la festividad musulmana de Eid Al Adha, indignó a muchos en todo Medio Oriente.
El ex mandatario fue ahorcado en un día destinado a la misericordia y al ayuno en todo el mundo islámico. Es por lo general celebrado con el sacrificio de un cordero, que representa la sangre inocente de Ismael, quien según la religión musulmana fue sacrificado por su padre Abraham para honrar a Dios.
Rizgar Mohammed Amin, el magistrado kurdo que presidió por primera vez el juicio a Saddam Hussein, dijo a periodistas que la ejecución el sábado, al inicio del Eid, era contrario a las leyes iraquíes y violaba las costumbres del Islam.
Amin señaló que, bajo la ley iraquí, "ningún veredicto debe ser implementado durante feriados oficiales o festividades religiosas".
Mientras los iraquíes chiitas, particularmente aquellos en el gobierno apoyado por Estados Unidos, vieron la ejecución como un castigo de Alá, los sunitas en Medio Oriente consideran al ex mandatario un gran mártir.
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"Saddam Hussein es el más grande mártir del siglo", dijo a IPS el estudiante jordano Ahmed Hanousy.
Mientras, un hombre de 50 años en Bagdad dijo que "los estadounidenses y los iraníes querían insultar a todos los árabes con esta ejecución".
Otros ven el ahorcamiento de diferentes maneras. Sabriya Salih, un bagdadí de 55 años perseguido por el régimen de Saddam Hussein, dijo a IPS: "Estoy feliz por este final. Tengo mucho por qué preocuparme ahora, pero solo miren qué muerte santa tuvo Saddam", afirmó.
Salih hizo una pausa y añadió: "Murió en uno de los momentos más sagrados del año, cuando los peregrinos acababan con sus ceremonias y gritaban 'Allahu Akbar' (Dios es el más grande)".
En una expresión oficial de indignación, Libia criticó el momento en que fue realizada la ejecución, canceló las celebraciones de Eid y anunció tres días de luto nacional. Mientras, Arabia Saudita también condenó la fecha elegida para el ahorcamiento del ex mandatario iraquí.
Muchos iraquíes dijeron estar perturbados por las imágenes de la ejecución. "Nos sorprendieron mostrándonos el vídeo. Estaba ocupada preparando dulces para mis invitados cuando oí a mis hijos llorando. Los niños estaban aterrorizados", dijo a IPS Um Sammy, de 40 años.
Una niña de nueve años originaria de la central ciudad de Faluya y ahora refugiada en Bagdad dijo que lloró cuando vio las imágenes en la televisión. "¿Por qué lo hicieron en Eid? ¿Por qué lo pusieron en televisión para asustarnos?", afirmó.
Más tarde, imágenes de la ejecución tomadas por un testigo con un teléfono celular mostraron a Saddam Hussein siendo objeto de burla por parte de sus verdugos en sus minutos finales. Este vídeo exacerbó las tensiones entre los sunitas y los chiitas.
Primero transmitidas por la cadena Al Jazeera el domingo, las imágenes registraron también a alguien ensalzando a Muhammad Bakr al-Sadr, fundador del partido chiita Dawa, ejecutado por el régimen de Saddam Hussein en 1980. Al Sadr era tío del clérigo Muqtada al-Sadr.
Esto, más las imágenes de Saddam Hussein sonriendo a aquellos que se burlaban de él, hizo que muchos árabes sintieran compasión por el ex mandatario.
La sunita Asociación de Eruditos Musulmanes divulgó un comunicado condenando la ejecución y señalando que fue realizada por parte del gobierno del primer ministro Nouri Al Maliki "para los estadounidenses".
El hecho de que los verdugos de Saddam Hussein ensalzaran a Al Sadr durante la ejecución es una evidencia de que el Ejército Mehdi, la milicia chiita de Muqtada al-Sadr, controla una gran parte de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Najib al-Nuaimi, miembro del equipo de defensores del ex mandatario, dijo a periodistas al día siguiente del ahorcamiento que a ningún abogado sunita se le permitió presenciar la ejecución.
"Esto no está dentro de los procedimientos normales", señaló, y añadió que la ejecución fue en realidad un acto de venganza perpetrado con fines políticos.
"Fue algo muy estúpido por parte del gobierno y de sus aliados estadounidenses. Le dieron a Saddam la mejor muerte en el mejor momento del año para convertirlo en un héroe", dijo un clérigo sunita a IPS en Ramadi.
Un recolector de basura llamado Ali dijo que lloró cuando se enteró de la noticia. "¡Cómo puede haber una muerte un día como ese! Él tenía 69 años. ¡Lo podrían haber dejado morir en la cárcel, por amor de Dios!", señaló.